La acampada traslada su protesta a las puertas del Ayuntamiento de BCN

Asamblea en la plaza de Sant Jaume

Asamblea en la plaza de Sant Jaume / periodico

Guillem Sànchez

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Tras el desalojo de la acampada de Barcelona, sus moradores han regresado a la plaza de Universitat este miércoles a las 18.00 horas. El plan era celebrar una asamblea y llevar a cabo una acción de protesta contra el operativo de la Guardia Urbana. Los CDR habían allanado el camino programando media horas después un corte de tráfico en el cruce de la calle de Aribau con la Gran Via de les Corts Catalanes, justo al lado. Pero ningún CDR se ha presentado a la cita y al centenar de asamblearios, que acababan de arrancar una disertación colectiva que ha durado cuatro horas, ni se les ha pasado por la cabeza hacer algo tan precipitado. A las 22.30 horas han informado de que la acción escogida para protestar contra el desalojo es pasar esta noche en la plaza de Sant Jaume, frente al Ayuntamiento de Barcelona, para señalar que culpan a Ada Colau y a Albert Batlle de sus males. 

La primera parte de la asamblea, más de una hora, ha funcionado como una terapia de grupo para digerir una operación policial que les sorprendió "viendo en la pantalla de la acampada capítulos de la serie 'Plats Bruts'". Lo que más lamentaba la mayoría es haber perdido buena parte de sus pertenencias porque la Guardia Urbana, aseguraban, los barrió sin darles tiempo a recogerlas. Al arrancar las tiendas, también se llevaron enseres como carteras con documentación personalllaves de una vivienda particular o un ordenador. Para recuperarlos deben acudir a un depósito municipal, pero temen que se los devuelvan junto a una sanción económica por ocupar ilegalmente un espacio público: recoger objetos intervenidos en la plaza significa que su dueño formaba parte del asentamiento. No es descabellado, admiten fuentes municipales. El que perdió el DNI come aparte, acuda o no a recuperarlo, la policía ya sabe quién es.

La única propuesta alcanzada durante esta primera parte de la asamblea, desarrollada sobre el suelo empapado por equipos de limpieza tratando de borrar el rastro de una acampada de tres semanas, ha sido desplazarse hasta la plaza de Sant Jaume, para pedir explicaciones a Colau. Para ir hasta el Ayuntamiento, el centenar de activistas han atravesado el Portal de l’Àngel, la arteria comercial más distinguida de la ciudad, entre proclamas anticapitalistas. En la plaza consistorial la votación ha dejado claro que eran muchos los partidarios de recomenzar una nueva acampada allí mismo y esta misma noche. Pero pocos los que estaban dispuestos a quedarse. Pasadas las diez de la noche, han informado de que finalmente sí se quedan a dormir, sean los que sean. 

Paralelamente a la asamblea, los CDR de la avenida Meridiana han cortado puntualmente su vía favorita, uno de los accesos principales de Barcelona, a pesar de que el teniente de alcalde, Albert Batlle, había asegurado esta mañana que iban a acabar con una movilización periódica -pero no comunicada oficialmente- que causa perjuicios a los conductores que salen del trabajo o regresan a casa a esa hora. Batlle ha subrayado que los encargados de impedirla serían los Mossos, que por el momento han hecho oídos sordos. Aunque sí están identificando cada vez con más insistencia a los protagonistas de los cortes. Con sus datos, explican fuentes policiales, la Conselleria d’Interior comenzará a tramitar sanciones que pueden alcanzar varios miles de euros.

Sobre las once de la noche, la nueva acampada de Sant Jaume extendía cartones en el suelo para soportar una noche fría, y sin tiendas de campaña.