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El CAP del Raval se queda con la capilla de la Misericòrdia

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Natàlia Farré

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Cambio de guion. Finalmente, y tras un año de discusiones (de guerra, según algunos) el CAP del Raval Nord ocupará la disputada capilla de la Misericòrdia. Y el Macba crecerá con un nuevo edificio frente al Convent dels Àngels, en la plaza homónima. El acuerdo supone la entrada de este nuevo espacio en el escenario y un giro a lo supuestamente pactado hasta hace poco: la Misericòrdia para el Macba y una construcción de nuevo cuño para el ambulatorio, en la plaza de Salvador Seguí. Pese a la permuta de última hora y el conflicto arrastrado en los últimos 12 meses –con les ‘conselleries’ de Sanitat y Cultura, el ayuntamiento, los vecinos, el CAP y el museo implicados–, ayer,  tras la reunión del Consejo General del Macba, hubo escenificación de acuerdo y buena relación.

Y reiteración, por parte de los presentes, de las palabras "alegría" y "satisfacción". Vamos, visto lo visto, las rencillas entre instituciones han quedado aparcadas y para el Macba la capilla ha dejado de ser vital. Eso sí, los debates han sido "largos y encendidos" pero no "inútiles", palabras que lo mismo sirven para la alcaldesa, Ada Colau, que para la ‘consellera’ de Cultura, Mariàngela Vilallonga, que para los responsables del Macba y su fundación Ferran Barenblit y Ainhoa Grandes, respectivamente. Todos presentes en la escenificación. Lo dicho, las discusiones han dado fruto en forma de una nueva propuesta para el Macba, un edificio anexo al Convent dels Àngels que ocupará parte de la plaza (lo que era el patio de las monjas) y protegerá, a la vez que dejará visible, la pared del siglo XVI que aguanta el cenobio. La construcción –planta baja más dos pisos– permitirá, además, reordenar el urbanismo de la plaza a la vez que posibilitará el crecimiento del museo en 2.800 metros cuadrados y la reorganización de los espacios ya ocupados del convento y la capilla dels Àngels.

Burocracia municipal

Por su lado, la Conselleria de Salut ya tiene a punto su plan funcional de ubicación del CAP Raval en la Misericòrida. Esto pasa por levantar una nueva volumetría manteniendo la fachada protegida de la iglesia que da al  Jardí dels Tarongers. Falta el proyecto, que saldrá de un concurso, pero tiene ya el presupuesto: siete millones de euros. Para que el nuevo ambulatorio sea una realidad, desde el departamento de Alba Vergés prevén entre 36 y 40 meses de trabajo una vez el consistorio les haya cedido la capilla, de titularidad municipal. El acto debe hacerse en un pleno, posiblemente en el de enero, y luego quedará aprobar un cambio del plan de usos.

El nuevo edificio del Macba también requiere de burocracia municipal. Su construcción obliga a una modificación del PGM. El espacio que ocupará debe ser recalificado como edificable a la vez que hay que buscar los mismos metros dentro del barrio para pasarlos a zona verde como compensación. También es necesaria la cesión oficial de la zona de la plaza para que el Macba pueda optar a los fondos Feder (cinco millones), esto lo hará el ayuntamiento en una de las próximas comisiones de gobierno, y la solicitud de la subvención se presentará el 9 de diciembre. Todo trabajado en paralelo a los cambios en el PGM para no perder tiempo.  Hay prisa, pues para optar a la ayuda, el edificio debe estar acabado a finales del 2022. Los plazos que contempla el museo son de un año para concurso de ideas, ejecución y obra, y empezar a construir en el 2021.

Desde el 2006

Con el acuerdo, lo que en el barrio se ha vivido como una lucha entre sanidad y cultura se salda a favor de las tesis del Ayuntamiento, del CatSalut y de los vecinos que veían como única alternativa posible al actual (y precario) ambulatorio la ocupación de la iglesia de lo que fue asilo de pobres cedida, pero aún no utilizada, al Macba en el 2013. Y se cierra un conflicto que arrancó en el 2006, cuando el CAP pidió a gritos un nuevo emplazamiento porque el actual, un edificio de Josep Lluís Sert, no colmaba sus necesidades e impedía cualquier modificación al estar protegido como Bien Cultural d’ Interés Nacional (BCIN).