Mejoras en la seguridad viaria

Cuenta atrás en Vallirana para desviar 4.000 camiones diarios por la variante

Óscar Hernández

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No habrá inauguración oficial. Simplemente se retirarán las vallas y los conos que ahora impiden el paso para acceder al túnel de la variante de la N-340 en Vallirana (B-24), que pasa justo al lado de este municipio. El vial, que se abrirá al tráfico la semana que viene, el martes 5 o el miércoles 6, pone punto y final a 31 años de reivindicaciones de sus 14.000 habitantes que sufren el paso diario por su céntrica calle Major de 4.000 camiones (unos 30.000 vehículos en total) en un embudo que genera desesperantes colas kilométricas.

La obra se ha retrasado tanto como impacto ha tenido en los últimos años la famosa campaña del 'Prou cues N-340', fruto del trabajo de centenares de vecinos organizados en una plataforma para desencallar una obra que ha sufrido parones por múltiples causas con gobiernos de distinto signo y muchas dificultades técnicas, sobre todo en el último tramo de la B-24, de tres kilómetros con un túnel de 1.400 metros, que es ya el más moderno e inteligente de los de la red de carreteras de Fomento.

Ajustes informáticos

Estos días una decena de informáticos realizaban comprobaciones de los complejos sistemas del túnel que absorberá desde mediados de semana buena parte del tráfico urbano de Vallirana, incluidos los camiones de  mercancías peligrosas. «Este es uno de los pocos túneles que permiten el paso de estos vehículos», explican fuentes de Fomento.

Para ello el túnel incorpora medidas de seguridad de última generación: lectores de placas de camiones de mercancías peligrosas para saber qué sustancias entran en el túnel, detectores de temperatura en todo el trazado, potentes dispersores de humo en caso de incendio, sensores para captar animales y peatones, alarmas que se activan si un vehículo va en sentido contrario o demasiado despacio, medidores con alarma de la calidad del aire, un sistema inteligente que adapta la luz led interior a la natural del exterior y hasta cámaras térmicas que permiten ver a las personas en la densa humareda de un fuego.

El cerebro del túnel

Esta confluencia de altas tecnologías, que se coordinan desde un centro de control, fuera del túnel, con decenas de pantallas de alta definición y triple sistema de suministro de energía para que nunca se puedan quedar ciegos el túnel ni sus sistemas de emergencia, es la que está haciendo apurar los plazos de la apertura del túnel. Este fin de semana se harán más pruebas y la definitiva se realizará el lunes o el martes antes de retirar los conos y permitir la circulación. «No damos una fecha exacta pero seguro será esta semana», dicen fuentes de la obra.

Una de las personas que tampoco sabe el día y hora de la apertura, pero será de las primeras en enterarse, es la alcaldesa de Vallirana, la socialista Eva Martínez, quien ayer lamentaba en su despacho, en plena calle Major, no poder hacer una fiesta ciudadana «para este logro histórico». «Me habría gustado hacer una carrera a pie con los vecinos, pero lo prioritario es abrir la variante», dice, aunque planea un homenaje «a todos los que han luchado para hacer de este proyecto una realidad, desde vecinos que ya han fallecido a políticos que se han implicado en desencallarlo».

Martínez explica que ya hay una comisión trabajando en el rediseño de la calle Major, que sigue el trazado de la N-340: «Hay tramos de tres carriles que no tienen sentido. Haremos más pasos de peatones y los coches podrán aparcar en la calzada y no en la acera como hasta ahora».

"Aún no me lo creo"

«Yo llevo 39 años viviendo en Vallirana y aún no me lo creo. Toda la vida hemos reclamado la variante. Nuestra calle Major es inhóspita. Da miedo que jueguen los niños y no paran de pasar camiones», explica Neus Medina, auxiliar de una farmacia de esta calle principal.

Rubén Mohedano, que tiene un negocio de alquiler y reparación de bicicletas, es algo escéptico. «Lo de la apertura inminente lo cojo con alfileres. Hace mucho que parece acabada la variante y no la abren», dice. Y añade que no le preocupa que el menor tráfico le reste clientes: «Quienes me conocen seguirán viniendo».

«Yo vivo en Sant Vicenç dels Horts y trabajo en esta frutería. Solo espero que hagan más aparcamientos y que la gente pueda cruzar la calle Major y pasear más tranquilos», cuenta David Martí, otro comerciante.

Los 'whatsaps' antiatascos

Los vecinos de Vallirana han tenido que organizarse no solo para que se acabe la faraónica (en cuanto al tiempo, no la distancia)variante, sino también para esquivar los interminables atascos. Destacan los grupos de Whatsapp en los que se informan en tiempo real de la longitud de las colas. «Azul» y «verde» avisan de hasta dónde llega la cola de entrada al municipio según el color de las señales. También avisan en metros. Esta información, en la que no faltan las alertas por la presencia de un radar, ayudan a los conductores a tomar la ruta alternativa que atraviesa el casco urbano de Cervelló.  Y es que en hora punta, como los viernes por la tarde, es normal tardar hasta media hora en recorrer los dos últimos kilómetros de entrada a Vallirana por la variante.