ENCUESTA DE SERVICIOS MUNICIPALES

La inseguridad se consolida como la principal preocupación de los barceloneses

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Toni Sust

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La inseguridad se consolida como primera preocupación de los barceloneses. Así se desprende de la encuesta de servicios municipales, presentada este miércoles por el concejal de Presidencia, Jordi Martí. El 17,1% de los consultados apuntan a la falta de seguridad, cuando hace un año solo el 5,6% lo afirmaba. Se confirma así una tendencia que empezó en enero pasado, cuando el <strong>barómetro semestral</strong> del consistorio situó la inseguridad como principal unquietud ciudadana por primera vez en 10 años.

Martí ha subrayado que la encuesta de servicios municipales ha contado este año con una circunstancia determinante: la campaña electoral de las municipales obligó a efectuar antes las 6.000 entrevistas presenciales que sustentan el trabajo, que se llevaron a cabo entre el 22 de enero y el 22 de abril. "Son resultados que quedan un poco antiguos", ha afirmado el concejal.

Inseguridad, vivienda, turismo

Las principales preocupaciones de los barceloneses han ido mutando durante la gestión de Ada Colau como alcaldesa. En la anterior encuesta de servicios municipales, dada a conocer en octubre del 2018, la principal preocupación para los ciudadanos era el<strong> acceso a la vivienda</strong>, que adelantaba así en esa lista negra al turismo. En la que se ha presentado este miércoles, después del 17,1% que cita la inseguridad, el acceso a la vivienda es señalado como primer problema por el 12,2%; el tercero es la circulación, lo indica el 6% de los consultados; el cuarto es la contaminación (5,9%); el quinto, la limpieza (5,8%), mientras que el turismo cae hasta la sexta plaza, con el 5,2% de los ciudadanos señalándolo como problema inquietud.

Llama la atención que el turismo no sea ahora uno de los problemas principales, cuando acaba de batir un récord de visitantes a la ciudad, y cuando en la encuesta de servicios municipales del año pasado era el segundo, tras estar en primer lugar hasta entonces. Para Martí, así como para el director de la Oficina Municipal de Datos, Màrius Boada, a estas situaciones contribuye el hecho de que la encuesta pregunta por el principal problema, lo que acaba llevando a los consultados a elegir uno y relegar así otros que probablemente le preocupen casi igual.

Martí ha insistido en lo relevante de las fechas en las que se hicieron las entrevistas, y ha argumentado que entre enero y abril el debate sobre la inseguridad estaba en auge. De todas formas, no es que en los meses posteriores se enfriara la cuestión, sobre todo cuando proliferaron los apuñalamientos.

Lo del debate también se puede aplicar al turismo: hasta el gobierno de Colau, que ganó las elecciones con un discurso que en gran parte se sustentaba en la necesidad de limitar la llegada de visitantes, o por lo menos suavizar su efecto en las calles, el turismo no fue visto como un gran problema. A medida que se aplicaba una política y un discurso que incidía en los riesgos de que Barcelona acabara como Venecia, el porcentaje de barceloneses que afirmaba que el turismo era el principal problema fue ascendiendo: lo decían el 3,8% de los barceloneses en el 2014; el 6,4%, en el 2015; el 8,1%, en el 2016; el 15,6%, en el 2017, y el 10,3%, en el 2018, hasta caer al 5,2% en esta edición.

Por barrios

Hay un elemento en la encuesta que indica que los consultados se ven influenciados por los debates ambientales. Porque si bien son mayoría los que señalan la inseguridad como problema principal, no sucede lo mismo cuando se trata de reclamar al gobierno de Colau que haga algo al respecto. De esta forma, la principal demanda al ayuntamiento, que formulan el 12,4% de los encuestados, es la de facilitar el acceso a la vivienda, dejando en un segundo lugar la de mejorar la seguridad, que abandera el 10,5%. Los matices son más relevantes en el caso de la pregunta sobre el problema personal más grave: la mayoría se decanta en primer lugar por el paro y las condiciones de trabajo, en el segundo por la vivienda y en el tercero por la inseguridad.

Todo ello no significa que la preocupación por la inseguridad sea menor. Porque cuando se analiza por territorios, es el principal problema en la mayoría de barrios, aunque no así en Sagrada Família, la Nova Esquerra del Eixample, Sants i Badal, Les Corts, Vila de Gràcia, entre otros, donde el primero es el acceso a la vivienda. En Torre Baró y Canovelles, barrios de Nou Barrios, el paro es lo que más inquieta. En Pedralbes encabeza el ranquing la contaminación y el medio ambiente: es el único barrio en el que ese es visto como el principal problema de la ciudad. Una paradoja considerable, la zona más adinerada comparte el pálpito de parte del gobierno de Colau.

La ciudad está peor

El 44,9% de los barceloneses sostienen que la ciudad está peor que un año atrás, y el 32,4%, que está mejor. Cierto es que el 62% está convencido de que Barcelona mejorará durante este año, un porcentaje significativamente mayor que en el 2018, cuando lo decía el 37,9%, y en general mayor que en años anteriores. En contraste, el 32,4% cree que está mejor, frente al 34,8% que lo decía hace un ño. La esperanza no es poca entre la ciudadanía: el 62% está convencido de que Barcelona mejorará durante este año.

La gestión del gobierno aprueba pero pierde nota

Es bueno aprobar los exámenes, pero no lo es tanto perder nota en cada prueba. El gobierno de Ada Colau recibe un 6,2 de nota por parte de los barceloneses consultados para la elaboración de la Encuesta de Servicios Municipales, y exhibe la nota con cierto orgullo. Pero el hecho es que en la Encuesta de Servicios Municipales del año anterior, la nota que recibía la gestión municipal era de un 6,5, la más alta en décadas. De hecho, la nota subió durante el primer mandato de Ada Colau. En el 2015, la gestión del gobierno (durante la primera mitad del año, del gobierno de Xavier Trias) fue puntuada con un 6,3, al igual que en el 2016. En el 2017 subió a un 6,4 y en el 2018 al citado 6,5. Jordi Martí se mostró cauteloso y desdramatizó el descenso. Si la nota siguiera bajando, afirmó, habría que analizar por qué sucede.