Vecinos del Besòs abuchean a los políticos en la audiencia pública de Sant Martí

Las protestas por la hipotética ubicación de un centro de atención primaria para menores extranjeros no acompañados en el Besòs ha llegado a la arena política municipal. Este miércoles por la tarde, un grupo de vecinos hizo llegar su preocupación a la sede del distrito de Sant Martí, aprovechando la primera audiencia pública del mandato, en la que no faltaron la tensión y los abucheos a los políticos en una sala con más de 300 asistentes que culminaron el acto con una cacerolada.

Una de las impulsoras de las caceroladas y de la acampada junto al solar donde podrían trasladar el centro de Collserola, Jennifer Rodríguez, intervino con un texto muy duro dirigido a todas las formaciones políticas, exigiendo «que hagan su trabajo» y acaben con los problemas de inseguridad y suciedad que vecinos y entidades vecinales del barrio llevan años denunciando. 

Respecto a la posible llegada de un centro para menas, la portavoz de un movimiento vecinal que surgió de manera espontánea –inicialmente sin el apoyo explícito de las asociaciones de vecinos– exigió una «respuesta clara y contundente» de las administraciones sobre la ubicación del equipamiento para acabar así con la desinformación. Insistió en que la zona del Fòrum no es la más adecuada para esos jóvenes, sobre todo por la presencia de una narcosala muy cerca. En este sentido, Rodríguez exigió a los políticos del ayuntamiento "una descentralización de las cargas" y que dejen de "centrifugar los problemas a la periferia".

Los vecinos llenaron la sala donde se celebraba la audiencia pública y muchos se quedaron fuera. La tensión era máxima hasta el punto que la la presidenta del distrito, Marilén Barceló, tuvo que intervenir pidiendo silencio y respeto en incontables ocasiones. El concejal del distrito, el socialista David Escudé, fue objeto de abucheos constantes y a duras penas podía responder. También recibió una sonora bronca uno de los representantes vecinales, Francisco Abad, presidente de la Associació de Veïns i Veïnes del Besòs, que aprovechó sus dos minutos de intervención para exigir la regulación del mercadillo de los sábados. Los vecinos consideran que Abad no es suficientemente crítico con la actuación del gobierno municipal y él pide paciencia. "Algunas cosas se han ido solucionando y quedan muchas otras quedan por resolver", admitió el representante vecinal.

La respuesta de Escudé

Escudé aseguró que "la preocupación de los vecinos" es su preocupación y que la seguridad es un tema prioritario, momento en el que aprovechó para pedir a los vecinos que desconfiaran de los rumores que circulan por las redes sociales o difunden algunos medios digitales, en referencia clara a las informaciones que situaban el centro de atención inmediata para menas en el solar del Fòrum y posteriormente en los antiguos terrenos de Cobega en La Pau. El socialista, interrumpido una y otra vez por los abucheos y gritos de una parte importante de los asistentes, muy crispados, zanjó su intervención sin una respuesta sobre la ubicación del equipamiento para menas -una de las exigencias de la plataforma Por un barrio digno- y los vecinos bajaron a la calle para protestar con cacerolas y bocinas. 

El día antes, el centro de atención primaria para menas también fue objeto de debate político en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes  del ayuntamiento a través de una propuesta del Partido Popular de Catalunya que finalmente no prosperó. En concreto, el portavoz popular, Óscar Ramírez, instó a «Generalitat y ayuntamiento a definir el emplazamiento definitivo» de estos centros para menas con los vecinos para evitar un «impacto negativo en la convivencia ciudadana». 

La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laura Pérez, de Barcelona en Comú, lamentó la «rumorología intencionada» sobre la posible ubicación de este servicio en un solar del Fòrum, junto a la Torre Telefónica, e insistió en que se comunicará el emplazamiento definitivo cuando se acuerde con la Generalitat.

Rechazo unánime

«Suerte que no quiere estigmatizar, porque lo ha tenido que repetir tres veces para que sonara creíble», le afeó Elisenda Alamany, del grupo de ERC, quien también tildó de racista la propuesta formulada por Ramírez. «No proponen –añadió la portavoz republicana– nada que tenga que ver con la convivencia en la ciudad. No hablan de trabajar para dar una buena acogida municipal a menores.» 

La portavoz de JxCat, Neus Munté, recordó que los usuarios de estos centros son «niños y adolescentes que viven una grave situación de desamparo» y es necesario consensuar el mejor emplazamiento pero huyendo de las generalizaciones. No se puede, continuó la posconvergente, atribuir al colectivo acciones delictivas que son «totalmente minoritarias».