Balance policial

Bajan en verano los robos de relojes de lujo en Barcelona

Una cámara de seguridad capta como roba un grupo de relojeros a un turista de Barcelona, en la entrada de un hotel.

Una cámara de seguridad capta como roba un grupo de relojeros a un turista de Barcelona, en la entrada de un hotel. / periodico

Guillem Sànchez

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Los robos violentos cometidos por 'relojeros', ladrones que arrancan relojes de gama alta de la muñeca de sus dueños, casi siempre turistas adinerados, no supusieron un delito frecuente en Barcelona hasta el 2016, explica Pere Pau Guillén, jefe del Área de Investigación Criminal en la capital catalana. Quienes los cometían eran a menudo ciudadanos de nacionalidad argentina o italiana. Los Mossos d'Esquadra detectaron un aumento hasta principios de este año, investigaron el repunte y descubrieron que el tipo de autores había cambiado. Finalmente, este verano han logrado contener a los nuevos 'relojeros', que eran de origen argelino.

Según recuerda Guillén, cuando metían los datos de estos últimos delincuentes en las bases policiales, aparecían limpios de antecedentes, a pesar de que en Barcelona se comportaban como ladrones altamente especializados. En el 2017, el fenómeno se amplificó hasta desbordarse durante los años siguientes. Actuaban en manada, demostrando un grado de conocimiento muy elevado de relojes de gama altísima como Patek PhillipeMontblancRolex, Cartier y Hublot. El más elevado del que tienen constancia los agentes superaba los 400.000 euros. Es decir, su dueño llevaba anudado a la muñeca un aparato cuyo valor equivale a un piso grande, amueblado y luminoso en ciertos barrios de la ciudad. Y se lo robaron. Las sospechas incubadas acerca de que no podía tratarse de delincuentes 'limpios' de antecedentes llevó a los Mossos a enviar huellas dactilares de los detenidos a la policía francesa, que confirmó que los 'relojeros' que habían desembarcado en Barcelona estaban usando identidades falsas en España: eran franceses, de origen argelino, y habían protagonizado un buen número de robos de relojes en París.

El botín más alto

Los Mossos crearon un grupo específico para combatir a los 'relojeros' cuando en el 2018 se puso de moda entre el resto de delincuentes. La razón estaba clara: por un iPhone de última generación al ladrón le podían pagar un 10 o un 20% de su valor y por un reloj de gama alta los receptadores –quienes compraban el objeto sustraído– hasta un 50%. La mitad de un reloj que cuesta 100.000 o 200.000 euros es mucho dinero. La consecuencia fue que delincuentes más zarpas que los parisinos se lanzaron a las muñecas de turistas, incrementando así la cifra de robos violentos para, en no pocos casos, acabar con un reloj de escaso valor económico que habían confundido con uno de gama alta.

La AIC activó una investigación para demostrar que los 'relojeros' más avezados actuaban como un grupo organizado. El 18 de julio de este año arrestaron a 13 de sus miembros y 10 de ellos ingresaron preventivamente en prisión. La cifra de relojes sustraídos cayó en picado a partir de ese día. Este agosto, según los Mossos, ha habido 79 denuncias. El estío anterior, hubo 166.

Para controlar el fenómeno no ha bastado la investigación del Área de Guillén sino, como el propio inspector subraya, también el trabajo de contención que agentes uniformados y de paisano llevan a cabo diariamente junto con la Guardia Urbana en las inmediaciones de los hoteles que alojan a turistas adinerados. La mayoría de las detenciones, 165 desde el 1 de enero, han sido practicadas in fraganti por estos agentes y también por los integrantes de los dispositivos Ubiq y Polièdric diseñados para pacificar zonas conflictivas. Este martes, agentes de la Brigada Móvil adscritos a estos dispositivos han detenido a un 'relojero' que acababa de atacar a un turistas y se había refugiado en la azotea de un edificio. 

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