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Barcelona: un gimnasio al aire libre

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Marta Alcázar

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El paseo marítimo y Collserola son duros competidores de los gimnasios a puerta cerrada. Cada vez más barceloneses practican deporte al aire libre. Parques, escaleras y plazas se convierten en centros de entrenamiento cada vez más populares.

Es habitual ver corredores en la carretera de les Aigües, jugadores de vóley en la playa de Nova Icària y rupos de yoga en el parque de la Ciutadella. La última sensación ha sido el Nike Training Outdoor Project, un gimnasio al aire libre habilitado en el espigón del Gas del Passeig Marítim, que cuenta con paralelas, bancos de abdominales y anillas para todos los niveles. Mientras, alternativas de entrenamiento como las clases dirigidas al aire libre ganan adeptos. Los asistentes se unen a las sesiones en redes sociales como Instagram, Facebook o Meetup y nuevas aplicaciones que permiten probar todo tipo de deportes 'outdoor' en una ciudad mediante el pago de una cuota mensual. Onefit y Urbanstreet son las más conocidas.

Fuerza en patines o en suspensión

Los encuentros entre entrenador y compañeros de sudor en un punto de la ciudad combinan la actividad física con la posibilidad de conocer gente y pasarlo bien. Algunas disciplinas como el ‘rollerobics’ han nacido en Barcelona. Se trata de hacer sentadillas, flexiones y otros ejercicios de fuerza sobre un par de patines de  línea. La rutina puede parecer un malabarismo reservado a atletas de élite pero los que la siguen aseguran que es apta para todos los niveles. El grupo se reúne cada sábado por la mañana en el centro Box Barcelona, donde se pueden alquilar las taquillas o material, y se deslizan hacia el hotel Vela para comenzar con su rutina

"Cuando haces los ejercicios sobre ruedas no los sientes tan intenso como en el gimnasio, pero al día siguiente las agujetas son peores", bromea Víctor Bohórquez, un asiduo a la modalidad satisfecho con la forma física que ha logrado. Cada sesión cuesta cinco euros. Judit Abarca, la creadora de la disciplina, comenzó hace dos años con las clases y también sube rutinas de entrenamiento a Youtube. Ahora ha empezado a formar a entrenadores: "Quiero darlo a conocer a otros países", explica. A la última clase asistieron patinadores de los World Roller Games. "Planeo lanzar la disciplina en Argentina. Es un ejercicio súper completo que trabaja la fuerza y el equilibrio", explica Paula Lema, que compitió en la modalidad de Inline Freestyle.

Otra fórmula para ejercitar la musculatura corporal es el TRX, las siglas de Total Body Workout Exercise, que tonifica todo el cuerpo mediante ejercicios en suspensión con cintas de nylon. Laura López las cuelga en los árboles del parque de la Ciutadella o en una rampa junto al Hospital del Mar durante las sesiones que imparte dos tardes por semana. Los curiosos observan al grupo que ejercita los brazos con los pies en el aire y cómo se inclinan sujetando las cintas con fuerza: "La gente es reacia al principio porque no lo conoce, pero ejercita todo el cuerpo sin riesgo de lesiones", explica la entrenadora, que también es terapeuta ocupacional y planea adaptar el TRX para personas de la tercera edad.

Ejercicio gratis durante el año

Las actividad física en grupo y gratuita es también habitual en Barcelona. Se trata de grupos que quedan en puntos y horas determinadas sin pagar cuota alguna. Ganan adeptos mediante el boca oreja y no hay entrenador. Los 'sunrise runners' madrugan para correr siete kilómetros matutinos entre el Club Natació Barceloneta y el Passeig Marítim. Algunos completan la distancia andando. Quedan en la plataforma Meetup y, según el día, se encuentran a las 6.30 o las 7.30 horas de la mañana: "Somos unos 10 a 15 de media, pero hemos llegado a ser hasta 30 personas", explica Moshe Mizrahi, organizador de la salida. La media de edad de los asistentes se sitúa entre los 25 y 40 años, aunque también les han acompañado jubilados.

Tras la carrera, algunos corren hacia el trabajo y otros van a desayunar.  "A veces nos damos un chapuzón, incluso en invierno", relata este belga afincado en Barcelona. Recuerda que les han picado medusas y que una vez less pidieron posar junto a una pareja que se hacía fotos de boda. El grupo lamenta la cantidad de residuos que encuentran a primera hora del día, "cada vez hay más personas que duermen en la playa y hacen botellones", y la nube de contaminación que corona el puerto. "Suponemos que procede de barcos y cruceros", sospecha Mizrahi.

Los ‘seaswimmers’ también saludan la salida del sol cada martes. Son los nadadores de aguas abiertas que recorren los dos espigones que limitan la playa de Bogatell, unos 1.200 metros, a primera hora del día. "Intentamos que la salida del sol nos pille dentro del agua", cuenta Natalia Urdaneta, una asidua a este entrenamiento que reúne a triatletas, nadadores de travesías y aficionados como ella: "Somos gente de todas las edades. Yo no era nadadora. Probé porque veía fotos de amigos y me daban envidia y recuerdo que el primer día tenía miedo de quedar última", recuerda esta veterinaria que cuatro años más tarde es también una de las organizadoras del encuentro.

En verano nadan con bañador, gorro y gafas; en invierno, con neopreno. Algunos llevan una boya atada a la cintura "para apoyarse en ella si se cansan". También la usan para guardar sus objetos de valor: "Dejamos las cosas en la orilla y muchas veces nos han robado", lamenta la nadadora, que reclama al ayuntamiento que "reabran las taquillas del edificio de la Cruz Roja", que fueron cerradas tras el atentado terrorista de la Rambla. El ayuntamiento ha asegurado que no volverá a abrir dichas taquillas por motivos de seguridad, pero que habilitará espacios regulados para nadadores de aguas abiertas en el Port Olímpic.

Los asiduos a la Full Moon Run corren sin frontales, sin GPS, sin móviles y sin música las noches de luna llena. El recorrido varía cada mes. Y los aficionados al baloncesto pueden jugar en los partidos que organiza la entidad sin ánimo de lucro Streetball Barcelona Sants en las pistas del parque de la Espanya Industrial.

Déficit de áreas urbanas para sudar en Gràcia y Les Corts

El Ayuntamiento de Barcelona contabiliza <strong>306 áreas para la práctica deportiva gratuita al aire libre</strong>, con distintos elementos deportivos como canastas, mesas de pinmpón, pistas de petanca y circuitos de actividad física. Pero la distribución es desigual. <strong>Gràcia y Les Corts son los distritos más perjudicados,</strong> según el mapa de instalaciones elaborado por el Institut Barcelona Esports, con la mitad de áreas deportivas que el resto de distritos. <strong>Horta- Guinardó, Nou Barris y Sant Martí son los distritos más aventajados.</strong>