REDES SOCIALES Y CRIMINALIDAD

Las 'patrullas ciudadanas virtuales' tensionan las políticas de seguridad de los municipios catalanes

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Manuel Arenas

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Las patrullas ciudadanas, esto es, grupos de vecinos que se organizan para combatir la inseguridad en las calles, han irrumpido en los últimos tiempos en algunos municipios catalanes. AlellaDosriusSant Cugat del Vallès o la propia Barcelona, donde los BCN ROAR (Barcelona Residents Against Robbery) actúan en el metro contra los carteristas, son ejemplos de ciudades que han visto cómo sus habitantes se coordinan autónomamente y sin tutela de la Administración para dar solución al auge delictivo.

A este fenómeno, sin embargo, se le ha sumado recientemente otro al que está íntimamente vinculado, si bien no es exactamente el mismo. Se trata de las 'patrullas ciudadanas virtuales': grupos de ciudadanos que, con distinto grado de influencia, organización y proximidad entre ellos, se coordinan a través de las redes sociales y plataformas online para movilizarse y realizar ciberactivismo contra la delincuencia.

La frenética actividad relativa a la seguridad pública de estos grupos -alertas de delitos, movilizaciones digitales críticas con los poderes públicos, capacidad de convocatoria ciudadana- ha tensionado las políticas de seguridad de las administraciones de los municipios donde se desarrolla, así como también ha activado las alarmas de los cuerpos de seguridad, a tal punto que equiparan patrullas físicas y virtuales: "Tanto patrullas físicas [callejeras] como virtuales acaban haciendo de 'policías', cosa que no recomendamos porque eso es competencia de los cuerpos de seguridad", advierten

EL PERIÓDICO ha analizado qué hacen, cómo se organizan y qué riesgos en términos de seguridad y desinformación pueden suponer estas 'patrullas ciudadanas virtuales' en municipios catalanes donde, con influencia dispar y por diferentes razones, tienen presencia y visibilidad.

'Helpers': alertas delictivas y presión a los poderes públicos

En esencia, es posible identificar tres tipos de estas 'patrullas virtuales': plataformas que, bajo un alto grado de organización y unidad, única y exclusivamente intervienen en el entorno digital; plataformas que, si bien aúnan a miles de ciudadanos, actúan online pero carecen del elemento organizativo o de unidad y en las que reina, por tanto, la anarquía; y, por último, plataformas organizadas que son la 'versión digital' de una patrulla ciudadana callejera, es decir que intervienen tanto en la calle como en internet.

"Hacer investigaciones e identificaciones sobre delitos está reservado a cuerpos de seguridad", critica el Ayuntamiento de BCN

El ejemplo paradigmático del primero de los tipos enunciados es el de los 'Helpers' de Barcelona, una "plataforma colaborativa de seguridad ciudadana" compuesta por "unos 70 vecinos, entre los cuales hay vendedores, estudiantes, padres, madres y activistas del tejido asociativo de Ciutat Vella", explican desde el colectivo, que vehicula su actividad a través del perfil de Twitter @BCNHelpers, nacido en mayo de este 2019 y que aglutina ya a 22.000 usuarios.

"Alerta. Detectado robo con extrema violencia en Perecamps. Dos chicos magrebíes de caza han cogido a la víctima por el cuello y le han robado el reloj y el iPhone"; "detectada una persona violenta que amenaza con disparar a vecinos del Raval"; "detectada esta noche una brutal paliza con palos de hierro a un chico en la C/Allada Vermell, 16"; "detectado robo contra una familia asiática en la plaza del Vuit de Març". Estas son solo algunas de los cientos de alertas que los 'Helpers' han publicado este mes de agosto. Funcionan a diario, incluso en varias ocasiones el mismo día, con vídeos, fotos e información proveniente de otros tuiteros, que contactan con el perfil a través del hashtag '#AlertaHelpers'.

¿Por qué lo hacen? Para "buscar cambios en materia de seguridad: buscamos que la Administración se tome en serio este problema que ya afecta a muchos vecinos de la ciudad", relatan a este diario los 'Helpers', que cargan contra la gestión del actual consistorio: "No se ha tomado en serio la seguridad". A preguntas sobre el surgimiento de plataformas como los 'Helpers', fuentes de la tenencia de alcaldía de Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona reconocen que, si bien "la ciudadanía puede y ha de aportar y hacer mucho en materia de seguridad, en ningún caso ha de hacer el trabajo que corresponde a los cuerpos policiales".

En este sentido, desde el Ayuntamiento de Barcelona alertan de que "es fundamental fortalecer las redes de colaboración [con la ciudadanía], pero esta colaboración nunca puede pasar por sustituir el trabajo policial: hacer investigaciones, identificaciones y persecuciones de personas que presuntamente han cometido un delito , critican fuentes municipales en alusión a 'patrullas ciudadanas virtuales' como los 'Helpers'.

En ese mismo sentido se pronuncian los Mossos d'Esquadra. Fuentes del cuerpo consultadas no dudan en asegurar que "con los 'Helpers' nos estamos encontrando con que suben infinidad de vídeos, a veces 'a lo loco', y en ocasiones no se corresponden con la realidad; de hecho, alguna vez hemos visto que el vídeo en cuestión no era ni de Catalunya".

Más allá de Barcelona: L'Hospitalet, Cornellà, Castelldefels y Mataró

A pesar de la gran visibilidad que ha cobrado Barcelona en cuanto a seguridad y delincuencia se refiere, el auge de plataformas online donde vecinos y ciudadanía en general se moviliza contra la criminalidad no es ni mucho menos exclusivo de la gran ciudad: se trata de un fenómeno global. Sin ir más lejos, otras grandes urbes metropolitanas como L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès), Badalona (Barcelonès), Cornellà de Llobregat (Baix Llobregat) o Castelldefels (Baix Llobregat) observan cómo en sus espacios virtuales locales también surgen páginas o vecinos anónimos dispuestos a alertar en redes sociales -anárquicamente y sin la organización propia de los 'Helpers'- de supuestos hechos delictivos difíciles o directamente imposibles de contrastar y verificar.

"Es evidente que el tema nos preocupa", apuntan fuentes del Ayuntamiento de L'Hospitalet

"Pelea de musulmanes a las 8 de la mañana; había puñales y navajas y no es la primera vez", publicó anónimamente el pasado 8 de julio 'El Informer de L'Hospitalet', página de Facebook de L'Hospitalet de Llobregat con más de 3.000 likes. "Cuidado, comercios de Castelldefels, hoy por la mañana han robado en la tienda de mi madre: se han colado detrás del mostrador y se han llevado bolso y móvil", relataba el pasado 31 de julio un usuario con iniciales M. A. A. en el grupo de Facebook 'No eres de Castelldefels si...', que agrupa a unos 17.200 usuarios. "En la piscina de Can Mercader se dedican a robar móbiles a niñas que van en grupo; mucho cuidado", denunciaba la usuaria con iniciales A. G. C. en el grupo de Facebook 'Tú no eres de Cornellà si no...", con 12.200 miembros, informa Aitana Glasser.

Fuentes municipales del Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat aseguran que "es evidente que el tema nos preocupa. La difusión voluntaria o no de rumores, mentiras y bulos crea sensación de inseguridad entre la población, especialmente entre personas que no tienen acceso a canales informativos contrastados. Las redes sociales son plataformas muy útiles para llegar a todos, pero también armas peligrosas en manos de grupos interesados".

Para ejemplificar esa preocupación, desde el consistorio catalán cuentan que "hace un mes, Vox difundió a través de su Twitter que un camionero había sido apalizado en L'Hospitalet por dos inmigrantes sin papeles cuando intentaba parar una agresión machista. El vídeo se viralizó rápidamente en redes y desde el mismo Ayuntamiento lo desmentimos: se trataba de una discusión de tráfico", apuntan fuentes municipales de L'Hospitalet, que advierten de que "este tipo de bulos hace mucho daño porque crean un clima de desconfianza y criminalización hacia ciertos colectivos".

En un sentido similar se pronuncia el Ayuntamiento de Castelldefels, que reivindica su "presencia activa" en redes sociales como "mejor herramienta para combatir la aparición de posibles rumores y otras informaciones sin verificar que pueden derivar en alarma social".

Así como el Ayuntamiento de Mataró (Maresme), otro de los grandes municipios catalanes donde aparecen recurrentemente denuncias vecinales sobre seguridad -especialmente en el grupo 'Fotodenuncia Mataró' (13.200 miembros)-, que remarca no estar "preocupado", sino "ocupado: el papel más significativo de las redes sociales en la comunicación entre los ciudadanos y la Administración ha hecho que los ayuntamientos hayamos tenido que asumir nuevas tareas", en alusión a los gestores de redes sociales que "para un ayuntamiento de la medida del de Mataró".

Parte de este "nuevo papel", puntualizan fuentes municipales del consistorio del Maresme, es "estar atento a la aparición y contraste de posibles rumores; si pueden generar alarma, se interviene para desmentir o explicar cuál ha sido la actuación municipal". 

Un bulo denunciado por el alcalde de Badalona

El pasado 31 de julio, el alcalde de Badalona, Àlex Pastor, denunció en su Twitter personal un "bulo" sobre una infección de la piel que "diversos niños" supuestamente habían contraído mientras se bañaban en palayas badalonesas con bandera verde. La información provenía de 'NotíciesBdn', un perfil de Instagram "hecho por vecinos de la ciudad" que se limita a emitir información a través de fotografías con breves descripciones en los pies de foto.

Preguntado por este tipo de publicaciones, el alcalde Pastor reconoce que, aunque "sería exagerado decir que estamos preocupados, sí que es cierto que en ocasiones hemos detectado noticias o rumores en redes sociales que son falsos sin ningún tipo de fundamento y esto no contribuye a tener una sociedad bien informada". Muestra de ello es que el Ayuntamiento de Badalona organizó el pasado mes de marzo unas charlas para " que afectan a la convivencia y cohesión social" en Badalona. 

Además, como ya hacía en su tuit, el edil no duda en atribuir una motivación política a la desinformación en Badalona: "Albiol es el peor publicista de la ciudad y destroza siempre que puede la marca Badalona", afirma Pastor.

El singular caso de Santa Coloma de Gramenet

En Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès), Facebook ha sido históricamente la red social preferida de la ciudadanía para expresar públicamente inquietudes y quejas: el grupo de Facebook más numeroso del municipio, 'Santa Coloma de Gramenet', agrupa a 49.100 miembros. 

A otro de estos grupos, 'Santako Al Desnudo' (8.600 miembros), está vinculada una página que nació en julio del 2018 y que tiene actualmente 2.600 seguidores. Se llama 'CISAD' (Centro de Inteligencia de Santako al Desnudo) y es un caso singular porque, si bien responde a un espíritu análogo al de los 'Helpers' -visibilizar la delincuencia para que la Administración ponga solución-, publica con una frecuencia muy inferior y, sobre todo, carece del elemento organizativo: detrás no hay un numeroso grupo de vecinos hastiados, sino un solo administrador.

Las redes sociales "amplificaron la sensación de seguridad en Santa Coloma", en palabras de su acaldesa, Núria Parlon

La esencia de la plataforma CISAD queda perfectamente resumida en un vídeo publicado por su administrador, Juanjo Reina, el pasado 13 de marzo. En el mismo, Reina, vecino de Santa Coloma, se jacta de que el consistorio colomense reaccionara críticamente en el Facebook oficial de la Policía local -"noticias alteradas intencionadamente con imágenes falsas", rezaba el comunicado- a una información sobre una "pelea con arma blanca" que él había publicado previamente en el CISAD. "Eso no podéis manejarlo vosotros, ¿a qué no?", se preguntaba retóricamente Reina sobre la información que escapa del control de la Administración.

A pesar de que en esta ocasión el Ayuntamiento de Santa Coloma no ha contestado a las preguntas de este diario sobre esta plataforma, la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlonsí se pronunció meses atrás sobre la "amplificación de la sensación de seguridad" a la que habían contribuido las redes sociales en Santa Coloma. De hecho, ese fue el motivo que la alcaldesa esgrimió para justificar la sonada puesta en marcha del servicio local de serenos, los agentes cívicos nocturnos que velan por la salud de la vía pública colomense.

Quien sí se pronuncia sobre el fenómeno es Carlos Ladera, caporal de Investigación de los Mossos d'Esquadra, colomense y conocedor del entramado de redes sociales vinculadas a Santa Coloma. Aunque Ladera considera que "las redes sociales, que han dado voz a quienes históricamente no la tenían, no se pueden prohibir y tendrá que ser la sociedad la que les dé una importancia relativa", sí reconoce que "son peligrosas cuando distorsionan la realidad".

Para ilustrar esa distorsión, Ladera pone un ejemplo concreto de su ciudad: "Cuando ocurrió el apuñalamiento de Can Peixauet, aquella semana todos los chavales magrebíes eran 'menas', y todos los 'menas' eran violadores y malos. Y eso es una fuente de alimentación infinita para las plataformas xenófobas que buscan rechazo a lo exterior y se consideran dueñas del espacio en el que viven", concluye el 'mosso', que pone en valor la perspectiva sociológica detrás de las opiniones en redes sociales: "Soy tan bien pensado que creo que detrás de la xenofobia hay incultura y falta de formación. Cuando sí hay que actuar es cuando hay mala fe o intereses políticos, porque ahí está en riesgo el honor de las instituciones: estoy harto de escuchar que mi ciudad es el Bronx, porque no lo es".