Cs exhibe en el Raval su política de mano dura contra la inseguridad

Las primeras espadas de Ciutadans (Cs) se pasearon este martes por calles del Raval de Barcelona y se entablaron con asociaciones de vecinos para desplegar su paquete de medidas contra la inseguridad. Un cóctel de propuestas jurídicas y policiales que lanzan contra la alcaldesa Ada Colau, a quien acusan de transformar la capital catalana en "un caldo de cultivo para ladrones".

La líder de Cs en Catalunya y también portavoz nacional, Lorena Roldán, achacó un "repunte de violencia" en la ciudad a un "efecto llamada" provocado por "la sensación de impunidad" que perciben los delincuentes.

Bajo esta premisa, expuso un plan integral de seguridad diseñado por su partido que contempla iniciativas municipales y ofensivas parlamentarias tanto en el Parlament como en el Congreso de los Diputados, entre ellas, la reforma del Código Penal para aplacar la multireincidencia y endurecer las penas por ocupar pisos; el impulso de una ley que acorte los plazos de desalojo y que permita actuar directamente a los vecinos; y el aumento de las plantillas de los cuerpos policiales para multiplicar el patrullaje en las calles.  

"¿Cuánto más va a degradar la marca Barcelona?, ¿No teníamos bastante con la turismofobia o con el señor Torra llamando a la confrontación y jaleando a los CDR?", espetó Roldán, escoltada por la portavoz del grupo municipal, Luz Guilarte, y por la exedil y diputada en el Congreso, Carina Mejías, en un acto que acabó siendo un mitin.

Guilarte abundó en la "dejadez", "pasividad" e "inacción" de la alcaldesa y pidió la comparecencia de Albert Batlle en el consistorio barcelonés. Por su parte, Mejías se centró en cargar contra el 'conseller' de Interior, Miquel Buch, por estar "más interesado en los lazos amarillos que en los rojos que colocan los vecinos" para denunciar los narcopisos. "Colau se declara absolutamente víctima, y dentro de poco, como siempre le pasa todo, la vamos a ver llorar porque le habrán robado", ironizó la diputada.