Archivada la 'querella catalana' contra Janet Sanz por el hotel de Drassanes

A ojos de Janet Sanz estamos ante lo que entre abogados se conoce como 'querella catalana'. Cuando alguien interpone una demanda penal contra otro alguien consciente de que muy probablemente no tendrá demasiado recorrido en los juzgados (como ha sucedido), con el único objetivo de amedrentar al querellado (en este caso, sin éxito). Así lo siente y lo explica la concejala de Urbanismo, quien fue demandada por lo penal por los promotores de un hotel de lujo en un solar en las Drassanes, frente al viejo Baluard, por un presunto delito de prevaricación administrativa por omisión por no concederles la licencia que perseguían desde hacía años. La jueza archivó el caso, el hotelero recurrió el archivo y ahora, él mismo, ha retirado el recurso, enterrando el caso. "Siempre he defendido el interés común y el interés de la ciudad, y lo he hecho acompañada de los todos los servicios técnicos del ayuntamiento. El archivo por parte de la jueza ya dejó claro que hicimos bien, que esta licencia no se tenía que dar, y que desistan del recurso lo confirma", asegura Sanz, quien insiste en que "lo volvería a hacer".

Lo que volvería a hacer es lo que hizo: impedir explorando todas la vías explorables, algunas muy imaginativas, codo con codo con la entonces concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, la construcción de un nuevo hotel al sur del Raval, en unos terrenos que eran, son, símbolo de cómo se construyó durante años la ciudad. La tarea se antojaba árdua, ya que el trámite de la licencia no se congeló con la moratoria hotelera previa a la aprobación del PEUAT al disponer de un certificado de aprovechamiento urbanístico previo.

Una historia conocida

De forma muy resumida, estos eran unos terrenos antaño calificados como vivienda social (antes de transformarse en solares eran edificios habitadas por vecinos) que se recalificaron, se vendieron y revendieron incrementando en cada transacción su valor, y acabaron en manos de un promotor que aprovechó la modificación del plan de usos de Ciutat Vella aprobado en el 2013 por el gobierno de Trias, que abría la puerta a la construcción en el goloso enclave.

Sanz ha asegurado siempre que cuando tuvo sobre su mesa la documentación sobre la licencia, en abril del 2017, solicitó un informe a los servicios jurídicos del ayuntamiento y que estos le contestaron que no podían avalar dicho permiso porque el TSJC había <strong>anulado en mayo del 2017 </strong>el plan de usos de <strong>Trias</strong>, con lo que volvía a estar en vigor el de 2010, que vetaba nuevos hoteles. 

Sobre el futuro de los terrenos ahora que el proyecto hotelero parece casi definitivamente enterrado -aún no del todo, ya que sigue abierta la vía civil- la concejala asegura que "pasa necesariamente por construir vivienda". Una vivienda que intentarán que sea mixta: vivienda privada (se trata de unos terrenos privados), pero también pública (aplicando el famoso 30%).

Fuentes de Praktik Hoteles, los demandantes, aseguran que han llegado a la conclusión de que el recurso a la vía penal es "innecesario para garantizar sus derechos", que sienten que han sido "ignorados y vulnerados por el ayuntamiento". "Seguiremos reclamando nuestros derechos con toda la contundencia necesaria en los diferentes recursos administrativos y contencioso-administrativos", concluyen.