Colau afirma que se planteó tirar la toalla ante la tensión de la investidura

Ada Colau confiesa, entre lágrimas, que pensó en tirar la toalla

Ada Colau confiesa, entre lágrimas, que pensó en tirar la toalla. / periodico

Toni Sust / Montse Baraza

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Ada Colau demostró el pasado sábado durante su investidura que está viviendo su reelección con una incomodidad innegable, esencialmente vinculada al hecho de que entre los votos que hicieron posible su reelección tuvo que contar con los tres que le brindaron Manuel Valls, Eva Parera y Celestino Corbacho (si este último llega a abandonar a Valls el viernes y no ahora quizá el alcalde sería Ernest Maragall, por cierto).

Un apoyo amargo, según proclamó Colau el mismo sábado y según admitió este martes en una entrevista concedida a RAC-1 en la que dijo haber albergado “sentimientos contradictorios” en su investidura: “No fue un día exactamente feliz”.

Durante la entrevista, prorrumpió en llanto cuando fue interrogada sobre si en el contexto de la tensión de los últimos días había pensado en dejar la política e irse a su casa. “Claro, tengo dos hijos”, respondió, antes de quebrarse, lo que dio paso a una pausa en el programa. También aseguró que este podría ser su segundo mandato, que de hecho es lo que previó cuando ganó las municipales en el 2015. 

El paso tomado por Barcelona en Comú se ha convertido en una causa de infelicidad para Colau, que contrasta con la tranquilidad y la convicción con las que algunos de sus lugartenientes, y un gran número de personajes públicos próximos a los ‘comuns’, apostaron tras las municipales por aceptar los votos de Valls y pactar con el PSC para mantener la alcaldía cuatro años más.

Los insultos

"Hice lo que tenía que hacer, y mi partido, también", declaró Colau en el programa de Jordi Basté, que le expuso todos los peros posibles a su decisión. Primero le puso un vídeo de la entrevista que concedió durante la campaña a Nació Digital, en la que descarta aceptar la llamada operación Valls. “No mentí”, apostilló Colau a las imágenes.

Después, Basté le mencionó una pieza de EL PERIÓDICO en la que ella, en el 2015, criticaba que Xavier Trias intentara lograr reeditar la alcaldía con el apoyo de grupos como el PP y Ciutadans. Capeó como pudo esa noticia. Pero cuando Basté le preguntó si había pensado en dejarlo la emoción le pudo. Y no solo por la referencia a sus hijos.   "Claro que me lo he planteado (dejar la política). Somos humanos y he pasado momentos duros. Me han llamado traidora, botiflera, puta, de todo, en la plaza de Sant Jaume".

Sobre los insultos, que ya denunció la concejala Laura Pérez, Colau afirmó: "Me gustaría que todos lo condenaran. Sé que no representa al conjunto del independentismo pero en la plaza se vivió una situación de degradación que no se debería tolerar. Hemos tenido que escuchar cosas muy duras".

Reproches a Maragall

La alcaldesa dirigió contra Ernest Maragall las balas que los ‘comuns’ le disparan desde la noche de las elecciones, con las que justifican haberle arrebatado la alcaldía y optado por una alianza con el PSC y no con ERC. Colau recordó que ella felicitó al republicano por haber ganado las elecciones y reiteró, como hace desde el lunes 27 de mayo, que el discurso de Maragall, orientado al independentismo, fue decisivo para que al final se quedara sin la alcaldía.