BALANCE DEL SECTOR

Los hoteles de Barcelona recuperan ocupación y precios pero alertan de la inseguridad

zentauroepp16008702 hotel miramar barcelona190613114740

zentauroepp16008702 hotel miramar barcelona190613114740 / periodico

Patricia Castán

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Después de dos décadas al frente de la patronal hotelera de Barcelona, el último y optimista balance de la actividad que ofrecía Jordi Clos antes de dejar la presidencia del Gremi d'Hotels le ha servido hoy jueves para dirigirse al inminente nuevo equipo de gobierno local. Reivindicando medidas urgentes ante el aumento de delincuencia del último año, más control del incivismo, una revisión del plan especial urbanístico de alojamiento (PEUAT) y el freno al aumento de la tasa turística que en campaña prometieron algunos alcaldables.

El presidente saliente (el 2 de julio será relevado, con toda probabilidad por Jordi Mestres) no suele tener pelos en la lengua al defender al sector o señalar las amenazas que detecta. Pero ayer, en su último acto ante la prensa, se mostró moderado y sobretodo satisfecho porque el turismo vuelve a remontar el vuelo tras el convulso verano y otoño del 2017, que dejó tras de sí una caída de la ocupación y de los ingresos durante meses.

Buen mayo y problemas en el lujo

Datos en mano, Clos destaca que entre enero y mayo la ocupación hotelera en la capital catalana fue del 79,5%, un 3,8% más alta que en el mismo periodo del año pasado, mientras que el precio medio subía a 129,9 euros de media por habitación, y la facturación crecía por tanto un 6,2%. El mejor mes, como es habitual, fue mayo, donde se alcanzó el 88,5%, y los 133,7 euros de media.

La recuperación, no obstante, no ha sido igual para todos. El turismo más popular es el que ha crecido, mientras que el de lujo sigue resistiéndose a volver con fuerza a Barcelona. Sus prescriptores son especialmente sensibles a la inestabilidad política o cualquier atisbo de conflicto, y también a la inseguridad. Tanto a nivel vacacional como en la celebración de eventos. En este sentido, Clos recordó cómo las redes sociales amplifican los problemas y las olas de robos -sobre todo de relojes de lujo- han hecho "daño" a este segmento. La ocupación en los cinco estrellas estos cinco últimos meses ha sido 67%, con un ligero incremento respecto al 2018, pero muy por detrás de los primeros meses del 2017 (previos al atentado y al 1-O), cuando se alcanzó el 74%.

El verano  se presenta de cara, opina, ya que se prevé un 85% de ocupación, que podría crecer según las reservas de última hora.

No obstante, el empresario cree que la ciudad no puede confiarse porque afronta retos tan graves como la inseguridad o el incivismo, que le han llevado a exigir más esfuerzos a Govern y ayuntamiento. "Pedimos al próximo alcalde que sea el alcalde de todos y redoble esfuerzos para mantener la marca Barcelona, que se construyó con mucho trabajo", ha insistido, reclamando "capacidad de llegar a consensos en grandes temas de ciudad" y que la promoción turística se desvincule del debate soberanista, ya que sostiene que no beneficiaría a la imagen ni la economía local.

Ante las propuestas electorales de algunos candidatos de doblar la tasa turística que pagan los viajeros, Clos ha rechazado un incremento brusco que afectaría especialmente a "la competitividad de la ciudad a la hora de captar el turismo de negocios y congresos". Mantiene que al caer en el 2018 el número de congresos (no de asistentes), este es un ámbito que hay que cuidar, y que engordar la tasa en los hoteles de más categoría sería contraproducente.

Aunque los hoteleros tienen claro que no se puede volver a un escenario de aperturas como el previo al PEUAT, son partidarios de "reexaminar" el plan para dar cabida a planteamientos más realistas y al crecimiento en determinadas circunstancias. Y han recordado cómo las nuevas inversiones hoteleras se han desviado ya a L'Hospitalet. 

TEMAS