PACTOS POSTELECTORALES

La CUP carga contra Colau por plantearse "un pacto con el diablo"

"BComú ha pasado de llamar a cerrar el CIE a flirtear con el racista de Valls", espeta Saliente

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Júlia Regué

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La CUP ha reconocido este miércoles que los resultados del 26-M no les dejan otra opción que conformarse con ejercer una "oposición popular" en las calles, alejada del hemiciclo del consistorio barcelonés. Tras unos días de reflexión, las primeras espadas municipales han comparecido en rueda de prensa para trasladar su diagnóstico sobre el batacazo electoral, unas cifras que han achacado a la "invisibilización" por no haber concurrido a las generales del 28-A, a no haber encontrado en encaje en el "ciclo post1-O", al pulso entre Ernest Maragall y Ada Colau hasta el último minuto que "ha favorecido el voto útil en detrimento de la CUP" y a la "irrupción" de la candidatura de Jordi Graupera

Los anticapitalistas están inmersos en un proceso de debate que revisará su táctica y aprobarán una nueva hoja de ruta en una asamblea general extraordinaria el 14 de julio. "No queremos ni podemos desoír nuestra responsabilidad colectiva. Tenemos que hacer autocrítica en muchos aspectos, sin prisa", ha razonado la antigua edil, Eulàlia Reguant.

El espacio para el análisis, y la crítica, sobre el transcurso de los pactos postelectorales ha ido a cargo de Anna Saliente. "No habrá ninguna fuerza nítidamente independentista y tampoco anticapitalista. Es una mala noticia para los intereses de las clases populares y una de buena para los lobbys económicos de la ciudad", ha entonado, y ha atado un discurso cargado de dardos a BComú y al PSC porque, a su juicio, la fotografía que queda del hemiciclo municipal es "hacia la derecha y neoliberal".

"BComú ha pasado de llamar a cerrar el CIE a flirtear con acuerdos con el racista de Manuel Valls", ha espetado, y como ya hicieron Maragall y Elsa Artadi, ha tachado de "operación de Estado" el hecho de Colau pueda aceptar los votos del exprimer ministro francés para reeditar su mandato la frente del Ayuntamiento. "Ahora son la opción preferida de las élites y eso sería un pacto con el diablo porque Valls representa lo peor de la política por las políticas racistas de Francia", ha apostillado. Además, ha asegurado que "no hay apoyos gratuitos en la política institucional".

En cuanto a los socialistas, les ha ensalzado su "capacidad de penetrar en el ADN de los otros partidos" porque se han vuelto un socio preferente en los pactos postelectorales. "Pudiendo ser un actor que hubiese quedado aislado, lo han vuelto a situar dentro del marco del debate político", ha sostenido, en alusión a la apertura de miras que mostró este martes Maragall pese al conocido veto entre ERC y el PSC. "No tendría sentido que ERC asuma esta fuerza del PSC", ha zanjado Saliente.