CHEQUEO POSTELECTORAL

¿Qué ha pasado para que los barrios del Besòs se pasen del morado al rojo?

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Helena López

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Dani Ruiz tiene 19 años, las ideas claras y el orgullo de la Trini por las nubes. Implicado en el tejido asociativo del barrio desde que tiene uso de razón, que es desde bien pequeño, es uno de los ideólogos de <strong style="font-family: PTSerif-Bold; color: rgb(0, 0, 0); font-size: 16px;">Maletas Viejas,</strong> asociación de jóvenes de Trinitat Vella, uno de los barrios con la renta familiar más baja de Barcelona y del eje Besòs que Colau marcó en su agenda como prioridad absoluta nada más llegar al poder en el 2015 y cuyos vecinos le han dado la espalda. A diferencia de lo sucedido hace cuatro años, los 'comuns' no han ganado en ninguno de los barrios de la orilla del río, que se han teñido del primero al último del rojo de Collboni. Si finalmente hay un cambio de alcalde, hasta el día 15, quién sabe, Ruiz le pide que siga trayendo la Mercè al barrio. "No podemos ni queremos perder una programación como la que ha habido los últimos años en el <strong>parque de la Trinitat</strong>. La apuesta por descentralizar La Mercè no solo ayudó a dinamizar el parque, dio a conocer el barrio al resto de la ciudad", explica el joven militante de la Trini, quien no puede hablar de su barrio con más pasión, enclave que define como un lugar en el que "los que pueden irse, se van, y los que necesitan llegar, llegan". No es su caso. Él no solo no se va, sino que lucha cada día por él. "Aquí siempre ha sido así -apunta-, no nos ha quedado otra". 

Sobre los motivos por los que sus vecinos no han renovado su confianza en los 'comunes' -él en el 2015 aún no tenía derecho a voto- el joven hace varias lecturas. "Pese a lo mucho que este ayuntamiento ha puesto el foco en el barrio, la gente no se queda con eso, la gente se queda con la limpieza. El barrio está sucio, eso es una realidad. Y si entras en cualquier página de Facebook de esas de 'No eres de la Trini si no...', están permanentemente colgando fotos y vídeos de contenedores de basura a rebosar", señala Ruiz, quien también destaca que la gente no ha quedado satisfecha con la reforma de la plaza "poco funcional", una de las obras ejecutadas dentro del plan de barrios. "Después está el eje nacional. Mucha gente no vota pensando en la ciudad, sino en España. Muchos no es que hayan votado a Collboni, han votado a Sánchez", apunta.

Además de La Mercè descentralizada, el joven valora muy positivamente las sinergias que el plan de barrios les ha ayudado a tejer con los jóvenes del vecino Baró de Viver -"ha supuesto un punto de inflexión"- y la construcción de la pista de 'skate'. "Pero... ¿y los jóvenes que no hacen 'skate'? -se pregunta-; muchos han sentido que no se pensaba en ellos".

Proyectos en el aire

Los vecinos de La Verneda i La Pau, gestores del ‘casal’ del barrio, organizaron hace unos días, en el corazón de la campaña electoral, un debate con miembros de los distintos partidos. Querían conocer sus planes para el territorio y tener, antes de depositar el voto en la urna, compromisos firmes. "Está todo grabado", cuenta Gloria Maestre, portavoz de la asociación de vecinos de la Verneda Alta, quien no oculta su temor a que todo lo que quedó a medias con el plan de barrios, que es mucho, se quede colgado. "Todos respondieron que no, que terminarían todo lo iniciado, pero estaremos pendientes", señala la portavoz vecinal. Maestre tiene claro que esa larga lista de asuntos que en principio debería haber resuelto el plan de barrios y a los que no se ha llegado a tiempo ha tenido que ver con el mal resultado electoral obtenido por los morados en estos barrios.

"En temas de cultura y educación estamos satisfechos. Hicimos una lista de las necesidades de los colegios y eso se ha cumplido. También con el ‘casal’ para personas mayores, que sí, se está haciendo. Pero hasta ahí. La gente tenía muchas esperanzas en la mejora de los entornos del Camp Arriassa, por ejemplo. Se hicieron las marchas exploratorias para detectar los puntos negros y definir las mejora. Las mujeres participamos, había ilusión, ganas, la gente se lo creyó; pero las obras no se han hecho y eso crea decepción", expone.

"Es imprescindible que este mandato, gobierne quien gobierne, se termine con todo lo empezado. No se puede quedar así. ¿Qué ha pasado con las pistas deportivas?", prosigue. Y las reivindicaciones de los vecinos de la Verneda no terminan ahí. "Necesitamos más médicos, más pediatras. El CAP de la Pau ha quedado pequeño", señala la mujer, quien apunta como otro de los problemas graves el aislamiento que sufre el barrio desde el 2009, cuando tiraron el puente de la Riera d'Horta. 

"Nos seguimos sintiendo ninguneados"

Al sur de la Verneda i la Pau, bajando por el eje del río, los barrios del Besòs i El Maresme. Ramon Tur, miembro de la asociación de vecinos, ve el barrio "mal". "Tras las macrooperaciones contra el narcotráfico en el Raval hemos notado un aumento en la venta de droga. Se ha producido un desplazamiento claro hacia aquí", explica Tur, muy crítico con la ejecución del plan de barrios. "Han hecho cosas que quizá no eran prioritarias, para nosotros, y han faltado otras que sí lo eran, como abrir la calle de Veneçuela, por ejemplo", considera.

"Pese a que se han hecho algunas cosas bien, como la reforma de los institutos, que era necesaria, nos seguimos sintiendo ninguneados", prosigue el hombre, quien pone un ejemplo: el mercado. "En el resto de Barcelona, cuando se reforma un mercado se instala una carpa, se mueven las paradas y se hace un trabajo integral, con cara y ojos. Aquí, no. Aquí lo que han hecho ha sido parchearlo", cuenta Tur, quien recuerda que siguen esperando una escuela de adultos, una guardería y una biblioteca. José Manuel López del Campo, vecino de Tur, coincide en el diagnóstico. "El espacio urbano está totalmente descuidado. Nos sentimos olvidados", remata.

Otro de los (muchos) frentes abiertos en estos barrios, en los que están juntos las asociaciones vecinales de La Palmera Centre, La Pau, Sant Martí de Provençals, La Trajana y Verneda es la mejora urgente del puente de la calle de Santander, que conecta la Via Trajana Bon Pastor. Llevan semanas recogiendo firmas por tierra, mar y aire para pedir al gobierno municipal -sea el que finalmente sea- que sustituya la precaria pasarela metálica actual, no adaptada, por un puente "realmente accesible y seguro que puedan compartir personas, vehículos y bicicletas".

...y la "gente común" de Nou Barris volvió al PSC

Que los barrios que llevaron a Colau a la alcaldía de Barcelona, los de "la gente común", hayan sido los que le hayan arrebatado la la vara de alcaldesa, o como mínimo se lo hayan puesto muy difícil -hasta el próximo 15 hay partido- ha hecho daño en las filas de los comuns, que pusieron estos barrios en el centro de su discurso y de sus políticas. La derrota de Colau no solo es una evidencia en el eje del Besòs, también lo es, lo que también escuece, en Nou Barris, donde los socialistas han recuperado el terreno perdido. En Ciutat Meridiana, bautizada por sus propios vecinos como Villa Desahucio durante el duro mandato de Trias, los comuns han perdido la mitad de los votos obtenidos en el 2015. De 1.066 a 555. ¿Qué ha pasado en estos cuatro años?

"El funcionamiento del sistema sobrepasa las promesas de cualquier político. El problema de los desahucios no tiene salida. Cuando surgió la oportunidad de comprar los pisos, en la época de Trias, no se hizo, y la actuación de BComú ha sido totalmente insuficiente", aseguraba días antes de las elecciones Fili Bravo, presidente de la asociación de vecinos de Ciutat Meridiana, barrio condenado a la última posición en el ranking de renta familiar disponible de la ciudad. "Hemos llegado a un punto en que por la mañana hay un desahucio y al rato ya hay una familia que se ha enterado de que hay un piso libre y entra", proseguía el veterano líder vecinal, a cuyos ojos "Colau no ha sabido cuidar a la gente que la aupó al poder". Los resultados electorales del pasado domingo confirman que su lectura sobre el sentir del barrio se basaba en horas y horas de hablar (y luchar) junto a sus vecinos.

El papel del 'procès'

A nadie se le escapa tampoco, ni desde los barrios ni desde los despachos, donde estos días los teléfonos sacan humo, que otro de los asuntos que ha sido determinante en el cambio de tendencia ha sido el procès. Votar con la mirada puesta en la cuestión nacional, no en el barrio. "Tropezar con el procès paralizó también todos los asuntos que dependen de la Generalitat, lo que ha dificultado llevar a cabo muchas políticas previstas necesarias", reflexionaba la líder vecinal de Verdum Aurora Àlvarez días antes de los comicios.

Pep Ortiz, presidente de la asociación de vecinos de Can Peguera, donde, como en el resto del distrito los comuns han sido desbancados, el resultado del domingo tampoco le pilló por sorpresa: "había decepción".