Los piratas de la publicidad

La propaganda de 1984..., pero en el 2019

La irrupción del 'hackvertising' en la campaña electoral invita a conocer a todo un faro de este oficio, N.W.O. Corp System

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Carles Cols

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Fue este mismo mes de mayo cuando uno de los viñetistas más finos de ‘The New Yorker’, Joe Dator, dio en el clavo. En su chiste de aquel día, una empleada de una biblioteca pide ayuda a un compañero para trasladar libros de las estanterías de ficción a las de no ficción. La gracia está en los títulos de las obras. ‘El cuento de la criada’, ‘Farenheit 451’, ‘La naranja mecánica’, ‘Un mundo feliz’, ‘El proceso’… y, por supuesto, ‘1984’. A su manera, estas son las fuentes de inspiración de Manuel Hinojosa, el artista detrás de una ficticia empresa de publicidad, N.W.O. Corp System, cuya máxima bebe directamente del la distopía hecha realidad que imaginó George Orwell: “Déjanos pensar por ti”. Reconoce, en una charla con una par de cervezas de por medio que nada sabe de la existencia del colectivo AutoEnGanYS, los piratas que esta semana han ‘tuneado’ la campaña electoral de los alcaldables de Barcelona. Como Stanley y Livingstone, ya van tardando en conocerse.

Hinojosa no trabaja sobre el asfalto. No abre marquesinas. Hace algo más singular. Ha editado lo que bien podría ser la cartelería propagandística del continente descrito por Orwell, pero 35 años después de 1984, o sea, hoy, y abre la puerta a que la gente descargue sus obras gratuitamente, las imprima y, si así lo desean, las cuelgue en la calle. Lo dicho, Livingstone y Stanley tienen que concertar una cita.

Del 15-M se dice a veces con displicencia que nada queda. Falso. N.W.O. Corp es un jugoso fruto de aquellas protestas. Maravillado por el ‘doblepensamiento’ que el Gran Hermano empleaba para gobernar su continente, Hinojosa ha hecho la prueba, a ver si funciona. Algunos resultados son soprendentes. “A veces escucho lo que un político o un banquero dicen y lo llevo tal cual al cartel, pero ilustrado”, explica. Así lo hizo cuando Albert Rivera, con un par, dijo que en las dictaduras no hay libertad, pero si cierta paz y orden. Lo oye Winston Smith y le da un patatús. En otra ocasión, está es célebre, desde el sector bancario se aseguró que “los desahucios son una leyenda urbana”. Es otro cartel. Cualquier día le reclaman derechos de autor. Orwell tenía claro en 1948 cual sería el futuro. Qué tipo. “Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega…”.

Semanas antes de las pasadas elecciones generales, Hinojosa tuvo una feliz idea. Diseñó varios carteles mudos, sin leyenda, prácticamente iguales, pero que por su color y otros pequeños detalles referenciaban claramente a los principales partidos en liza. Abrió el buzón de sugerencias a sus seguidores, que son muchos, y exhibieron una imaginación desbordante. Aquella serie fue un éxito, pero, para su sopresa, su trabajo con más tirón fue un cartel del que suma ya medio millón de descargas, sobre todo en Suramérica. “Necesitamos más obreros, di sí a la vida”, y en la imagen, unas piernas femeninas abiertas paren bebés con casco. Hinojosa no tiene claro si todo el mundo entiende el guiño. A veces hay quien se toma en serio el cartel y se ofende. A veces hay quien solo pilla medio mensaje y lo da por bueno. Cosas del ‘doblepensar’.