PLAN DE VARIAS ADMINISTRACIONES

Barcelona colocará jardineras y chiringuitos para disuadir a los manteros

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Elisenda Colell

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'Acord Integral Interadministratiu per l’Abordatge de la Venda Ambulant no Autoritzada'. Este es el título de un documento que, aunque aún no ha sido firmado oficialmente, ha logrado acabar con los reproches sobre la polémica y espinosa cuestión del 'top manta, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO. Tres páginas de actuaciones concretas donde el ayuntamiento se compromete al uso del mobiliario urbano, apoyo social y liderazgo policial, mientras que Estado y Generalitat arriman el hombro para desencallar los temas que son de su competencia.

“Vamos a instalar jardineras y ampliar el espacio de los chiringuitos en la zona del paseo de Colom para disuadir que los manteros se instalen allí”, explica Álvaro Porro, el comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Consumo. Es la persona que ha pilotado esta mesa de negociación donde se han sentado desde el responsable de Migracions de la Generalitat hasta los jefes de Interior y de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, además de la Guardia Civil, la Policia Nacional, el puerto, Renfe y TMB. La medida de usar el mobiliario urbano se inscribe en el apartado de ‘actuaciones no policiales’. Se han dado cuenta, por la alerta terrorista, que esta medida ha hecho desaparecer a los manteros de zonas como por ejemplo el Portal de l'Àngel

'Top manta', competencia de la Guardia Urbana

La otra respuesta, la policial, también se ha cerrado con acuerdo de todas las policías competentes. La idea es imitar el caso ‘plaza Catalunya’ y extenderlo a toda la ciudad. La Guàrdia Urbana se compromete a liderar los operativos contra el 'top manta'. “Multando a manteros no conseguiremos nada porque la mayoría de las sanciones no se acaban cobrando y aún tienen más problemas para regularizar su situación y conseguir un empleo, donde hacemos daño es requisando material”, explica Porro. En el último año se han incautado de más de 30.000 objetos falsificados.

El ayuntamiento asume que la gestión policial es suya, hasta cierto punto. La Guàrdia Urbana va a desarrollar los operativos pero con el apoyo de los Mossos si se considera que se puede alterar el orden público. “No se trata de que cuando haya peleas contra los manteros, les llamemos y tengan que venir, si no de que si creemos que va a haber problemas de orden público ya podamos contar con los efectivos de los Mossos antes de desempeñarlo”, detalla el ayuntamiento. Un acuerdo que, según fuentes consultadas, la policía catalana acepta porque “recoge sus reivindicaciones”.

Otro tema está en los espacios ferroviarios, estaciones de Renfe o metro, pertenecientes a TMB. Allí, quien deberá evitar que se instalen manteros son los vigilantes de seguridad. Estos guardias también se han comprometido a evitar el traslado de mercancía fuera de Barcelona. Es decir, los manteros que usan el tren para ir a vender a otros pueblos.

La policía portuaria también se ha tenido que anotar deberes. Serán ellos los responsables del 'top manta' en sus zonas de actuación. ¿Tendrán que encargarse del paseo de Joan de Borbó, al lado del Port Vell? Esta respuesta aún está sin contestar, porque el ayuntamiento y la Autoritat Portuària todavía tienen que llegar a un acuerdo sobre dónde está la frontera, el límite de hasta dónde llegan entre las competencias de uno y las del otro. Según el ayuntamiento, han logrado otro compromiso.“Nos encontramos con que el puerto había recortado las horas extra de su policía, ahora han dicho que ya no van a restringirlas”, asegura Porro.

Plan de choque en naves y las aduanas

Los de Colau sostienen que actuar en el espacio público no es suficiente. En este documento de trabajo, Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil se comprometen a elaborar un “plan de choque” para “intervenir en la mercancía y las redes de importación y venta, tanto en naves como aduanas”, según sostiene el texto. Y todo ello, contando con la intervención del fiscal especial de delitos económicos.

Problema estructural

Sí que admiten que desde que el convergente Xavier Trias dejó la alcaldía hasta hoy, el número de manteros ha aumentado. Entonces eran 400. “En algunos momentos ha habido 800 personas, pero los habituales son 500”, sostiene el comisionado. Y lo explica por un aumento del 40% de inmigrantes sin papeles en tan solo un año en Catalunya, según datos que la secretaría de Migracions habría aportado en estos encuentros. “Parte de ellos solo encuentran en la manta la forma de ganarse la vida, porque la ley de extranjería les dificulta la posibilidad trabajar”.

De la manta a la lonja

A parte de la respuesta policial, el documento plantea proyectos para ayudar los manteros a encontrar una alternativa laboral. Por un lado, los paradistas de los mercados municipales, la misma Mercabarna y la Cofradía de Pescadores de Barcelona constatan que les faltan manos. “Son horarios muy esclavos y nadie quiere hacer estos empleos”, sostiene el también vocal del Institut Municipal de Mercats de Barcelona. Y se enciende la bombilla. “Vamos a ayudar a que los manteros puedan desempeñar estos empleos para regularizar su situación con un contrato de trabajo”, propone Porro.

Para lograrlo, Barcelona Activa quiere crear los denominados Grupos a Medida, con una treintena de personas. Allí se formarán y se les derivará hacia empleos donde son necesraios. Primero, se va a probar con grupos de manteros que sí tienen papeles, pero que no logran encontrar trabajo.

La intención es también ampliarlo a los simpapeles. Pero el problema, siempre es el mismo: “Las empresas no pueden esperar a que los permisos del Gobierno tarden tanto”. En este acuerdo, la Oficina de Extranjería se ha comprometido a “agilizar” los trámites cuando los expedientes tengan el sello del Ayuntamiento de Barcelona. Esta sería una vía para lograr sacar decenas de personas del 'top manta' y darles la oportunidad de empezar de cero.

Hay otros proyectos que funcionan, y que el ayuntamiento se compromete a ampliar. Por ejemplo, los planes de ocupación municipal, que el año pasado supusieron la contratación de 100 manteros durante un año para que obtuviesen permiso de trabajo. “El 72% ya han encontrado otro  trabajo  y no han vuelto a la manta”, sostiene Porro. El otro, la cooperativa DiomCoop, de ropa y servicios a terceros, que ha aumentado beneficios y que ahora espera a poder seguir creciendo y dando empleo sin depender de subvenciones.

Además en el acuerdo consta la “posibilidad” de modificar la ley de extranjería para lograr que los permisos de trabajo se concedan con empleos de 3 meses en vez de un año. “Nos gustaría decir que hemos acordado cambiar la ley de extranjería, pero esto ya no depende de nosotros”, subraya Porro.