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El turismo de congresos crece en Barcelona este 2019 aliado con los viajes de placer

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Patricia Castán

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Si el 2017 fue de récord de asistentes y el 2018 de impacto económico, el filón de los congresos cabalga este año de nuevo hacia arriba alentado por una cita inminente textil, el ITMA 2019, casi del calado -en afluencia de público- del congreso de telefonía móvil. Se suma a una agenda de vértigo de reuniones médicas que han mantenido a Barcelona en el 'top 5' de este segmento turístico durante casi dos décadas. Pero la tendencia más novedosa es que los congresistas, amén de su rentable desembarco por motivos profesionales, viajan cada vez más con acompañante -67,1% el año pasado- lo que alarga su estancia y agrega otros ámbitos de consumo.

Tras los datos presentados recientemente en la asamblea del Barcelona Convention Bureau (BCB)-el programa de Turismo de Barcelona que trabaja en la captación y candidatura de la capital catalana en reuniones profesionales y congresos-, el listado de la asociación internacional ICCA 2018 confirmó este lunes que la ciudad sigue en los principales podios. Pero, ¿cuál es su proyección para los próximos años? ¿se deja sentir la influencia de la inestabilidad política a finales del 2017 y primera mitad del 2018 que frenó claramente el ámbito de los eventos de incentivos o convenciones de pequeño formato en la ciudad? Los grandes congresos se contratan con mucha antelación y cabría pensar que Barcelona aún podía estar viviendo de la inercia previa. Christoph Tessmar, director del BCB, descarta ese efecto y considera la situación normalizada, con importantes citas ya ligadas incluso hasta el 2025.

Para empezar, el 2019 se contempla como un "gran año" en este ámbito dentro del turismo de negocios, que no solo depende de ganar candidaturas sino de la frecuencia -no anual- de muchas citas, lo que hace que haya algún vaivén de un ejercicio a otro. Así, un 2017 de récords generó más congresos y delegados en Barcelona que el 2018 (no fue la única gran urbe donde sucedió) , aunque este último continuó a la cabeza en asistentes y, sobre todo, logró un mayor volumen de negocio (1.901 millones de euros, igualando datos del 2001) al aumentar las estancias y con ellas las pernoctaciones un 7,4%. 

El año en curso sopla a favor, cercano al ya mítico 2017, con al menos tres docenas de congresos importantes y el absoluto protagonismo del sector médico, junto con el de nuevas tecnologías. Áreas que insuflan la mayoría de encuentros profesionales del planeta, en tanto que en el primer caso incluyen sociedades regionales, nacionales, internacionales... de todos y cada una de las especialidades de la medicina. Tessmar destaca que aparte del impacto económico de este ámbito, se trata de un sector estratégico porque además de celebrar sus grandes citas en la ciudad, convierten a esta en el escenario de presentaciones de informes, estudios o tratamientos que ponen a la capital catalana en el epicentro de los avances científicos. El 2019 ha traído ya convocatorias como el congreso europeo de urología, y por delante quedan macroencuentros como los europeos de diabetes, de enfermedades cardiovasculares o de gastroenterología. No obstante, ninguno será tan relevante para la capital catalana como el de la Sociedad Europea de Medicina Oncológica (ESMO), que llevara a entre 28.000 y 30.000 participantes a la Fira Gran Via.

De cara al 2020, ya se puede avanzar que las citas médicas confirmadas suman al menos 55.000 delegados, y que despuntan otras reuniones de altura, como la Aviation Week, que traerá a más de 10.000 asistentes.

Disección del viajero tipo

El aumento en ingresos está íntimamente ligado a la evolución de este tipo de viajero, que Turismo de Barcelona disecciona año tras año con encuestas a asistentes y directivos. Es llamativo que el año pasado se alojasen durante unos cinco días, casi dos más de la duración del congreso y que casi el 73% conociesen previamente la ciudad. De hecho más de una tercera parte habían estado más de seis veces. Y destaca que el hecho de venir a Barcelona haya incidido en casi el 70% de los asistentes a la hora de participar. La ciudad, enfatiza Tessmar, resulta atractiva más allá del evento, en cuanto a infraestructuras, distancias a los espacios congresuales y conectividad aérea, además de sus atractivos como metrópolis. 

Ese desembarco que solamente en grandes citas se fija en al menos 367.000 delegados este año (no incluye congresos de pequeño formato en hoteles, o el resto de viajes MICE -de incentivos y corporativos-), nutre sobre todo a los hoteles, que eligen un 89% de los participantes. En su enorme mayoría (71,1%), de cuatro estrellas. Pero lo singular es que por segundo año consecutivo dos tercios de asistentes acudan acompañados, la mayoría por una persona, pero a veces por más. Es entonces cuando alargan su estancia y generan más impacto en comercio, gastronomía y servicios, por ejemplo. Como despedida, valoran la urbe con un 4,51 sobre 5.

Los congresistas del resto de España, los más numerosos

Desmintiendo malas lenguas, los datos muestran que por nacionalidades el cliente número uno cuando se suman congresos y encuentros corporativos (651.000 delegados en el 2018) es el español, seguido por estadounidenses, británicos, franceses y alemanes. ¿Cómo se atrae a estos turistas que dejan un gasto extrahotelero medio de 182 euros al día? Al margen de las solicitudes de los organizadores, el CBC presenta anualmente decenas de candidaturas, donde tan importante resulta el apoyo del colectivo profesional local, como las tecnologías, el espacio donde se celebrará o las conexiones aéreas. Además de la capital catalana, destacan en este campo Sitges, Sant Cugat y Bellaterra.

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