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Núria Marín, a un paso de la mayoría absoluta en L'Hospitalet

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Carles Cols

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Núria Marín va camino de ganar sus terceras elecciones consecutivas en L’Hospitalet después de que Celestino Corbacho, actualmente en la órbita política de Ciudadanos, le cediera la vara de mando de la ciudad en abril del 2008. Como en las dos anteriores citas electorales en las que encabezaba la lista del PSC, Marín se quedará a un par de pasos de la mayoría absoluta, pero la encuesta de GESOP para EL PERIÓDICO prevé un notable aumento del respaldo en las urnas para Marín con respecto a las elecciones municipales del 2015. Entonces obtuvo un 33% de los votos emitidos. El 26-M puede rondar el 40%. No habrá cambio en la alcaldía, pero si en la jefatura de la oposición, pues Ciudadanos pierde aire y puede verse superado por Esquerra, que como mínimo duplicará el número de concejales, de dos a cuatro, o incluso cinco.

El cambio de ciclo político en España parece que pondrá fin a un mandato de horizonte incierto en L’Hospitalet, no solo por el clima general de la política, sino porque en la segunda ciudad de Catalunya reapareció en escena como voz crítica Corbacho. Finalmente, el exalcalde no se sumó a la candidatura de Ciudadanos, sino que pasó a ser el número dos de Manuel Valls por Barcelona, pero sobre el tablero quedó la incógnita sobre el daño causado en el buque socialista. Ninguno. Al revés, el partido naranja pierde un punto en intención de voto en comparación con las municipales del 2015. Algo tendrá que ver que su cabeza de lista, otro exsocialista, Miguel García, sea el único de los candidatos al que suspenden los encuestados. Obtiene un 4,2, muy lejos de la mejor valorada, Marín, que saca un 6,4 en ese examen.

Órbita independentista

La cuestión es que de pretender amenazar el reinado del PSC en la segunda ciudad de Catalunya (ininterrumpido desde 1979), Ciudadanos puede verse el próximo 26-M solo con la medalla de bronce. Sube ERC. No solo comparte una fidelidad de voto altísima, casi del 70%, medio punto por encima de la del PSC, sino que se sitúa como el partido alrededor del cual gravita el independentismo local. Esta era una opción política antaño residual en L’Hospitalet. Ya no. Las razones pueden ser varias. La transustanciación de la antigua Convergència es, sin duda, una causa. A los herederos de aquella marca, Junts per L’Hospitalet, la encuesta les anuncia una leve mejora. Tienen un concejal y podrían pasar a tener dos. Pero otra razón puede que sea que demográficamente las ciudades cambian y L’Hospitalet ha sido receptor de vecinos gentrificados de Barcelona, por ejemplo, que han llegado al municipio con sus muebles y sus votos.

Esquerra no parece, según la encuesta, que beba exclusivamente del ‘puigdemonismo’, pero si que se beneficia de la caída electoral de la CUP, que podría quedar fuera del consistorio como resultado en parte de una profunda división interna.

Mandato de la Gran Via

Un capítulo aparte merece el aliado natural de Marín a lo largo de estos últimos años. Las elecciones del 2015 fueron, como se recuerda, un laberinto de siglas que a más de uno desorientó. En L’Hospitalet, Iniciativa y los comunes no sellaron una alianza como en Barcelona. Los primeros obtuvieron tres concejales y los segundos, dos. Pasados cuatro años, Iniciativa no presenta candidatura en L’Hospitalet. En esa franja del espectro político solo estará en la mesa de las papeletas L’Hospitalet En Comú Podem, una lista a la que la encuesta concede entre tres y cuatro concejales, menos de lo que sumaban por separado las candidaturas del 2015, pero suficiente, si así lo consideran oportuno, para brindar a Marín la mayoría absoluta en un mandato en el que, con Pedro Sánchez en la Moncloa, se supone que recibirá el impulso final el gran proyecto urbanístico de la ciudad, la cobertura de las vías y la consecuente prolongación del la Gran Via como eje económico hasta Bellvitge.

Otro motivo de inquietud durante los últimos meses del mandato que ya finaliza ha sido la hipotética permeabilidad de L’Hospitalet al discurso de Vox o, en menor medida, a la derechización del PP. Aunque es cierto que en las pasadas elecciones Vox obtuvo más votos incluso que JuntsxCat (5.125 contra 4.495), su peso en el conjunto de la ciudad es testimonial. La formación ultraespañola no obtendrá representación, según la encuesta, y el PP podrá conseguir un único edil, en función de si es capaz de superar la barrera del 5% de los votos.

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