Valls propone relanzar Montjuïc con un consorcio público-privado y derribar Can Vies

El alcaldable de Barcelona pel Canvi–Ciutadans, Manuel Valls, presentó este lunes su programa ‘barrio a barrio’, un dosier con más de 300 "trajes a medida", en palabras el candidato, para los 73 rincones de la capital catalana.

Una de sus medidas estrella es la remodelación de Montjuïc con el objetivo de relanzar la zona como un espacio de salud al aire libre. Valls urge una mejora de las vías de acceso al tránsito de a pie y en bicicleta, con un carril segregado para los vehículos, además de un cuidado de la iluminación, seguridad y mantenimiento. También se propone renovar los equipamientos deportivos, destinar los edificios en desuso a albergar oferta cultural, declarar el terreno como "zona holística", cultivar nueva vegetación y colocar fuentes públicas de agua. Además, quiere que el castillo acoja la sede del Observatorio internacional de ciudades mediterráneas para el Cambio Climático.

¿Pero quién velará su plan? Un nuevo "instrumento jurídico específico que dote autonomía de gestión", como informó en rueda de prensa, un consorcio público-privado. "Tenemos una joya, con este proyecto podemos avanzar", reivindicó Valls.

Más planes para BCN

Otros grandes proyectos urbanísticos que plantea para la ciudad se sitúan en la Marina del Prat Vermell y la Sagrera. En el primer barrio apuesta por construir unas 28.000 nuevas viviendas y generar cerca de 10.000 puestos de trabajo y, en el segundo, hacer del barrio un "polo fundamental del transporte público" de la ciudad con el fin de la construcción de la estación del AVE. También quiere impulsar reformas que consistirán en carriles bici y más espacios verdes en la avenida del Paral·lel, la Meridiana, la Vía Laietana y Pi i Margall. 

Por otro lado, apuesta por derribar el centro social de Can Vies y "completar la rampa de acceso a los jardines". Ahora bien, deja en manos del consenso dos de los principales conflictos actuales: la ubicación del CAP Raval Nord y el futuro de las obras de la Sagrada Familia que ponen en jaque algunas de las viviendas de los vecinos. Sobre la primera cuestión, abogó por encontrar un emplazamiento "adecuado y consensuado" y ofrecer un apoyo a la restauración de la capilla de la Misericordia para ampliar la superficie de exposición del MACBA. En cuanto a la templo, reclamó que "no se mienta a la gente" porque "este proyecto tiene que acabarse con las mejores condiciones posibles". "Barcelona necesita este diálogo permanente", espetó.