DESPEDIDA EN CIUTAT VELLA

Las prostitutas del Raval piden justicia para su compañera muerta

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zentauroepp48012577 lily190504203312 / ALBERT BERTRAN

Helena López

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Se lo debían. A ella y a ellas. Y a ese Raval herido, pero rebelde, que ni se rinde ni se resigna a la injusticia. Más de un centenar de personas, en su gran mayoría vecinos del barrio, arroparon la tarde de este sábado a las prostitutas que ejercen en la calle d'En Robador en el homenaje que rindieron a la joven Lili, como todas las conocían, víctima de la trata, quien falleció en el Hospital del Mar el pasado mes de abril tras años de explotación en el corazón de Barcelona. "Salimos juntas a la calle contra la criminalización, la ineficacia de las políticas públicas, la falta de protección policial y la ausencia de derechos de las víctimas de trata. Muchas hemos sido las entidades, organizaciones y compañeras que acompañamos a Lili. Por eso sabemos que allá por el 2013, Lili ya acumulaba multas -deudas y acoso policial- por la ordenanza que pretendía salvarla de la explotación sexual. Lili sufría con el fantasma de ser expulsada y de las malas experiencias de revivir un expediente de expulsión tramitado por la policía nacional". Con esas palabras abrió el encuentro, megáfono en mano, una de las compañeras de la joven en el popular 'Ateneu del Xino'.

"Toda esta violencia institucional le costaría a Lili la desconfianza y el miedo hacia unas fuerzas policiales que, en lugar de protegerla, se dedicaron paulatinamente a perseguirla por ejercer la prostitución", prosiguió la lectura con sentimiento y rabia, que dio paso a un emotivo minuto de silencio y una pequeña marcha hasta la plaza de la Filmoteca, donde se despidió a la mujer con pétalos, globos lilas y cánticos de "Todas somos Lili".  "Sabemos que sabían que Lili era víctima de trata, lo sabían los responsables políticos, las fuerzas policiales y la fiscalía, lo sabemos porque lo dijimos durante años, cada vez que pudimos, cada vez que tuvimos la oportunidad de reclamar sus derechos y de exigir que se garantizase su protección, aunque ella decidiera no hacer denuncia", insistían sus compañeras en un acto íntimo pese a hacerse en medio de una plaza, en el que los abrazos y las lágrimas no podían transmitir más verdad. 

La concejala de Feminismos, Laura Pérez, presente en la al fin y al cabo ceremonia de despedida, se pronunciaba en el mismo sentido tras conocerse la muerte de la joven de origen moldavo, enferma, en una entrevista en Betevé, en la que también admitió tener la sensación de "haber fallado todos". "Las políticas contra la trata no pueden esperar a que sean ellas las que denuncien cargando con el peso de la prueba. Porque el marco legislativo de protección de los derechos de las víctimas de trata y de sus familias de origen es totalmente insuficiente", señala la concejala, quien asegura que hicieron hasta tres informes denunciando la situación de la mujer, que se iba degradando cada día. 

"Todas sabemos quién ha sido y no vamos a parar hasta que se haga justicia. Lili no murió. A Lili la mataron. Y Lili no es la única pero queremos que sea la última", lanzó al aire con rabia otra compañera antes de tirar un puñado de pétalos "en este lugar en que tanto sufrió" y añadir un "vuela Lili, ahora que puedes". "Que nuestra rabia y nuestra tristeza se convierta en furia para exigir sus derechos", concluyeron el acto entre lágrimas y aplausos.