Una decena de ocupas atemoriza a los vecinos de un edificio de Ciutat Vella

Alrededor de unos 12 jóvenes ocupan, desde las siete de la tarde del pasado martes, el entresuelo segunda del número 7 de la calle Lluís el Piadós, en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera (Ciutat Vella) de Barcelona. Son mayoritariamente magrebís, aunque en el grupo hay, aseguran los vecinos, dos catalanas. Los Mossos d'Esquadra, pese a que fueron inmediatamente avisados por los vecinos del inmueble, según el relato de estos últimos, aún no han actuado. En estos casos, si se consigue demostrar que los ocupas llevan en el inmueble menos de 48 horas, la policía puede desalojarles sin orden judicial. 

"No sabemos si los ocupas son menores. Si no son 'menas' [menores extranjeros no acompañados], son 'exmenas'. Los conocemos porque suelen merodear por la Estació del Nord y por el Forat de la Vergonya. El verano pasado ocuparon un piso del edificio de al lado durante tres semanas, por eso ya andábamos con ojo", explica Jordi, vecino afectado por la ocupación de Lluís el Piadós, 7. "El martes llamamos súper rápido a los mossos. 'Tranquilos, que no han pasado 48 horas', nos dijeron. Se marcharon y hasta ahora", se queja este vecino. 

Fuentes de los Mossos d'Esquadra han confirmado a EL PERIÓDICO que agentes del cuerpo acudieron al inmueble el martes a las nueve de la noche. Sin embargo, los mossos no pueden "acreditar" que fuera una "ocupación flagrante" (esto es, producida hacía poco tiempo), por lo que la denuncia interpuesta por el propietario del piso ocupado ha sido derivada al "circuito ordinario" y, así, será un juez el que decida si se desaloja y cuándo. "No sabemos cuánto tardará esto porque ya no depende de nosotros", concluyen fuentes de los Mossos.

Pelea en las escaleras

Uno de los momentos más tensos se produjo el miércoles, precisamente cuando el propietario del piso ocupado (que había sido reformado recientemente) apareció e intentó desalojar a los ocupas, quienes la noche anterior habían introducido en la casa muebles y hasta una lavadora. El enfrentamiento se recoge en las imágenes que acompañan a este reportaje.

"Hubo hostias y vino una ambulancia porque al propietario le dieron un golpe en la cara. En ningún momento apareció ninguna patrulla de los Mossos, sí de la Guardia Urbana", cuenta Jordi, que teme que la vivienda se acabe convirtiendo en un 'narcopiso'. "Ya conocemos los perfiles y sabemos lo que pasa. Nos sentimos súper desprotegidos", denuncia.

Dice lo mismo Iñaki, otro vecino del inmueble con dos niños pequeños. "Los ocupas amenazan a los vecinos. Mis hijos no pueden dormir. El pequeño ha estado toda la noche vomitando con un ataque de pánico por miedo a que entrasen en casa. Hemos llamado a los Mossos 25 veces y nada", asegura. Los ocupas, se queja, no solo no dejan dormir a los vecinos, sino que han intentado abrir las puertas del resto de pisos para ocupar. Y lo que es peor: "Han dejado un perro de presa suelto por las escaleras para que nos ataque", cuenta Iñaki. "Hoy no han permitido que entraran en el portal a mis hijos y a la canguro para comer". 

El vecindario de Lluís el Piadós, 7 está asustado."Es una putada. El pasado verano, cuando ocuparon el piso del edificio de al lado, una noche pincharon las ruedas de todos los coches que había en la calle. También robaban a los vecinos", añade Jordi. Teme que lo vivido vuelva a repetirse en su propio edificio.