BARCELONEANDO

Arts Libris ha cumplido 10 años

A falta de una política cultural digna de tal nombre en Barcelona y Catalunya, aquí solo funcionan las iniciativas privadas

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Ramón de España

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El pasado domingo concluyó la última edición de Arts Libris, la feria consagrada al libro de arte que empezó tímidamente hace 10 años y ya es una propuesta consolidada. Se celebró en Santa Mònica, ese espacio con el que nadie parece saber muy bien qué hacer. Tiempo atrás, la Generalitat lo reservaba al arte de vanguardia -la época en que lo dirigía Josep Miquel García, cuando tuvo lugar una espléndida exposición de Carlos Pazos, entre otras propuestas de no menor interés-, mientras ofrecía el Palau Robert a los artistas del régimen o susceptibles de ser utilizados por este. Me consta que ha habido un intento de Vicent Sanchis, gran aficionado a los tebeos, para convertir Santa Mònica en un recinto dedicado de alguna manera a los cómics, pero ese es un tema que no tiene el menor interés para los nacionalistas, como demuestra el poco caso que le han hecho al director de TV-3 reprobado e imputado (como le recordaron aviesamente Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas en el debate electoral de la nostra) y la desidia con que se acogió en su momento el supuesto Museo del Cómic que se iba a instalar en Badalona: solo queda confiar en la iniciativa privada, con el museo que está montando Paco Baena en Sant CugatPaco Baena.

De hecho, a falta de una política cultural digna de tal nombre en Barcelona y Catalunya, aquí solo funcionan las iniciativas privadas -véanse el Sonar y el Primavera Sound-, pues las autoridades van que chutan con 'correfocs' y rituales milenarios inventados hace un mes por alguna lumbrera de la CUP. Arts Libris es una iniciativa privada que le debemos a la galerista gallega Rocío Santa Cruz, devota de los libros en general y de los libros de arte en particular desde la adolescencia. Cuando se instaló en Barcelona, procedente de París, se ganaba la vida de feriante, como ella misma reconocía. Con su carpeta de originales y litografías, se pateaba las ferias artísticas europeas mientras montaba una galería en Barcelona, Raiña Lupa, en Consell de Cent esquina con Balmes, que chapó hace un tiempo, siendo sustituida por la actual galería que lleva su nombre, en la Gran Vía, entre Pau Claris y Llúria.

En su época de Raiña Lupa, Rocío publicó algunos libros magníficos que, lamentablemente, no compró casi nadie (entre ellos, 'Fidelidad Total', con bellas estampas del citado Carlos Pazos y textos de 'yourstruly'). Harta de perder dinero, enfocó sus energías hacia una feria consagrada al libro de artista, Arts Libris, que este mes de abril ha cumplido sus primeros diez años de vida. "No hay un público para el libro de artista", se lamenta Rocío. "La gente que gasta en arte puede ir desde una litografía hasta un lienzo, pero casi nadie se toma en serio esos libros de corta edición, de no más de cincuenta ejemplares firmados por el artista, que en otros países cuentan con cierto número de devotos. Una pena".

Un centenar de expositores

Centrada en Santa Mònica, pero con ramificaciones en la Fundació Banc Sabadell, el Macba o la Tàpies, Arts Libris ha celebrado su décimo aniversario con la presencia de un centenar de expositores nacionales y extranjeros. La señora directora, por su parte, ha contribuido a las novedades con unas series de postales de Antoni Muntadas, un homenaje a las Guerrilla Girls -el colectivo feminista norteamericano que se preguntaba irónicamente si una mujer solo puede acceder a los museos como modelo desnuda en el lienzo de un hombre- y un curioso libro de poemas del músico y místico y ocultista Sun Ra (Alabama, 1914–Birmingham, 1993), traducidos al español en una edición dirigida por la artista mexicana Mariana Castillo Deball: uno de esos productos llamados a no vender gran cosa, pero que te hacen quedar como un señor (o, en este caso, señora), dado que, en España, Sun Ra siempre ha sido un artista de culto, ¡y de un culto muy minoritario!

Concluido el Arts Libris de este año, recomiendo una visita a la galería de Rocío para ver las extrañas y sugerentes fotografías de Montserrat Soto, en las que se intuye más de lo que se ve y que obedecen a la atenta lectura del 'Infierno' de la 'Divina Comedia'.