TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Barcelona solo permitirá la apertura de electrolineras en el interior de la ciudad
Las gasolineras de carburante tienen dos años para instalar puntos de recarga eléctrica rápida
Un cliente pone gasolina en Barcelona. / periodico
Por qué confiar en El Periódico El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente este lunes por la mañana un plan especial urbanístico que limita la apertura de nuevas gasolineras en el interior de la ciudad para "reducir las molestias que pueden generar, mejorar la calidad ambiental y fomentar la transición energética". El plan detalla que en la zona entre rondas solo se podrán abrir electrolineras -instalaciones de suministro para vehículos de motor eléctrico– y que las gasolineras de carburante actuales tienen un máximo de dos años para incorporar puntos de recarga eléctrica rápida.
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, ha explicado que hasta ahora el marco legal ha permitido la instalación de gasolineras sin excesivas dificultades y sin tener en cuenta donde su ubican, a pesar de las externalidades negativas como ruido, olores y gran movimiento de vehículos que generan a los vecinos. Así, el plan restringe la apertura de nuevas gasolineras de carburante a las rondas, y las áreas industriales y portuarias.
Las electrolineras, en cambio, se podrán abrir en vías principales de la ciudad como la Gran Via, Meridiana y Aragó, entre otras. "Se podrán instalar a un máximo de 150 metros de estas calles", ha precisado Sanz, quien también ha puntualizado que algunas zonas muy concretas de la capital catalana quedarán "blindadas" de unas y otras estaciones. Es el caso de gran parte del distrito de Ciutat Vella, los suelos calificados como equipamiento, el Parc Natural de la Serra de Collserola y el Parc de Montjuïc. El objetivo principal, explican fuentes del ayuntamiento, es "proteger el descanso vecinal y el medioambiente".
Fomento del vehículo eléctrico
La medida también exige la actualización de las 105 gasolineras existentes en la ciudad con la obligación de incorporar como mínimo un punto de recarga rápida –que deberá tener garantía de origen renovable- en un plazo máximo de dos años desde la aprobación definitiva del plan en la próxima legislatura. El incremento del número de puntos de recarga eléctrica es un paso indispensable para desarrollar la infraestructura necesaria para el fomento de las tecnologías de bajas emisiones y el uso del vehículo eléctrico y de combustibles alternativos.
El plan, precedido en mayo del 2018 por un decreto que suspendía por un año del otorgamiento de licencias de nuevas gasolineras o la ampliación de las existentes, se enmarca en la lucha del ayuntamiento contra la contaminación atmosférica y complementa otras medidas relacionadas con la movilidad limpia y la salud pública como la implementación de la Zona de Bajas Emisiones y las supermanzanas.
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