PRESENCIA POLICIAL

La Guardia Urbana trata de impedir que los vendedores ilegales se instalen en la plaza Reial

Los restauradores habían denunciado el aumento exponencial de quincalleros tras el desalojo del llamado 'mercado de la miseria' de Glòries

Vendedores ilegales trasladan el 'mercado de la miseria' de Glories a la plaza Reial

La presencia de una patrulla de la Guardia Urbana este domingo ha impedido que se instalara una semana más el 'mercado de la miseria' en la plaza Reial.  /

Luis Benavides

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los restauradores de la plaza Reial de Barcelona respiran aliviados. La presencia de una patrulla de la Guardia Urbana ha evitado que se instalaran vendedores ilegales. Esta actividad ilegal había crecido exponencialmente en las últimas tres semanas en este punto emblemático del Gòtico hasta el punto de comprometer la movilidad de las personas y sobre todo la viabilidad de los negocios.  

“Si se acaba instalando aquí el ‘mercado de la miseria’ no habrá actividad económica legal. Las terrazas se quedarán vacías”, advierte la gerente de la Associació Amics i Comerciants Plaça Reial, Patricia Radovic, que agradece al Distrito su pronta implicación. "Estas cosas es mejor atajarlas rápido porque luego es más complicado", añade. 

La semana anterior contaron unas 250 personas vendiendo artículos de segunda mano, en su mayoría objetos encontrados en contenedores de basura, y este domingo su presencia ha sido algo muy puntual. En cuanto llegaron los agentes, a primera hora de la mañana, estos manteros marcharon con su mercancía.

En un primer momento, la asociación de amigos y comerciantes de plaza Reial relacionó el aumento del número de vendedores ilegales aprovechando el histórico mercado dominical  de sellos y monedas con el desalojo del rastrillo ilegal de Glòries el pasado mes de marzo.rastrillo ilegal de Glòries “Hasta hace poco era un fenómeno residual. Venían unas 20 personas, que prácticamente conocíamos, porque eran siempre los mismos. Llegaban muy pronto y marchaban sobre las nueve y media”, recuerda Radovic, quien considera que este espacio no se puede permitir una mayor degradación. “Aquí ya tenemos lateros y otros problemas”, añade, sin entrar en más detalles.

Fuentes del ayuntamiento no ven una relación de causa-efecto en el desalojo de la plaza de las Glòries y recuerdan que la venta de objetos de segunda mano junto al histórico del mercado de sellos y monedas de la plaza Reial ya existía. Con todo, las mismas fuentes municipales puntualizan que "la Guardia Urbana siempre actúa porque se trata de una actividad económica ilegal y una ocupación del espacio público". El número de artículos decomisados por la Guardia Urbana va en aumento, aseguran, y ese dato desmiente la presunta manga ancha del actual consistorio con estos vendedores ilegales.

Sobreocupación del espacio público

El propio presidente de la Associació Filatèlica i Numismàtica de la Plaça Reial de Barcelona, José Maria Ríos, tuvo problemas la semana pasada para instalar su mesa. “Estábamos apelotonados. No podíamos ni movernos y claro, tampoco podíamos vender. Les tuve que pedir que se apartasen, que hicieran sitio”, recuerda el presidente, quien hasta hace poco no sabía nada del desalojo de Glòries. “Vivo en Castellbisbal y bajo cada domingo para vender en la feria. No entendía porque crecía el número de vendedores ilegales cada semana”, asegura.

La historia de la feria de sellos y monedas de la plaza Reial de Barcelona se remonta al 1921. “Siempre han habido quincalleros en la plaza, que vendían desde zapatos usados a frascos de colonia casi vacías, a primera hora de la mañana a personas que buscaban chollos”, recuerda Ríos, quien agradece que la Guardia Urbana haya tomado medidas para evitar que el número de quincalleros siga aumentando por el “efecto llamada”. 

Dispositivo permanente

El presidente de la asociación que organiza este encuentro de coleccionistas quiere evitar cualquier tipo de desencuentro con el ayuntamiento, pues recuerda que la feria tiene una licencia en precario, pero pide una presencia permanente en la plaza, como la de este domingo. La semana pasada ya comprobó como la presencia puntual de la policía, que disolvió el rastro ilegal a golpe de silbato, solo sirvió para que los vendedores se escondieran en las calles aledañas y volvieran a instalarse en cuanto los agentes abandonaban la plaza. 

Un dispositivo policial de saturación permanente, que en la práctica supone llegar primero para evitar que los  vendedores ilegales puedan siquiera instalarse, acabó con la venta del ‘top manta’ en la plaza de Catalunya el pasado mes de febrero‘top manta’ en la plaza de Catalunya  y con el ‘mercado de la miseria’ de la plaza de las Glòries unas semanas después. En el segundo caso, agentes de la ‘Policia de Barri’ y técnicos de servicios sociales hicieron previamente una labor informativa, amén de recoger información sobre estas personas y ofrecer recursos municipales.

Radovic considera que “es una vergüenza” que Barcelona tenga un mercado conocido como el ‘mercado de la miseria’. “El ayuntamiento podría dignificar ese tipo de actividad habilitando un espacio y quizá pidiendo una cuota de un euro”, sugiere la gerente de la asociación de amigos y vendedores de la plaza Reial, pensando en un presunto agravio comparativo con las terrazas y la feria filatélica y numismática, que “tienen sus permisos en regla y pagan”. Eso sí, la plaza Reial, subraya la gerente, no es el sitio adecuado.