MEJORA URBANÍSTICA

La Sagrera adecenta 20.000 metros cuadrados del entorno ferroviario

El ayuntamiento impulsa la reforma de varias calles y reclama a Adif que empiece a dar forma al parque sobre las vías

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Carlos Márquez Daniel

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Las obras de la Sagrera ferroviaria avanzan a su ritmo mientras la vida en la Sagrera vecinal sigue marcada por esa enorme cicatriz que va desde la calle de Espronceda hasta el Nudo de la Trinitat. El Ayuntamiento de Barcelona ha citado a la prensa este martes para dar cuenta de una intervención urbanística que pretende adecentar algunas de las calles del entorno de la brecha. Dice el consistorio que se urbanizarán cerca de 20.000 metros cuadrados de algunas zonas "por las que apenas se puede caminar". Las obras deberían empezar en septiembre y terminar a principios del 2021. Todo, por un coste de siete millones de euros y mientras siguen en el aire otros asuntos de calado para la zona, como el devenir de la estación de Sant Andreu Comtal.  

Las obras de la Sagrera se reemprendieron a principios del 2018 tras cuatro años de parón. La visita del entonces ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, desencallaba un reguero de problemas con los contratos y las adjudicaciones que incluían irregularidades y sobornos. Prometió que la estación estaría operativa a finales del 2020, pero pocos meses después, en julio, con Pedro Sánchez ya en la Moncloa, el nuevo secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, dijo que ese calendario es "irreal". Desde entonces, nadie con poder se ha atrevido a poner fecha al corte de la cinta". Con toda esta película en marcha, los vecinos de Sant Andreu y Sant Martí, separados por esa herida de polvo, vías y trenes que van despacio porque no está el terreno para pisar a fondo, parece que se han acostumbrado a vivir con esta situación tras una década de esperanzas más truncadas que cumplidas.

Manantial recuperado

En esa suerte de frustración es donde hay que entender la presentación de la mejora de la zona adyacente. Se trata de las calles Gran de la Sagrera, Garcilaso y Berenguer de Palou, además de la obertura de nuevos viales de conexión. A este proyecto, que suma cerca de siete millones de euros, hay que añadir la recuperación de la Fuente del Gaig, obra del arquitecto Antoni Rovira i Trias. Se inauguró en 1865 y era un punto de encuentro vecinal. Pero fue retirada en el 2001. Una vez localizada y restaurada, será colocada en la acera norte de Garcilaso, no muy lejos de su ubicación original

La reforma incluirá carriles bici, aceras anchas, mobiliario urbano y árboles; las cosas que cualquier espera en una calle pero que aquí, con la provisionalidad que genera la obra de la Sagrera, llevan tiempo sin disfrutar. Precisamente sobre los trabajos ferroviarios, Sanz ha reclamado a Adif que empiece a trabajar en el parque urbano que está previsto sobre la estructura tranviaria. A su modo de ver, ya se podría empezar a colocar verde sobre las zonas ya cubiertas. "Ya no ha excusas: en el 2020 deberíamos empezar a ver el parque".