el debate animalista

La UICN insta a Colau a que el futuro del zoo se decida con criterios científicos

La organización le recuerda a la alcaldesa que los zoológicos son cruciales para los programas de conservación

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Carles Cols

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Segunda advertencia en menos de 15 días a Ada Colau por parte de la comunidad científica internacional. Primero fue la Organización Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA) la que a principios de febrero alertó al Ayuntsmiento de Barcelona sobre los perjuicios de satisfacer las reivindicaciones de los grupos animalistas con respecto al parque zoológico de la Ciutadella. El segundo aviso viene de más arriba, de la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza (UICN), un organismo con presencia en 120 países del mundo y con más de 1.200 miembros, entre gobiernos y organizaciones medioambientalistas. En una carta dirigida a Colau y a la teniente de alcalde Janet Sanz, se exige a Barcelona “que base sus decisiones en la ciencia”. Se puede rugir más alto, pero no más claro.

La carta la firma Jon Paul Rodríguez, responsible de una de las secciones con más peso dentro de la UICN. Es el jefe al cargo de la Comisión de Supervivencia de Especies (SCC), es decir, la primera línea de combate cara a la conservación. Rodríguez y su equipo son los encargados de revisar anualmente la lista roja de especies amenazadas de extinción. Que la SCC ponga el foco sobre el Barcelona invita a reflexionar con más luz sobre las simpatías que con las que el equipo de gobierno ha contemplado hasta ahora la iniciativa ZooXXI, un proyecto impulsado por grupos animalistas que en el más ambicioso de los casos aspira a la clausura del zoo y, en el más comedido, a reducir los programas de reproducción a solo 11 especies.

La tesis central de la UICN dinamita el punto de partida en el que Colau, Sanz y el resto de actores municipales implicados basan su línea de trabajo. Según este organismo internacional, los zoológicos, aunque nacieran en su día como simples espacios de exhibición, ya no son esencialmente eso, expositores de animales, sino piezas cruciales en los porgramas de conservación y reproducción. “La SCC de la UICN valora enormemente la diversidad de conocimientos especializados dentro de la comunidad  mundial de zoológicos, conocimientos que son fundamentales para nuestra misión común de proteger la biodiversidad”.

Cambio climático

Rodríguez insta a Colau a “reconsiderar” sus puntos de vista y, al final de la carta, ofrece al grupo de expertos que lidera por si desea reunirse con ellos.

Ante la primera carta, la de la WAZA, el ayuntamiento siempre podía argumentar que se trataba de una defensa coorporativa, es decir, el resto de zoos del mundo echando una mano a sus colegas de Barcelona. La UICN son palabras mayores. Pero fue la WAZA la que puso el acento en una cuestión parcialmente obviada o eclipsada estos últimos cuatro años por el grupo de trabajo que ha debatido sobre el futuro del Zoo de Barcelona. Según esa organización, la importancia de los parques zoológicos ha aumentado como consecuencia del cambio climático, porque con el aumento de la temperatura y su impacto sobre el planeta se hace más impredecible determinar qué especies estarán amenazadas a corto plazo.

El futuro del Zoo es una de las últimas decisiones que pretende adoptar el equipo de gobierno antes de las elecciones municipales de mayo. Actualmente, el texto que se pretende votar en el último pleno está en fase de enmiendas. Es un texto que ha causado enormes quebraderos al equipo de gobierno, pues nació escorado hacia las posiciones de los animalistas y ello desató una respuesta airada de la comunidad científica. Según Sanz, la preocupación de la UICN y la WAZA es injustificada. Lo que se pretende, tal y como ha quedado perfilado el proyecto, es que un comité científico y ético determine la oportunidad o inconveniencia de mantener en cautividad cada especie que habita el Zoo. No será, asegura la temiente de alcalde, un organismo decisorio pilotado por los grupos animalistas.