Barcelona reservará plazas escolares a las familias vulnerables

Tomen buena nota de las fechas: del 29 de marzo al 9 de abril. Es el plazo en el que se podrá realizar la preinscripción escolar, y los que han pasado por el trámite por primera vez -porque luego la cosa se automatiza- saben bien que no es cosa fácil. En Barcelona, además, este año se intensifican los esfuerzos para combatir la segregación en las escuelas. Se reservarán plazas a alumnos de familias vulnerables, con nombres y apellidos, tanto en P3 como en el primer curso de la ESO. Y no es esa la única novedad, puesto que a partir de septiembre se habilita un bachillerato de tres años (uno más que ahora) para combatir el abandono escolar y facilitar que los que se agobian con la estrechez del calendario puedan tomárselo con más calma. 

El Consorcio de Educación de Barcelona lo ha titulado plan de choque contra la segregación, por la igualdad de oportunidades y el éxito escolar. Como foto fija para tomar las decisiones, las estadísticas que dicen que el 13,6% de los menores de entre 0 y 17 años viven en situación de pobreza extrema. Traducido al lenguaje escolar, eso significa que 831 niños en esas condiciones podrán entrar el año que viene en P3 y 843 podrían hacer lo propio en 1º de la ESO. Para todos estos casos, la Administración reservará plazas escolares nominales a coste cero, lo que incluye, además de la educación, el comedor y las actividades extraescolares y de verano a las que quieran apuntarse, según ha avanzado el presidente del Consorcio, Josep González-Cambray. Toda esta inversión, ha detallado, se puede hacer incluso con la situación de prórroga presupuestaria por la que atraviesan tanto el consistorio barcelonés como el Govern.

Nombres y apellidos

Hasta la fecha, cada escuela que recibe fondos públicos reservaba un mínimo de dos plazas de P3 a familias vulnerables, que podían llenarse o quedar desiertas. A partir de ahora se mandará una carta a esos núcleos familiares en la que se informará que determinado menor, con nombre y apellidos, tiene una plaza asignada en un centro concreto. Los padres o tutores legales deberán decidir si la aceptan o no, pero con este nuevo sistema, como mínimo, se asegura que la información sobre la disponibilidad de pupitres llegue a las personas interesadas. Y no solo para el primer curso de infantil, también para los que inicien la secundaria y necesiten del apoyo público para seguir adelante con su formación. Para ello, el Consorcio echará mano de los servicios sociales y los Equipos de Atención Psicopedagógica (EAP), que ayudarán en la identificación de las familias susceptibles de formar parte de este plan de choque. 

"Queremos una ciudad con las mismas oportunidades para todos los niños y eso pasa por luchar contra la segregación en las escuelas", ha concretado Laia Ortiz, vicepresidenta del consorcio. La "distribución equitativa" del alumnado pasa también, según ha sostenido la también teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, por informar más y mejor sobre las bonificaciones y las facilidades que ofrecen los entes públicos para que las familias más vulnerables tengan garantizado el acceso a la educación. 

Estudios en pruebas

Durante la rueda de prensa también se ha informado de novedades en la formación no obligatoria. Los institutos Infanta Isabel, Ferran Tallada y Balmes ofrecerán el curso que viene un bachillerato de tres años. El objetivo es que los estudios sean "más flexibles, integradores y competenciales", lo que, según prevé González-Cambray, ayudará a reducir el abandono escolar. A día de hoy ya se puede terminar en tres años si se suspenden asignaturas. La novedad es que se puede programar, de inicio, si se quiere realizar el bachillerato en 24 o en 36 meses. Otra novedad en la educación postobligatoria es el incremento de la oferta de bachillerato artístico, que se ampliará con cuatro centros más. 

El consorcio también ha informado de la pronta apertura de tres nuevos centros de educación postobligatoria. El primero está situado en el barrio del Bon Pastor y ha tenido un coste de 3,7 millones de euros. Ahí se trasladará el Instituto Rubió i Tudurí. El segundo es el Instituto Rambla Prim y cuenta con una inversión de 1,6 millones de euros. El último, el más ambicioso, es la Escuela de Medios Audiovisuales de Barcelona, está situado en Can Batlló y tiene un coste de 17,1 millones de euros. Los dos primeros se enmarcan en el plan de barrios del gobierno de Ada Colau, con el que el consistorio tiene previsto invertir cerca de 150 millones de euros en las zonas más frágiles de la capital catalana.