Una solución a la falta de espacio urbano

Una 'app' permite aparcar en plazas particulares por menos de un euro

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Óscar Hernández

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Todos ganan. Y además de verdad. El propietario de una plaza de aparcamiento. El conductor que aparca en ella. La comunidad de propietarios. La empresa Parc. La ciudad. Los vecinos... La aplicación Parc permite que los propietarios de una plaza de aparcamiento la ofrezcan por menos de un euro la hora (las de la zona azul valen más de tres) a cualquier usuario. El 70% del importe de esa hora va al dueño de la plaza, el 5% a la comunidad de propietarios y el 25% restante a la empresa Parc, creada por Marc Coderch y Alex Bosch, un economista y un programador, ambos de Barcelona y de 25 años, que han conseguido abrir una interesante ventana al problema de la movilidad urbana.

De momento, estos emprendedores que han nacido empresarialmente al amparo de Barcelona Activa, ya han conseguido nueve aparcamientos en el centro de la ciudad con un total de 22 plazas y los usuarios que se han bajado ya la aplicación Parc son ya más de 3.000. "Este verano esperamos poder llegar a las 50 fincas y unas 5.000 plazas. También nos gustaría llevar nuestro modelo a otras ciudades como Madrid", explica entusiasmado Coderch. "Hay que tener en cuenta que en Barcelona hay 412.000 plazas particulares de aparcamiento y solo 120.000 públicas, con lo que la capacidad de crecimiento de nuestra empresa es enorme", añade.

Economía colaborativa

La idea se basa en la economía colaborativa, aunque en el caso de Parc este concepto desarrolla su significado más auténtico. "En AirB&B, por ejemplo, la mayoría de los dueños de pisos tienen muchos cada uno y el concepto de economía colaborativa se desvirtúa. En cambio en Parc la mayoría son personas que ofrecen su propia plaza de aparcamiento y que la ponen en Parc solo cuando la tienen libre", indica el joven economista.

El funcionamiento de la app es muy sencillo. El usuario escoge una de los parkings disponibles y cuando llega a este el mismo teléfono móvil le abre la puerta. Un mapa le indica cómo econtrar la plaza. Y una vez allí, un cartel con nombre de ciudad le indica cómo aparcar. Cuando se marche, el sistema le cobrará en su tarjeta 99 céntimos por hora y solo por los minutos gastados, con un mínimo de 50 céntimos. Parc instala en todos los aparcamientos una cámara de seguridad en la entrada, un sistema domótico de apertura de puerta conectado al móvil de cada usuario, la señalazación interior para encontrar la plaza y hasta una limpieza del recinto.

"Para conseguir nuevas comunidades acudimos a las reuniones de vecinos con el administrador y les explicamos el proyecto. Todos los vecinos se benefician de un porcentaje de los alquileres de las plazas, aunque no sean las suyas, con lo que ven reducida su cuota de gastos de comunidad", añade el joven emprendedor, quien no duda en resaltar los beneificos colaterales de su iniciativa para la ciudad. "El 19% de los coches que circulan por Barcelona estan buscando un aparcamiento. Además con nuestras plazas se pueden reducir las plazas de las calles y que en estas se gane espacio para carrilesbici o cualquier otro uso ciudadano", añade Coderch.

Ventaja para el propietario

Aunque el principal beneficiario es el dueño de cualquier plaza de aparcamiento. "Yo tengo dos plazas y la que no uso la ofrezco en la aplicación. Me enteré en una reunión de vecinos y me pareció fantástico porque además siempre me ha gustado poder compartir las cosas y encima obtengo un dinero", explica Francesc Bonada, de 50 años, que trabaja en el Puerto en temas de sostenibilidad. "Con mi mujer estamos pensando poner también la otra plaza, que solo usamos por las noches", precisa. De hecho, con solo tocar a pantalla del móvil el dueño puede poner o quitar su plaza del mercado al instante.

Álvaro Sánchez es uno de los usuarios de Parc, que usa sobre todo cuando se dirige al centro. "Tienen una plaza en la plaza de Castella que me va genial. Y además e smas económica que la zona azul", explica. Afirma que descubrió el sistema por un anuncio en Instagram. "Es casi una idea comunista, que se basa en compartir y en que a todos nos salga más económico". añade.