PLENO MUNICIPAL

La concejala número 42

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Carlos Márquez Daniel

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Muchos pensaron que el ingreso de Barcelona en Comú y la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona significaba el asalto simbólico del pleno municipal por parte de los vecinos. Serán multitud los que sigan opinando lo mismo. Para los desencantados y los que nunca lo creyeron, este viernes ya sí que no hay discusión: por primera vez en la historia moderna del consistorio, un ciudadano ajeno a la política ha tomado la palabra en el cónclave. De algún modo, se ha convertido en el concejal número 42. En este caso, concejala, ya que se trata de Anna Romagosa, quien aguantando un manojo de nervios ha pasado sin querer a la posteridad al presentar una iniciativa ciudadana para que la capilla de la Misericòrdia no se use para ampliar el Macba y se ceda para la construcción del nuevo CAP Raval Nord que ella dirige. Un asunto espinoso que ha servido para exhibir, una vez más, lo atomizada que ha estado la casa en estos cuatro años. 

Las intervenciones, tanto de la oposición como del equipo que lidera Ada Colau, ya destilan un claro aroma de balance. Como es de prever, malo, según la oposición; bueno, si se pregunta al gobierno. Hay que marcar posiciones, y sea una nueva tasa para las bicis y motos compartidas, el precio que deberán pagar los barceloneses para incinerar a un familiar o el rol social y urbanístico que debe jugar la Sagrada Família en Barcelona, las bancadas han cimentado sus trincheras de cara a la contienda electoral de finales de mayo, que se anticipa más apretada que nunca. El debate sobre este discutido equipamiento sanitario, que lleva 13 años en barbecho en Ciutat Vella, es una buena muestra de la estrategia y el sentir de cada grupo municipal. Y resume a la perfección la herencia que para cada partido político ha dejado el mandato que ahora se agota.

Sonrisas y nervios

Romagosa, directora del CAP Raval Nord, ha entrado en la sala y se ha sentado en la parte más noble del salón de plenos, junto a la alcaldesa y los dos primeros tenientes de alcalde. Se lo permite el nuevo reglamento de participación ciudadana, que habilita a cualquier iniciativa que surja de los vecinos a incluir y defender una proposición en el consejo municipal. "Un antes y un después en este pleno", ha detallado Colau. La 'invitada' ha radiografiado el distrito en un discurso de menos de cinco minutos, recordando que la última reforma del edificio se hizo en 1992, y que nada tiene que ver el barrio postolímpico con lo que son hoy estas calles, donde "el 46% de los residentes son personas migradas y la renta familiar ha descendido mientras crecían los embarazos adolescentes y las muertes prematuras". Lo cierto es que ha dado poco margen a la discusión. Pero la votación debía llevarse a cabo, puesto que toda decisión de ciudad requiere de un acuerdo político previo.

Xavier Trias (PDeCAT) ha empezado su alocución con la mano tendida, y tras escuchar a la concejala del distrito, Gala Pin, ha acusado al gobierno de protagonizar un "acto de populismo brutal con un grado de irresponsabilidad inmenso".  Ha coincidido en la urgencia de construir un nuevo CAP en la zona y le ha recordado que el consistorio votó en el 2017, en el Consell General del Macba, presidido por la alcaldesa, a favor de usar la disputada capilla para la ampliación del museo. "Ahora hacen que la gente se movilice en contra y eso no es hacer de alcalde, es liar las cosas. Todos tienen razón, profesionales de la sanidad y vecinos, pero ahora usted lo 'enmierda' todo". Carina Mejías (Ciutadans) ha hablado de "debate innecesario" ante dos proyectos que son "legítimos y necesarios". 

Gemma Sendra (Esquerra) ha censurado la "manipulación política extrema" y ha exigido al gobierno que ejerza como tal y traiga al pleno una propuesta, lo que debería pasar en el cónclave del mes de marzo. Carmen Andrés ha acusado a Barcelona en Comú de ser "incapaz de impulsar un modelo de ciudad desde el consenso". Alberto Fernández Díaz (PP) ha afeado determinadas propuestas que puedan servir de "coartada política de una alcaldesa que es incapaz de resolver problemas que además convierte en conflictos". Y Eulàlia Reguant (CUP) ha dicho que este conflicto "no enfrenta a la salud y la cultura, sino a las elites y las clases populares". ¿Por qué este debate ayuda a entender o resumir el mandato? Substituyan el tema abordado por cualquier otro que les venga a la cabeza: seguridad, movilidad, urbanismo, políticas sociales... El argumentario encaja a la perfección. Y todo, para terminar aprobando una iniciativa ciudadana (14 votos a favor, 13 en contra y 14 abstenciones) no vinculante, es decir, que no obliga a nada.  

Más orden en el 'sharing'

También ha habido tiempo para hablar de movilidad, en concreto, de la regulación de los negocios de bici y moto compartida. El asunto del 'sharing' ya pasó por comisión el pasado mes de noviembre, pero faltaba el trámite del pleno, que se ha superado con los votos afirmativos de los 'comuns', ERC, el PSC y los concejales no adscritos Gerard Ardanuy y Juanjo Puigcorbé. Se pondrá en marcha una tasa en concepto de ocupación de la vía pública fijada en 71,51 euros por bicicleta o motocicleta y se limitará el número total de licencias para ambos negocios: 2.650 para bicis y 4.639 para motos, cifra ampliable previo debate con el sector. Esto supone doblar la oferta actual, algo que se hará mediante concurso público. Sobre el aparcamiento, la concejala de Movilidad, Mercedes Vidal, ha concretado que las bicis solo podrán atarse en estacionamientos públicos que no sean de color lila (todavía deben pintarse) y ha recordado que las motos deben dejarse en los espacios habilitados a tal efecto. Las empresas deberán compartir con el ayuntamiento en tiempo real la ubicación de sus vehículos para poder estudiar el efecto que generan sobre el espacio público compartido. 

Pleno extraordinario a la vista

<strong>Jaume Collboni</strong> ha dejado claro en el pleno municipal que su principal rival en las próximas elecciones es Ada Colau. O para que se entienda mejor: el <strong>caladero </strong>en el que puede pescar más votos es el de los ‘comuns’. Así las cosas, tras denunciar que el <strong>plan de barrios</strong> tiene un nivel de cumplimiento inferior al 6%, ha solicitado la celebración de un pleno extraordinario para discutir el <strong>éxito o el fracaso de la medida</strong>. Este programa prevé una inversión de 150 millones de euros entre el 2017 y el 2020 en 15 de los barrios más desfavorecidos de Barcelona. La teniente de alcalde de Urbanismo, <strong>Janet Sanz</strong>, ha negado la acusación de incumplimiento, y ha asegurado que en el 20017 y el 2018 "<strong>se ejecutó el 100% de las acciones previstas"</strong>. Está por ver si el resto de grupos municipales aceptan el pleno municipal pero será difícil que dejen escapar semejante herramienta de desgaste.