Según el comité de empresa

La plantilla del metro de Barcelona achaca al amianto la muerte de un trabajador jubilado

AMIANTO

AMIANTO / periodico

Óscar Hernández

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El comité de empresa de Metro de Barcelona ha denunciado este jueves que un extrabajador del suburbano barcelonés falleció a causa de una fibrosis quística causada por su exposición al amianto. Este es el primer caso de fallecimiento registrado entre los empleados de este servicio público, aunque aún no ha sido reconocido por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).

En rueda de prensa, los trabajadores del metro han explicado que hace unos meses un trabajador jubilado falleció tras detectársele en una biopsia que tenía fibras de amianto en su tejido pulmonar. El hombre, del que no se han revelado más datos como la edad o los años que trabajó por respeto a la familia, desarrolló una fibrosis quística, "enfermedad pulmonar que está directamente relacionada con el amianto", ha indicado Óscar Sánchez, miembro del comité de Metro de Barcelona.

Tanto Sánchez como sus compañeros han denunciado que TMB se niega a facilitar la lista de los trabajadores que han estado expuestos y la de los que han dado positivo al amianto para esquivar el posible pago de indemnizaciones por enfemedad laboral. "Es el manual del empresario: ocultar información por dinero, para evitar las futuras indemnizaciones cuando empiecen a caer demandas por enfemedades laborales, Para blindarse judicialmente no informan a los delegados", ha dicho Sánchez. 

Paro durante el Mobile

TMB reconoció ayer que un total de 20 trabajadores, de los 620 que se han sometido voluntariamente al programa de vigilancia específica para empleados que han estado expuestos al amianto, sufren alteraciones pleurales, aunque no son graves y no requieren tratamiento médico. Este mediodía, tras el anuncio de los sindicatos del primer fallecido, un partavoz de TMB ha contestado que la dirección del Metro no tiene constancia de ese caso. "Nadie nos lo ha comunicado y nosotros no podemos saberlo si es un extrabajador que no forma parte de los 80 ya jubilados que estuvieron en contacto con el amianto y que siguen los controles a través de la sanidad pública", sostienen. 

El comité de empresa, que ha convocado paros de dos horas por turno del 25 al 28 de este mes, coincidiendo con el Mobile Congress, ha elevado a 150 los trabajadores que tienen problemas pulmonares en diferentes grados y acusa a TMB de mentir y ocultar información. La comparecencia de los trabajadores se ha centrado en destapar una larga serie de irregularidades de las que responsabilizan tanto a TMB como a la actual dirección política del Ayuntamiento de Barcelona. 

Información "malintencionada"

La presidenta del Comité de Empresa de Metro de Barcelona, Ana Álvarez, ha acusado a la dirección de la empresa de dar información "incompleta, sesgada y malintencionada" sobre el amianto. Recordó que esta sustancia "está prohibida desde el 2002" y que Metro de Barcelona está inscrita en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) desde 1987, hace 32 años. También que en los años 90 ya se confirmó la existencia del peligroso material en el pavimento y en pastillas de freno de varios trenes. Y fue  en noviembre del 2000 cuando la compañia ferroviaria informó a sus empleados de que "no existe en los trenes otros elementos con contenido de amianto con funcionalidad susceptible de desgaste (zapatas de freno, suelos de piso...) o de ser manipulados por el personal".

Pero 19 años más tarde la situación es muy diferente. Los empleados denuncian que la dirección del Metro "no ha hecho absolutamente nada hasta abril del 2018, que es cuando ha empezado a hacer un inventario completo del amianto en infraestructuras y trenes". "Es decir –añade– desde 1987 que la empresa se inscribió enel RERA, no ha buscado el amianto para no encontrarlo".

De 84 trabajadores en riesgo a 1.050 en seis meses

En la actualidad, estas últimas revisiones o catas de materiales en convoyes e infraestructuras han permitido detectar amianto en numerosos trenes de las lineas 1 y 3, concretamente en la pintura con la que se protegen los bajos. También en placas de fibrocemento del techo de la estación de Verneda (línea 2) que se esperan retirar esta primavera, Y en numerosos pasillos de conexión entre distintas líneas, como en las estaciones de Catalunya y Passeig de Gràcia, donde se han puesto carteles de advertencia que han asustado a algunos viajeros.

Estos últimos chequeos a los materiales en el último año, desde que en Madrid se detectara el amianto en la pintura de los trenes, han permitido elevar el número de trabajadores en activo expuestos al amianto desde los 84, reconocidos por la dirección de Metro en julio del 2018, "a los 1.050 que reconoce ahora".