acto de precampaña

Varapalo de la hostelería y el comercio a Colau en plena precampaña municipal

Luis Sans, primer protagonista del pregón del Gremi de Restauració, cuestiona las políticas del ayuntamiento con los sectores económicos

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Patricia Castán

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A poco más de tres meses de la pugna electoral en Barcelona, en cada acto social de la ciudad se librará una pequeña batalla por las urnas, como ha quedado claro hoy martes ante el sector de la restauración. La presencia de Ada Colau, que suele mantenerse al margen de actos en territorio hostil, ha constatado que las espadas de cara al 26 de mayo están ya en alto. Y el Gremi de Restauració, que a lo largo del mandato se ha perfilado como uno de los principales frentes en conflicto, ha echado el resto para buscar aliados. Su primer pregonero propio, con motivo de unas fiestas de Santa Eulalia infracelebradas en la ciudad, ha sido el empresario Luis Sans, dueño del histórico establecimiento con el nombre de la patrona. No le ha temblado la voz al acusar a la alcaldesa de haberse "equivocado de enemigos" y apelar a la "valentía" de todos los candidatos.

Colau ha acudido acompañada de la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, a un escenario informal y algo maldito, el restaurante Bellavista Jardín del Norte ( más conocido como el restaurante del que Messi era copropietario y que ya solo celebra eventos, tras no lograr permiso para abrir su enorme terraza interior). El ambiente preelectoral se traducía en la presencia del concejal de Comercio, Agustí Colom (fuera de la nueva lista de Colau), de líderes de la oposición (como Alberto Fernández Díaz, Xavier Trias o Carina Mejías, entre otros) y de alcaldables como Manuel Valls. A la alcaldesa casi se le ha atragantado el aperitivo al escuchar las palabras de Sans, presidente del eje del paseo de Gràcia, que sin perder la elegancia ni compostura ha criticado que en este mandato se haya "criminalizado a las terrazas y el turismo".

El pregonero se ha quejado abiertamente de que cuando el consistorio habla del empresariado se suela referir a la "mercantilización de la ciudad y la privatización del espacio público". "No me siento representado", ha dicho, contratacando con el fenómeno descontrolado del top manta -para el que piden soluciones- y la contribución del sector a la economía local. "Mi ilusión se ha entelado este mandato, donde se ha confundido a los enemigos", ha apostillado. Haciendo un guiño a una de las patronas (junto a la Mercè) locales, se ha encomendado con humor diversas veces a la santa, tanto por lo que suceda en los comicios como por la pérdida de pistón de Barcelona con el turismo de alto nivel, o por los viajeros que lleguen al congreso de telefonía móvil y al pedir un Uber o un Cabify descubran que "no funcionará". A Colau y el resto de alcaldables ha pedido valentía para afrontar los restos de la ciudad sin orejeras ideológicas.

En el auditorio, muchos representantes del comercio y la hostelería han aplaudido vivamente a Sans, que ha acabado conciliador y pidiendo complicidades con la administración. El presidente de la patronal, Pere Chias, ha invitado a los alcaldables a empezar a dialogar desde cero, gane quien gane la contienda.