Barcelona se dispone a retirar medallas a Franco y a sus acólitos

Barcelona ha dado este miércoles un paso más para la retirada de medallas que el ayuntamiento concedió durante la dictadura a Francisco Franco y a varios de los acólitos del dictador. Y lo ha celebrado con un acto en el que han participado entidades, algunas de las cuales han recordado que el contexto actual retrotrae en algunos casos a viejas dictaduras como la española. Casos como el de Bolsonaro en Brasil y el del papel decisivo que Vox ha logrado en la elección del nuevo Gobierno de Andalucía.

Y es en este contexto en el que el ayuntamiento votará la semana que viene en el pleno municipal la retirada de 10 medallas y condecoraciones distintas concedidas por el consistorio en su etapa predemocrática. La que recibió el propio Franco, pero también la Sección Femenina, el general José Solchaga, el capitán general Alfonso Pérez-Viñeta, el general Agustín Muñoz Grandes, entre otros.

La retirada no responde sólo a la voluntad del gobierno de Colau, que durante el mandato ha demostrado que es partidario de relegar elementos del pasado, como hizo retirando la estatua del negrero Antonio López, o para hacer homenajes, como en el caso de la nueva plaza de la República, antes de Llucmajor. El consistorio ha subrayado que la ley de memoria histórica faculta a las administraciones públicas a retirar escudos, insignias, placas u otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación 'personal o colectiva de la rebelión militar, de la guerra civil y de la represión que tuvo lugar durante la dictadura.

'25 años de paz'

La medalla que se retirará a Franco, conmemorativa de los 25 años de paz, le fue concedida en 1964, como su denominación indica, un cuarto de siglo después de la finalización de la guerra. La propuesta se anunció en noviembre, pero entonces no se aludió al nombre de otro franquista que se verá póstumamente desposeído del reconocimiento. Se trata del almirante Luis Carrero Blanco, cuya muerte a causa de un atentado supuso el final implícito del régimen, al desaparecer el sucesor natural de un Franco que estaba a dos años de morir tras una larga agonía.

La retirada ha recibido en comisión el respaldo de todos los grupos menos el PP, que ha reservado su voto para el pleno. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha afirmado que el consistorio apuesta por “construir una ciudad comprometida con la paz, feminista, democrática y antifascista”. El pleno que debe confirmar la decisión tendrá lugar el próximo 25 de enero, horas antes de que se cumplan 80 años de la entrada en Barcelona de las tropas franquistas, con la República derrotada y en lo que fue el inicio de un periodo de 39 años de dictadura.