Comisión de Urbanismo

Colau confía ahora en que ERC le permita salvar el tranvía

Un tranvía circula por delante del DHub, en la plaza de las Glòries.

Un tranvía circula por delante del DHub, en la plaza de las Glòries.

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como anunció, el gobierno de Ada Colau vuelve a poner sobre el tablero la aprobación de la conexión del tranvía por la Diagonal y esta vez, por sorprendente que parezca a la vista del pasado reciente, confía en lograrla, aunque ERC, la pieza decisiva, no lo ve tan claro. El miércoles, la conexión del Trambaix y el Trambesòs se votará en la comisión de Urbanismo y, si pasa ese trámite, el próximo 25 de enero, en el pleno municipal.

Que el partido se volvía a jugar se anunció después de la presentación del Barómetro semestral, que, a principios de enero, reveló que la inseguridad es ya la principal preocupación ciudadana. La encuesta, por otra parte, también indicaba que un 63% de los barceloneses están a favor de la conexión del Trambaix y el Trambesòs por la Diagonal.

La teniente de alcalde de Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha aludido a la votación del Barómetro, a que el Parlament también avaló la conexión, y a que lo hizo con el apoyo de Ciutadans y ERC, que lo habían rechazado en el pleno. Pero lo que más pesa, aparentemente, es que quien manda sobre el grupo republicano es Ernest Maragall y no Alfred Bosch, y la nueva posición de la CUP, que en su día rechazó el proyecto. Sanz ha concluido que es posible un acuerdo político que se concrete en el pleno. Si eso sucede, ha dicho, la interconexión se empezará a hacer en el 2020.

Crítica republicana

Lo que se votará el miércoles en comisión es una propuesta de interconexión del tranvía en su integridad, y no solo de Glòries a Verdaguer, como se apostaba en abril del 2018, cuando el pleno municipal de Barcelona rechazó la conexión del tranvía con 25 votos contrarios, entre los que destacaban los de ERC, y 16 favorables. 

La CUP, que entonces también votó en contra, se abre ahora a respaldar el proyecto si cuenta con una garantía, con calendario preciso, de que la gestión del tranvía será pública. El voto decisivo es el de ERC. Pero pese al aparente optimismo del gobierno, el republicano Ernest Maragall calificó así el anuncio del voto en comisión: "El gobierno actúa a golpe de rueda de prensa y está más interesado en la foto que en la solución. Se han inventado una nueva pirueta. Frivolidades y caprichos, no".