La batalla de Barcelona

Valls no romperá con Ciudadanos pese a su pacto con Vox en Andalucía

Manuel Valls, ayer martes, en el Raval.

Manuel Valls, ayer martes, en el Raval. / DANNY CAMINAL

Toni Sust

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Manuel Valls considera, a raíz de la entrada de Vox en la mesa del Parlamento andaluz, gracias a un pacto del partido ultraderechista con Ciudadanos y el PP, que “la irrupción de la ultraderecha en las instituciones, a pesar de que responde al resultado de las urnas, es una mala noticia para España y para Europa en su conjunto”, pero unas líneas más abajo se muestra convencido de que “el programa acordado en Andalucía no plantea una amenaza contra la autonomía, no tiene nada que ver con las propuestas de Vox y podría perfectamente recibir el apoyo de la izquierda moderada”. Es decir, sí pero no, o viceversa.

Esta es la posición que el candidato independiente de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona ha mostrado en un comunicado en el que este jueves ha equiparado a los ultraderechistas de Vox con los independentistas y con “los populistas de Ada Colau”. Un comunicado que se titula ‘Valls se muestra contrario a ceder ante Vox’ pero que sostiene que tan dramático no le parece que sus socios se hayan entendido con ese partido. La conclusión es que Valls no romperá con el partido de Albert Rivera pese a su pacto con el de Santiago Abascal. Una posibilidad que parecía veraz a la vista de sus críticas a Vox.

“El francés de Ciudadanos”

Todos los actores de la precampaña municipal barcelonesa esperaban con atención cuál sería la reacción de Valls si Ciudadanos, partido del que aprovechará los derechos electorales en ayudas y participación en debates, acababa pactando con Vox. El exprimer ministro francés había abominado en los últimos días de un partido al que equiparó con “la ultraderecha europea”, lo que le generó críticas del propio líder extremista, Abascal, que se refirió a él como “el francés” en un mensaje en la red social Twitter: “El francés de Ciudadanos dice que hay que repetir las elecciones en Andalucía porque Vox tiene la lepra. Está bien, que se lo expliquen a los andaluces, y que sepan que la culpa es de Albert y de su ventrílocuo francés. Nos veremos en las urnas”.

Días atrás, Valls llamó a tener “la cabeza fría” en los pactos poselectorales. Pero tras conocerse el acuerdo entre PP, Ciudadanos y Vox que lleva a este partido a la mesa del Parlamento autonómico, el alcaldable ha afinado su reacción y parece haber rebajado sus prevenciones. Ahora quita hierro a lo sucedido y subraya que los ultraderechistas han quedado fuera del pacto para dirigir la Junta: “El programa de gobierno acordado en Andalucía lleva claramente la marca progresista de Ciudadanos. No plantea una amenaza contra la autonomía, no tiene nada que ver con las propuestas de Vox y podría perfectamente recibir el apoyo de la izquierda moderada. Habrá que esperar y analizar el escenario que emerja de este diálogo político”.

Valls pide al PSOE que se abstenga y deje gobernar al PP y a Ciudadanos"

Veto a Vox, independentistas y populistas

“No aceptaré en mi plataforma a nadie que dé legitimidad a estos grupos radicales”, afirma Valls en el texto aludiendo a Vox, a los independentistas y a los “populistas de Colau”, tras lo que califica de “inaceptables”, aunque no vinieran mucho al caso que motiva el comunicado, “las recientes resoluciones en el Parlament y el Ayuntamiento de Barcelona contra la Constitución y el Rey”, y llama al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a rechazar “las exigencias intolerables de los separatistas catalanes” para acabar concluyendo: “El país no puede estar en manos de los que amenazan la convivencia de todos los españoles”.

Valls pide al PSOE que opte por una abstención “para dejar gobernar a PP y Ciudadanos” y afirma que de esta forma “evitaría suscitar sospechas de que con su oposición hace el juego a la extrema derecha. Y con esa frase, el alcaldable independiente de Ciutadans retuerce el argumento hasta dar a entender que si el partido de Rivera acaba aceptando los votos de Vox será porque los socialistas no le han dejado otra opción.

Y entonces diferencia el pacto de la mesa con uno de gobierno, que sí censura: "Todo acuerdo programático o de gobierno con Vox sería, en cambio, un error político y una incongruencia moral. Sería incompatible con los valores europeos que muchos de nosotros defendemos", prosigue el comunicado. "Siempre es mejor perder votos, o incluso el gobienro, que traicionar las propias convicciones y los valores democráticos. Es un principio que debería aplicarse siempre en España, hoy en Andalucía, asú como en Catalunya y en Barcelona". 

El exprimer ministro francés argumenta que un pacto de gobierno con Vox sí sería indeseable

Colau y la “coherencia” de Valls

Los rivales de Valls en la campaña municipal barcelonesa no han ahorrado críticas por el pacto Ciudadanos-Vox. Colau ha afirmado este jueves: “En Barcelona quien tiene un problema es el señor Valls, que fue muy crítico con Vox, dijo que no se debía pactar con ellos. Y su partido, Ciutadans, ha pactado con Vox y ahora Valls debe decidir si rompe con Ciutadans o donde queda su coherencia”. La alcaldable del PDECat, Neus Munté, advirtió en un mensaje en Twitter que Valls había rechazado todo pacto con Vox. El alcaldable de ERC, Ernest Maragall, advirtió sobre Barcelona: “La ciudad no se dejará teñir de extrema derecha”.