NUEVO PROTOCOLO

La Fira de Reis de la Gran Via toma medidas contra los vendavales

Paradas de juguetes en el lado mar de la Gran Via

Paradas de juguetes en el lado mar de la Gran Via / ÁLVARO MONGE

Luis Benavides

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Este jueves, 20 de diciembre, abrirá la Fira de Reis de la Gran Via de Barcelona más tecnológica. El año pasado algunas casetas de esta tradicional feria salieron volando por un vendaval sin precedentes, ocasionado por la llegada a Catalunya de la borrasca Bruno, y las pérdidas fueron cuantiosas. Por eso este año los vendedores han decidido reforzar los estands, pero también instalar una pequeña estación metereológica que permitirá saber en todo momento la velocidad del viento.

Los vendedores podrán conectarse en cualquier momento a un anemómetro, un aparato que mide la velocidad del viento, a través de una aplicación móvil gratuita a partir de este jueves. “Hemos convenido que si el viento supera los 80 kilómetros por hora la feria deberá cerrar por seguridad y se activará un protocolo en el que participarán Mossos, Bombers y Guàrdia Urbana”, explica el consejero técnico del distrito del Eixample, Jordi Matas.

Las fuertes rachas de viento del año pasado castigaron principalmente a los vendedores de juguetes situados en el lado mar de la Gran Via, entre las calles de Comte d’Urgell y Muntaner.  El anemómetro, precisamente, está situado en el estand de juguetes y golosinas que regenta Esmeralda Tan, madre del presidente de la asociación Joguines de Reis de la Gran Via. “Algunos vendedores perdieron mucho género con los destrozos y estuvieron tres días sin poder vender. Si vemos que el viento se acerca a los 60 kilómetros por hora empezaremos a recoger para evitar males mayores”,  cuenta Tan, que este año cuenta además con una caseta de plancha reforzada.

Las casetas de madera, minoría

Su caseta, como el resto de casetas afectadas por el vendaval del año pasado, era de madera. El modelo era muy parecido al que este año han montado únicamente en la zona dedicada a la artesanía, situada entre las calles de Rocafort y Calàbria.

La empresa responsable de estos estands de madera asegura que su modelo es muy seguro, con planchas de madera de 12 centímetros -frente a los 5 de los estands de plancha-, y que han reforzado las sujecciones de las cubiertas para evitar que el peligroso ‘efecto vela’  que a finales de diciembre del pasado año hizo estragos en una docena de casetas. Algún afectado dejó sin pagar la instalación de la caseta de madera a la espera de cobrar del seguro, asegura Tan, quien ha preferido probar este año otro tipo de caseta.

Campaña clave

La feria contará este año con un total de 273 paradas entre juguetes, regalos navideños, artesanía tradicional y churrerías. Los comerciantes se juegan mucho en esta feria de la Gran Via. Eva Pérez, juguetera con más de 15 años de experiencia,  espera tener una última campaña del año tranquila o, mejor dicho, sin fenómenos metereológicos severos:  “Una buena campaña de Navidad nos permite respirar tranquilos durante enero y febrero”, subraya Pérez, quien considera que en los acontecimientos del año fueron más allás del cierre momentáneo de algunas paradas. “Las imágenes de los estands destrozados causaron algo de alarma social –continúa la vendedora- y mucha gente no vino por miedo“.

La otra cosa que preocupa a los vendedores no tiene nada que ver con el viento, la lluvia u otros elementos climáticos. Las movilizaciones anunciadas por las entidades independentistas y los CDR para el viernes, coincidiendo con el Consejo de Ministros en Barcelona, añaden algo de incertidumbre. “Se está hablando de colapsar algunas vías con vehículos circulando muy lento”, murmulla preocupado Isaac Alors, presidente de la asociación de jugueteros de la feria, a su madre. En ese caso, concluyen, poco podrán hacer. 

La Fira de Reis estará abierta entre los días 20 de diciembre, la víspera de la reunión de Sánchez con su equipo de Gobierno en la Llotja de Mar, y 6 de enero.

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