Encargos vía móvil

Peluquero de día, repartidor de cocaína a domicilio por la noche

Un coche de los Mossos ante una comisaría.

Un coche de los Mossos ante una comisaría. / periodico

Guillem Sànchez

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Durante el día trabajaba en una peluquería del barrio de Sants de Barcelona. El local no era suyo. Sencillamente se dejaba caer por ahí para echar la tarde, y si el dueño iba apurado, cogías las tijeras y se ponía a cortar el pelo o a arreglar barbas. Pero este dominicano de 42 años, padre de tres hijos y residente en Santa Coloma de Gramenet, se ganaba el sustento por las noches: repartiendo cocaína a domicilio.

Los Mossos d’Esquadra lo seguían desde agosto, cuando una patrulla detectó una entrega y consiguió anotar la matrícula del coche del vendedor. Montaron un dispositivo de vigilancia para seguirlo y así localizaron su residencia en Santa Coloma y la peluquería de Sants. Mientras duró la investigación, también pudieron interrogar a tres compradores distintos que detallaron cómo funcionaba el negocio.

"Los compradores tenían un teléfono y puede que incluso ignoraran el nombre del traficante", aclara Miquel Martí, jefe de la unidad de investigación del distrito de Les Corts. Abastecía a clientes a quienes les surgía la necesidad de comprar incluso a horas intempestivas. "Un martes cualquiera podía llegar a casa a las 06.00 horas de la madrugada".

Cuando un cliente quería comprar, lo hacía contactándolo a través de Whastapp y detallando la cantidad que deseaba adquirir. Pero no tenía que escribir en el mensaje la palabra 'cocaína' ni derivados. Simplemente debía aclarar cuántas unidades deseaba. Tras aceptar el encargo, el traficante solicitaba que le enviara la ubicación geolocalizada donde quería recibir la entrega. Se citaban a los pocos minutos y el comprador le esperaba en la calle, los pases se hacían en la vía pública y él siempre se desplazaba en su coche.  

Cocaína en el aire acondicionado

El traficante escondía las dosis de cocaína que iba a distribuir cada noche dentro de la ventilación del aire acondicionado del vehículo. El día en que fue arrestado, los policías hallaron 8 bolsitas de cocaína en forma de lágrima en esta cavidad. Entre los registros practicados en su domicilio y en la peluquería, se encontraron 10.000 euros en efectivo, sustancias para cortar la cocaína y una prensa. "La utilizaba para compactar la cocaína y simular que tenía una pureza superior. Pero la cocaína que vendía estaba cortada", subraya Martí.  En su casa había montado en pequeño laboratorio, equipado con los utensilios básicos para cortar la droga y prepararla en monodosis. Los Mossos también han arrestado a su mujer y también al propietario de la peluquería. 

El traficante dominicano es una persona con antecedentes penales por tráfico droga y ha cumplido penas de prisión por estos delitos. Los tres detenidos, tras pasar a disposición judicial, han quedado en libertad con cargos. El juez ha decretado la retirada de su pasaporte mientras se acerca la fecha del juicio.