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El macroalbergue de la Vila Olímpica ultima su apertura pese a la ofensiva vecinal en contra

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Patricia Castán

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Si no suspende el 'examen final' -y nada parece indicarlo así-, el macroalbergue de la avenida de Icària abrirá sus puertas antes de Navidad, con una oferta de 440 camas y una movilización vecinal en su contra como 'bienvenida'. El polémico alojamiento, Unite Hostel Barcelona, sometido a infinidad de controles ante el rechazo frontal de parte del vecindario de la Vila Olímpica, está listo para debutar con todo su equipo humano a punto, aunque en su web todavía no han abierto las reservas por precaución. El ayuntamiento realizará una inspección entre este jueves y el viernes para verificar que todo se ajuste a normativa y dar luz verde al comunicado de primera ocupación presentado por la propiedad. De ser correcto, la semana que viene deberá obtener el certificado positivo de la Entidad Ambiental de Control.

Si se detectara alguna anomalía, se dejaría sin efecto el comunicado. Un último trámite, para el que se dispone de un par de meses tras comunicar la apertura, es la inspección final del Consell Comarcal.

El edificio que antes estuvo dedicado a oficinas, en la avenida Icària, 145, ha sufrido una renovación integral para reconvertirse en albergue juvenil, especialmente pensado para jóvenes amantes de la música. Más allá de la complejidad técnica de la reforma, se ha enfrentado a esa oposición popular y al escrutinio continuo del consistorio, que no pudo frenar el proyecto porque su tramitación fue previa a la moratoria hotelera de Ada Colau. El ayuntamiento le dio licencia de obras en junio del 2016, tras constatar que "se ajustaba a la normativa y la legalidad vigentes", explican fuentes municipales.

No obstante, el embrollo dista mucho de haber finalizado porque el pasado verano la asociación de vecinos presentó un contencioso-administrativo (admitido a trámite) con el que aspiran a anular la licencia municipal, al considerar que "no debió otorgarse". Jordi Giró, su presidente, insiste en que el ayuntamiento no les informó debidamente del inicio de los trámites del proyecto hace dos años y medio, lo que impidió en su momento que ellos exigiesen estudios de impacto de movilidad y medioambientales en aquel momento no obligatorios. Para cuando constataron el despegue de las obras ya era tarde. Desde entonces han batallado a través del departamento de Joventut de la Generalitat, de bomberos y del consistorio en base a presuntas irregularidades en las obras.

Fuentes municipales explican que a lo largo del proceso el distrito ha realizado 19 inspecciones de seguimiento que se han saldado con dos suspensiones temporales, una por falta de proyecto ejecutivo y otra por exceso de ruido. Ambas se solventaron. Las quejas vecinales relacionadas con la seguridad también comportaron exámenes de bomberos y modificaciones en las salidas de emergencias, que se adecuaron con nuevas medidas para las plantas 4, 5 y 6, donde están las habitaciones, y vías de evacuación alternativas en los niveles inferiores. "Todo está subsanado", relata un portavoz de Onix Hotels, propiedad y gestora del establecimiento, que tiene otros tres hoteles en la ciudad y una residencia de estudiantes".

Control de la zona

"Queremos hacer las cosas bien", insisten, recordando que llevan más de 25 años de actividad en la ciudad. La acusación vecinal apunta a un temido botellón juvenil en sus inmediaciones, ya castigadas por la presencia del Port Olímpic y el paso de noctámbulos. En el albergue aducen que habrá guardias de seguridad los fines de semana y en su web hacen un llamamiento al turismo responsable y a mantener limpio el barrio. En el portal dicen ofrecer habitaciones para "grupos de amigos, pequeñas familias, aventureros que viajan solos" y hasta solo para chicas, a partir de 23 euros por persona en estos momentos. Pero la vocación juvenil se constata con la oferta de tercera planta, dedicada a la producción musical, con gadgets y facilidades para la música electrónica, enlazando con los festivales urbanos, relata la misma fuente. 

¿Y cómo es uno de los mayores albergues de Barcelona? En el sótano se ubican la zona de desayuno y una cocina abierta  para calentar comida; en la primera planta hay taquillas para equipaje por horas; en la segunda, 300 metros cuadrados con amplios sofás, televisión, máquinas de vending y espacio de interacción. La propiedad relata que 18 habitaciones son para cuatro personas, y otras 46 son de ocho, en literas homologadas y todas ellas con una ducha, un váter y uno o dos lavamanos. Los opositores preparan una "recepción vecinal" -pacífica- pero que deje clara su opinión.