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Una casa para Mouktaria

La plataforma Stop Desnonaments Raval ocupa la Oficina de l'Habitatge para pedir una vivienda para una familia desahuciada

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Gisela Macedo

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Varios vecinos y miembros de la plataforma Stop Desnonaments Raval han ocupado este miércoles por la tarde la Oficina de l'Habitatge del distrito de Ciutat Vella para pedir una casa para Mouktaria. Ella es una vecina del Raval de Barcelona, de 50 años y de origen marroquí, que vivía hasta esta mañana en un piso del número 6 en la calle de Petxina. Junto a un marido enfermo tras una operación de riñón y una hija en edad universitaria.

Este mediodía la familia ha sido desalojada por orden judicial tras un proceso abierto tras la denuncia de la propietaria, una particular a quien se dejó de abonar el alquiler dado que Mouktaria se encuentra en el paro (aunque hace tareas puntuales de limpieza), su esposo no puede trabajar (está en situación "de dependencia") y su hija todavía está estudiando, la carrera de Filología Hispánica

"Hace aproximadamente un año que la familia se encuentra en lista de espera de la mesa de emergencia para que se le asigne un piso. No pueden buscar otra vivienda porque los precios actuales del alquiler son inasumibles para ellos", ha explicado Miguel Martí, de Stop Desnonaments Raval.

Pasarán la noche en un hostal

El Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido a la familia una pensión "provisional" hasta que se le asigne una vivienda de protección oficial. Una propuesta que ha generado "un profundo rechazo" por parte de los activistas antidesahucios, ya que no lo consideran un lugar adecuado para el padre enfermo.

La primera en salir de la vivienda, tras la llegada de los agentes de los Mossos d'Esquadra que han acudido a cumplir con la orden de lanzamiento, ha sido la hija de la pareja, que ha pedido a los vecinos antidesahucios concentrados frente a la puerta que cesaran la protesta y dejaran salir a sus padres de forma pacífica para evitar situaciones violentas con la policía. Su madre se encontraba "muy nerviosa". 

Tras esta petición, la familia ha salido de la finca con tranquilidad y los activistas han decidido proseguir con la protesta por la tarde, ocupando la Oficina de l'Habitatge ubicada en la plaza Salvador Seguí. El objetivo del encierro ha sido presionar para que se les dé un realojo más digno que un hostal. "Este caso es lo suficientemente grave como para que el ayuntamiento busque otro recurso", mantienen los vecinos que les apoyan.

Este lunes estaban programadas un total de siete desahucios en Ciutat Vella, seis de los cuales han sido suspendidos gracias a protestas antidesahucios. En este distrito se han contabilizado casi 600 propiedades que restan vacías tras desalojos judiciales.