MEDIO AMBIENTE

El reciclaje crece en el área metropolitana de Barcelona tras 10 años de estancamiento

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Gisela Macedo

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Por primera vez en diez años, los municipios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) han conseguido incrementar la recogida selectiva de residuos. Esta remontada ha sido posible gracias un cambio en el sistema que se puso en marcha el pasado mes de junio, con el objetivo de llegar a la cifra que exige la Unión Europea para el año 2020.

“Llevábamos años estancados entre el 30 y el 33% de la recogida selectiva y ahora por primera vez hemos pasado a un 35%. Se trata de un crecimiento modesto, pero indica un cambio en la tendencia”, ha comentado Eloi Badia, vicepresidente de Medio Ambiente de la AMB en rueda de prensa, donde también ha señalado que este año se han reciclado 50.000 toneladas más de residuos con respecto al 2017.

Cifra insuficiente

Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. La UE exige que en menos de dos años todos los municipios deben recoger de forma selectiva como mínimo el 50% de sus residuos y, a día de hoy, el 70% de las localidades metropolitanas están por debajo de esta cifra.

De los 36 municipios que forman parte de la AMB, solamente seis cumplen con el objetivo de la UE. Estos están encabezados por Tiana, donde se recoge de forma separada entre el 70% y el 80% de los residuos. Por el contrario, Santa Coloma de Gramenet es el que se encuentra al final de la lista, con tan solo un 20% de los residuos. “El ayuntamiento de Santa Coloma no le ha dado tanta prioridad a este asunto”, han lamentado desde el ente supramunicipal. “Por el contrario, Tiana ha sido uno de los municipios pioneros en desplegar la recogida selectiva puerta por puerta”, han dicho.

Castigo por no reciclar

Esta diferencia repercute en la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR) que paga cada municipio, ya que las localidades que menos reciclan son “castigadas” con pagos anuales que superan los 60 euros por hogar, mientras que las que tienen mejores niveles pueden llegar a pagar solamente entre 20 y 30 euros. “El esfuerzo que los ciudadanos hacen en el reciclaje se está viendo reflejado en sus recibos”, ha declarado Badia.

Además, desde la AMB han mostrado su preocupación por las posibles consecuencias de continuar con la tendencia actual por los elevados costes que esto puede suponer: “Si seguimos como ahora, a partir del 2020 esto nos podría costar 45 millones de euros al mes, porque toda la fiscalidad que acompaña la política de residuos penaliza no cumplir con los objetivos, y a esta cifra tendremos que sumar las posibles multas y sanciones que nos podrán llegar desde Bruselas”, ha apuntado el vicepresidente de Medio Ambiente.

Nuevo modelo de recogida

Desde la AMB atribuyen esta ligera mejora a un cambio de modelo de recogida selectiva de residuos. Fue iniciado hace cinco meses y ha consistido en la recogida puerta por puerta y en la instalación de contenedores inteligentes en algunas localidades. Estas medidas se financiaron con ayudas a los ayuntamientos, que sumaron un total de cuatro millones de euros.

Los residuos de papel y cartón (40%) y materia orgánica (33%) son los que han experimentado una mayor subida en su recogida separada, mientras que en el caso de los envases ligeros y el vidrio el aumento ha sido más moderado, de entre un 30 y un 35%, respectivamente.

Los ‘ecoparcs’, obsoletos

Por otra parte, Víctor Mitjans, jefe de Servicios de Programas de la AMB, ha advertido que el modelo de ‘ecoparc’ ya ha tocado techo y que no es la solución: “A los ecoparcs van todos los residuos del contenedor gris, y este contiene un 90% de materiales que si fueran a su contenedor correspondiente se podrían reutilizar o reciclar. En estos espacios, lo que se hace es intentar que estos residuos tengan menos impacto ambiental que los que van a parar a los vertederos, pero la mejor medida es hacer la recogida selectiva desde el origen y para ello es necesario concienciar a la población, que es lo que la UE nos está marcando”.