El terrado del Borsí de Barcelona será una "plaza" para los vecinos

El Borsí, el emblemático edificio clasicista creado por Tiberi Sabater Carner a finales del siglo XIX y situado en la plaza de Verònica del Gòtic barcelonés, empezará a ser reformado en el año 2020 aunque antes ya abrirá algunas dependencias para uso vecinal. El trabajo de remozado afectará a 2.100 metros cuadrados de superficie útil que se distribuirán en 950 para la ampliación de la biblioteca Andreu Nin, 800 para equipamientos de los vecinos y el resto para espacios compartidos. La habilitación del terrado como "plaza" para disfrute de la ciudadanía será una de las piezas más llamativas.

Un auditorio, espacios de ensayo y talleres musicales y otras zonas de uso colectivo darán una segunda vida al Borsí en una zona donde la gentrificación crece a pasos agigantados coincidiendo con la 'parquetematización' de la ciudad. El proyecto de reforma, presentado este lunes por la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, pretende precisamente abrir de nuevo el edificio a los vecinos y resaltar el arraigo histórico del solar en el que se asienta.

Cerrado desde el 2009

Cerrada desde el 2009 y propiedad del ayuntamiento a raíz de los acuerdos con la Generalitat para financiar la L-9 del Metro, esta construcción se erigió sobre otros pedazos de historia que ahora se quieren resaltar. De ahí que se haya apostado por hacer lo más visibles posibles algunos puntos donde apareció la muralla de la antigua Barcino.

Los encargados de llevar a cabo la rehabilitación, titulada como proyecto 'Nisrob', serán los arquitectos Martínez Lapeña-Torres Arquitectos, el mismo equipo de profesionales que realizaron la reforma de la Casa Vicens. 

El arquitecto José Antonio Martínez Lapeña ha señalado en la presentación del proyecto que esté será "complejo y muy laborioso" porque es un edificio histórico y con cierto valor artístico y patrimonial y, además, con "cierto riesgo" ya que se habilitaran superficies en el sótano. También ha explicadoque en su propuesta de remodelación han tenido en cuenta tres opciones fundamentales: la recuperación de la muralla histórica, mantener los valores arquitectónicos y artísticos del edificio y la funcional, para hacer compatible la convivencia de usos vecinales y culturales.