EL PROBLEMA DE LA DROGA

Así es por dentro un narcopiso del Raval

Colchones en el suelo, jeringas y suciedad: así es el piso desalojado gracias a la presión vecinal en la calle Peu de la Creu

Narcopiso en Peu de la Creu, 21.

Narcopiso en Peu de la Creu, 21. / DANNY CAMINAL

Óscar Hernández

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Pintadas en las paredes a favor del consumo de drogas y contra la policía, colchones tirados por el suelo, jeringuillas para la heroína, restos de vasos de plástico con papel de aluminio y pajitas para fumar basuco (una droga más barata y más adictiva) y muchísima suciedad es el panorama que se encontró Víctor Vives, el dueño del narcopiso de la calle de Peu de la Creu.

Vives, que de momento ha instalado una puerta antiocupaciones y una buena alarma, se encarcaga ahora de limpiar la vivienda y va a pintarla en breve. Esta mañana, satisfecho de haber podido recuperar su piso, ha pedido agradecer a través de este diario a todos los que le han ayudado. "Quiero dar las gracias al presdidente del comunidad y a todos los vecinos del edificio que tanto me han ayudado. Sin ellos no hubiera sido posible recuperar mi piso. También a los vecinos de la calle del Peu de la Creu y a los miembros de Acció Raval y Acció Reina Amàlia que tanto hacen por el barrio".

En estas fotografías se ve cómo quedó el piso tras ser ocupado durante cinco meses por narcotraficantes que no solo vendían droga sino que además alojaban unas horas a los yonquis que allí acudían y que algunos días llegaban a ser más de cien: