iniciativa contra la turistificación

Un bus lanzadera conectará la plaza de Alfons X con el parque Güell

La medida pretende descongestionar las líneas 24 y 92 de TMB , tomadas por el turismo para enojo de los usuarios habitales

PARC  GUELL

PARC GUELL / periodico

Carles Cols

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El Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha antes de la próxima temporada turística estival un autobús lanzadera que unirá la boca de metro de Alfons X con el parque Güell. El propósito principal no es facilitar la vida a los turistas en la ciudad. El empeño es aliviar a los vecinos del perímetro del parque del calvario cotidiano que padecen de mil maneras distintas. Entre las principales, por ejemplo, la saturación de las líneas de autobús 24 y 92, que desde que los visitantes las descubrieron como mejor modo de acceder al parque son insufribles. El plan, presentado por la teniente de alcalde Janet Sanz, pretende que los turistas usen como alternativa ese combinado de metro y bus lanzadera. Para convencerlesse  anularán dos de las paradas de las controvertidas líneas 24 y 92 situadas justo a las puertas del parque Güell.

La iniciativa es la segunda entrega de un conjunto de medidas que ya anunció meses atrás el Ayuntamiento de Barcelona para destensar los barrios afectados. La principal de aquellas medidas era que la compra de entrada para acceder al parque ya no se podría realizar en taquilla. Solo sería posible adquirirlas a través de la web. Eso, se interpretó, tenía dos ventajas fundamentales. Reduciría el número de turistas que se acercan a la zona (al menos no van los que ponen a prueba su suerte e intentan hacerse con una entrada sobrante en taquilla) y, en segundo lugar, repartiría la afluencia a lo largo del día. Ahora, los autobuses lanzadera se presentan como la guinda de aquella decisión. A través de internet se ofrecerá por 10 euros el paquete completo, transporte y entrada.

La lanzadera prestará servicio a los visitantes, pero también podrán usarlo quienes dispongan del carnet que da acceso gratuito al parque.

La amenaza latente

El recinto obra de Antoni Gaudí recibe cada año 3,1 millones de visitantes. La previsión es que el 50% de esos visitantes son potenciales usuarios de la lanzadera. La cara B del plan es el impacto que tendrá sobre la línea L-4 del metro y sobre el entorno de la plaza de Alfons X. Sobre la primera cuestión, el ayuntamiento acepta que se trata de un línea con un uso inusitadamente alto en verano, se la conoce ya como el metro de la playa, pero remarca que de todas las alternativas posibles, esta es la mejor. Es un medio de transporte de gran capacidad. La prioridad es poner fin a las quejas más que justificadas de los usuarios de las líneas de bus 24 y 92, donde, en palabras de algunos afectados, los grupos de turistas a veces se comportan como si aquello fuera la puerta de salida de un crucero a punto de hundirse, un sálvese quien pueda por pillar plaza en el bote.

La otra contraindicación es incierta. Es la posibilidad de que el ecosistema comercial de Alfons X y su prolongación natural, la calle de Pi i Margall, sufran por el hecho de que pasen a estar cartografiadas en el mapa de las rutas turísticas. Basta ver el tejido comercial de la Travessera de Dalt, una sucesión de tiendas de suvenires que indica a su manera cuál es el camino hacia el parque Güell. Según Sanz, ese riesgo queda conjurado por el plan de usos, que impediría la apertura de tiendas en las inmediaciones de Alfons X.

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