Críticas por el estado de una zona verde

Los vecinos critican el parque de los colchones de La Marina de Port

Can Sabaté, jardín rodeado de edificios, acumula suciedad y se inunda cuando llueve

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jose45132907 barcelona 21 09 2018 reportaje del barrio de la maria parc180928194314 / Albert Beltran

Óscar Hernández

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«El parque de Can Sabaté es un parque moderno diseñado con una concepción clásica de los espacios verdes urbanos. Situado entre altos muros de viviendas, al entrar sorprenden la amplitud, la luminosidad y la elegancia que tiene. Es un lugar donde el agua y la frondosa vegetación crean un ambiente de gran serenidad». Así describe la web del Ayuntaniento de Barcelona esta importante zona verde del barrio de La Marina de Port (ver mapa). Aunque para los vecinos esta idílica imagen poco tiene que ver con la realidad de un gran parque urbano que fue creado en 1980 tras una intensa lucha vecinal en el solar de una fábrica.

Rodeado efectivamente de grandes edificios, entre ellos los de la urbanización Estrellas Altas, Can Sabaté pasa despercibido desde fuera pese a su enorme extensión. En uno de sus accesos, ya se ven los problemas. En la calle de Mare de Déu de Port, a través del soportal de un gran edificio, se accede al parque  tras cruzar una enorme valla que permite cerrarlo por la noche.

Sexo y orines

Junto a esta verja hay un colchón medio escondido detrás de un mapa del parque que demuestra lo que los vecinos denuncian. Por las noches personas sin techo se refugian ahí. «Ha llegado a estar hasta una familia completa, e incluso una pareja a la que a veces sorprendíamos haciendo el amor», explica Marta Rodríguez, propietaria de la guardería El Gall i la Gallina, ubicada junto a esa puerta. Los usuarios de la guarderia y los vecinos sufren las manchas y el hedor de los orines en las columnas de este acceso.

La guardería padece especialmente el mal estado de Can Sabaté. La semana pasada, cuando se realizó este reportaje, los niños llevaban varios días sin salir al 'patio' –escrito así en cursiva, ya que en realidad es un trocito de los jardines que el Ayuntamiento ha autorizado a acotar con vallas duramte las horas del recreo–. «Pero hay tantos mosquitos que ya no podemos salir. Cuando llueve se acumula el agua y en verano los mosquitos pican tanto a los niños que hemos puesto mosquiteras en todas las ventanas –cuenta Rodríguez–. Cuando llueve el parque es una piscina».

Desagües obturados

«El problema es que aquí nadie limpia los desagües que se obturan. Ni siquiera siegan la hierba. En 1976 veníamos a hacer sardinadas para reivindicar el parque y ahora da pena verlo así. Los políticos sólo se acuerdan de los vecinos cuando hay elecciones», denuncia José Pozo, de 76 años. «Y muchas veces hay personas que duermen aquí y nos encontramos los colchones. Y eso sin contar con las cacas de los perros que luego nadie recoge», explica Alfonso Casas, otro jubilado que lleva 45 años en el barrio y pasea en Can Sabaté. 

Virgina Requena, también pensionista, asegura que muchas veces hay perros peligrosos en el parque. «Pero no nos atrevemos a decirle nada a los dueños», cuenta. También se queja de que  el canal de agua que hay en el centro del parque está casi siempre con el caudal detenido.  Y que el estanque que hay en uno de los extremos del parque no está limpio.

Fuentes municipales explicaron que operarios de Parcs i Jardins limpian cada mañana el parque y que los problemas de acumulación de agua se deben a las intensas recientes lluvias. «Sabemos que hay cosas que mejorar pero no se pueden solucionar de forma inmediata», precisaron.