El ayuntamiento no ve futuro para los pisos 'colmena'

El Ayuntamiento de Barcelona no ve ningún futuro al proyecto de pisos 'colmena' que una empresa trata de promover en Barcelona. Creen que sus dimensiones lo invalidan legalmente, aunque sus promotores insisten en que los cubículos no equivalen a habitaciones, sino que son camas singulares que facilitan compartir pisos múltiples con más intimidad. 

Como avanzó EL PERIÓDICO el pasado viernes, el consistorio supo de la campaña de difusión del proyecto (en carteles por la ciudad y desde Wallapop) por este diario. La historia les sorprendió tanto que la semana pasada ya la pusieron en conocimiento de los Mossos d'Esquadra por si se trataba de una estafa, habida cuenta de que inicialmente se planteaba una tasa de 25 euros para acceder al registro como filtro. Ni los Mossos ni la Agència Catalana de Consum tenían ninguna denuncia al respecto la semana pasada, según informaron a este diario.

Desde entonces, el consistorio ha insistido en la "inviabilidad" urbanística del proyecto amparándose en la normativa del Govern sobre habitabilidad y vivienda digna. Los llamados cubiletes o colmenas de 1,20 metros de alto por otro tanto de ancho y 2,20 de largo suponen un espacio de poco más de dos metros cuadrados, que la empresa Haibu 4.0 no considera "habitación" sino cama con un cierre acristalado para dotarlo de más privacidad al dormir. Por ello, defienden habilitar cierto número de estas (de 10 a 30) en espacios del suficiente tamaño para cumplir con los criterios de habitabilidad estipulados. Y mantienen que no se ha cobrado ni un euro a los muchos interesados en lista de espera.

En cambio, el concejal de Vivienda Josep Maria Montaner ha insistido hoy miércoles en que el ayuntamiento nunca dará una licencia a ninguna 'vivienda nicho', remitiéndose a la ley de la vivienda. La concejala de Urbanismo, Janet Sanz, ha agregado que no han recibido ninguna petición de licencia para ese uso. La cuestión es saber si concebida como "vivienda compartida" -ni residencia ni 'hostel'-, sería precisa una licencia de uso específica, plantean los promotores, que han adquirido unos bajos en Sants-Montjuïc y planean otras siete ubicaciones.