ORIGINAL HOMENAJE

Unos bomberos felicitan con una pancarta gigante a un compañero hospitalizado en Can Ruti

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Felipe Valenzuela

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Celebrar un cumpleaños en un hospital no es lo ideal, pero si ambos elementos coinciden no se deberia obviar la fiesta. Un grupo de bomberos de la Generalitat ha organizado una original sorpresa para su compañero hospitalizado con cáncer en Can Ruti que ha cumplido 58 años.

El regalo ha sido desplegar un cartel de felicitación de decenas de metros de altura desde un camión-escalera de los bomberos estacionado en el aparcamiento. La sorpresa se ha vuelto viral en internet.

Una sorpresa de emergencia

Así publicó Carlos (@cfolgs) en Twitter la noticia del original regalo el pasado domingo: "Hoy es el cumpleaños de un paciente oncológico que está hospitalizado (y no puede salir), su familia y amigos han organizado esto”. El paciente homenajeado es Marcel·lí Blanchar, sargento de los Bombers de Granollers, pero de esos de pura cepa, de los que no consideran su actividad una profesión, sino una forma de vida.

“He sido bombero desde siempre -asegura Blanchar a este diario desde su habitación en el hospital-. Llevó casi tres décadas ejerciendo y no puedo esperar a volver”.

Desde la ventana del decimotercer piso se ve todo el aparcamiento a la perfección. No es difícil imaginarse como habrá sido el mismo paisaje pero con la escalera colocada. Blanchar no podía dejar su habitación por motivos médicos. “Por la quimioterapia mis defensas se quedaron al mínimo –explica-. Cualquier resfriado común acabaría conmigo”.

Un mieloma

El bombero lleva desde hace medio año luchando contra un mieloma –cáncer que afecta a la médula ósea-, pero la imposibilidad de salir al exterior no impidió a sus familiares y compañeros organizarse para celebrar su cumpleaños.

“Me visitó mi hija por la mañana y me mantuvo distraído”, explica Blanchar. “Le llevamos una emisora portátil y a las ocho y media emitimos su código -relatan los compañeros organizadores de la sorpresa-. Con su familia nos organizamos y le mantuvimos ocupado mientras traíamos la escalera y colgábamos el cartel”. Para Blanchar no hay palabras que describan lo que sintió. “Cuando estás en estas condiciones y te preparan algo así, no hay manera de describir la sorpresa”, asegura.

La familia antiincendios

“Con esto se demuestra que los miembros de un turno de trabajo somos algo más - relatan compañeros de Blanchar-. Dejando de lado que es una persona muy especial, es un compañero y en los turnos nos convertimos en una familia”. Estos grupos en concreto coinciden durante 24 horas seguidas en las guardias, descansan 72 y vuelven a estar de servicio.

“Por ejemplo, en cuatro días están los turnos A, B, C y D. Nosotros somos el A, trabajamos todo el día y mientras descansamos están de servicio los otros tres –explican los compañeros de Blanchar.- Comemos juntos, dormimos juntos... Básicamente vivimos juntos dos días a la semana”.

La familia del bombero no ha querido  desaprovechar la oportunidad para agradecer a los implicados y sobre todo a los profesionales del centro médico. “Os agradecemos estas muestras de afecto. Y en particular la buena tarea de todos los profesionales de Can Ruti que le están atendiendo”, exclamó una familiar de Blanchar.

“El trato ha sido excelente, el personal, espectacular –explica el bombero enfermo-. Reconozco que antes de venir pensaba en si tal vez un privado iba a ser mejor, pero las instalaciones, los internos, las enfermeras… Sin palabras”.

¿Y cómo se lleva un camión escalera de los bomberos hasta el aparcamiento de Can Ruti? Pues con la  complicidad de los bomberos del parque de Badalona más cercano al hospital  con la consigna de que si se producía una emergencia abandonaban pitando la celebración.