UN AÑO DE LOS ATENTADOS

Adela Martínez: "Los ciudadanos sintieron la necesidad de aportar tras el dolor"

Ha sido responsable de conservar, documentar y archivar los mensajes de solidaridad con las víctimas del 17-A

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Manuel Arenas

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Los días posteriores a los atentados de Barcelona y Cambrils, La Rambla se llenó de ofrendas y mensajes de solidaridad con las víctimas y sus familiares. Ese homenaje ciudadano ha sido documentado y digitalizado por el Ayuntamiento de Barcelona en el 'Memorial La Rambla 17-A'. En total, más de 12.000 documentos y objetos. Adela Martínez (Barcelona, 1967) ha sido responsable de la conservación, documentación y archivo de los mensajes de solidaridad -cartas, dedicatorias, fotografías- en el Arxiu Municipal Contemporani, que ascienden a 4.654.

-¿Cuáles fueron los primeros pasos?

-Se empezó por la recogida de documentos en la calle a finales de agosto del 2017. Se dividieron en cajas por tamaños y se registraron para hacer seguimiento. En total, se obtuvieron 21 cajas con 4.654 documentos. 

-¿En qué ha consistido su trabajo?

-Yo llegué al Arxiu en noviembre del 2017 y el protocolo ya estaba establecido. Unas restauradoras se encargaron de limpiar los documentos y yo, que entré como responsable de la conservación, preparé las fundas donde se guardarían, los instalé en el depósito y escribí el inventario de los tratamientos de conservación.

-¿A qué se refiere con "tratamientos de conservación"?

-Los documentos del 17-A no se han llegado a restaurar, pero sí se les han aplicado tareas de conservación durante tres meses para que las fibras del papel no se estropeen. Por ejemplo, se han limpiado, desinfectado y aplanado.

-¿Ha sido esa la principal dificultad?

-Sí, porque los documentos estaban en la calle y la gente los había pisado, les había caído cera, estaban llenos de colillas y excrementos de paloma...todo eso se ha eliminado para no acelerar el deterioro. De momento, se ha decidido conservar todo lo que se recogió.

-¿Le ha resultado difícil dejar al margen la parte emocional?

-Claro. Salvando mucho las distancias, yo me acordaba de los médicos o bomberos...al final, tienes que saber alejarte emocionalmente de lo que estás interviniendo. Pero así como había esa parte triste, mientras leía mensajes veía reforzada la idea de que Barcelona es una ciudad estupenda y que los barceloneses, piensen lo que piensen, son una piña.

-¿Qué conclusión sobre la respuesta ciudadana saca tras leer tantos los mensajes?

-El archivo es aséptico y no tiene opinión: eso será tarea de los investigadores. Yo, personalmente, sí puedo decir que, tras leer los mensajes, he notado que los ciudadanos sintieron la necesidad de aportar algo tras el dolor. La gente sabía que sus mensajes podían no llegar a los familiares, pero tuvieron la voluntad de ser parte de esa memoria colectiva.

-¿Cuál es el mensaje que más se ha repetido?

-Seguramente la consigna "no tengo miedo" o "no tenemos miedo", en plural. También había muchos dibujos infantiles absolutamente tiernos.

-¿Y alguno que les haya sorprendido?

-La directora del Arxiu hablaba de una serie de imágenes de mariposas. Son como en 3-D y de mala calidad, pero aparecieron en todos los altares que había por Barcelona.

-¿La documentación va a ser de acceso público?

-Como toda la documentación del Sistema d'Arxius Municipals de Barcelona, va a ser pública y cualquiera va a poder consultar lo que desee.