NUEVOS CONCEPTOS

Las nuevas lavanderías, con bar o jabón ecológico

Algunos negocios se han reinventado y cuentan con tarjetas de fidelización e incluso con servicio de cafetería

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Silvia Alberich

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Tras el auge que han registrado los últimos años por toda la ciudad, el negocio de las lavanderías ha dado un paso hacia delante (o más de uno) y ha empezado a reinventarse. Se trata, destacan sus propietarios, de distinguirse y de marcar perfil, entre otras cosas, por la necesidad cada vez más acuciante de fidelizar a la clientela. Algunas ofrecen versiones ecológicas, con jabones 100% naturales que cuidan la ropa y el medio ambiente. Otras han incorporado servicios adicionales, bien para facilitar el pago bien hacer más llevadera la espera.

Lovely Laundry, por ejemplo, es un establecimiento que cuenta con una línea de productos que pueden conseguirse acumulando puntos con una tarjeta de fidelidad. Así, los habituales del local pueden hacerse con una camiseta, una bolsa ecológica, un marcapáginas o incluso un pintalabios. El Safareig del Barri, en el Eixample, también apuesta por este tipo de tarjetas. En este caso, en vez de regalos, los clientes que adquieren este abono, recargable y sin caducidad, se benefician de descuentos y promociones exclusivas. Esta lavandería también cuenta con una mesa enorme, ideal tanto para esperar la colada como para preparar y doblar la ropa. 

Aplicaciones en el móvil

Existe asimismo el servicio de lavandería a domicilio. Una opción ofrecida por Mr Jeff, una aplicación para teléfonos móviles que permite seleccionar la hora y el lugar de recogida de la colada y garantiza tenerla lista en un máximo de 48 horas. “Tenemos todo tipo de clientes, pero sobre todo son los jóvenes los que más demandan el servicio”, destaca Eloi Gómez, que montó este negocio junto con otros socios. No hay compromiso de permanencia ni de uso: se puede recurrir a este servicio de forma puntual o hacerse suscriptor y beneficiarse de sus ventajas.

Otra de las incorporaciones que ofrecen algunas lavanderías es el servicio de cafetería. Este es el caso de LaBar- Laundry Bar, también en el Eixample, la primera lavandería en España en la que se puede tomar algo mientras se espera la ropa.

Gerard Navas y Marta Pérez, una pareja del barrio, son los artífices de este proyecto, que ha tenido una gran acogida desde que abrió sus puertas, a mediados del pasado mes de junio. Navas y Pérez habían observado que las lavanderías iban ganando terreno en el barrio, pero también que la gente no sabía qué hacer mientras esperaba la colada. “Creamos este espacio para que aprovecharan ese tiempo tomando algo, trabajando o sociabilizando”, explica Gerard. Así nació LaBar, una lavandería atípica que ocupa un amplio y diáfano espacio que había sido una antigua vaquería reconvertida después en cafetería y tienda de muebles.

El perfil de cliente es muy variado, desde turistas, vecinos del barrio, personas que comparten piso u otras que traen piezas de ropa muy grandes hasta propietarios de pisos turísticos cuando cambian de inquilinos. Incluso han detectado que cada vez hay más particulares con lavadora propia que acuden allí para tener la ropa limpia en menos tiempo.