Conflicto en el transporte

Los taxistas de Barcelona siguen en huelga pero ofrecen viajes gratis a hospitales

La ocupación de la Gran Via y el paseo de Gràcia continuará al menos hasta mañana por la noche

Taxi recogiendo a enfermos en el Hospital de Sant Pau

Taxi recogiendo a enfermos en el Hospital de Sant Pau / RICARD CUGAT

Óscarf Hernández

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Los taxistas barceloneses mantienen la huelga indefenida, al menos hasta mañana por la noche, pese a los avances conseguidos en la negociación con el Ministerio de Fomento y con el resto de administraciones implicadas para bloquear el número de licencias VTC a vehículos con chófer.

Mañana miércoles los taxistas seguirán acampados en la Gran Via y en el paseo de Gràcia por quinto día consecutivo. Aunque, como gesto de buena voluntad, activarán unos servicios mínimos con mil vehículos para llevar a pacientes a los hospitales y devolverlos después a su casa de forma gratuita.

Así lo han anunciado esta tarde dos de los representantes del colectivo –Alberto Álvarez Tito, de Elite, y y Luis López, de Agrupació Taxi Companys–, en una multitudinaria asamblea que ha tenido lugar en el paseo de Gràcia, entre la Gran Via y la plaza de Catalunya.

Álvarez ha asegurado que en las próximas horas se reunirán con los operadores con emisoras para ver cómo se organizaban estos servicios mínimos con vehículos identificados. Los pacientes que debían visitarse estos días en los centros médicos y que tienen más dificultades para desplazarse en medios alternativos como bus y metro han sido de los más perjudicados en esta semana de huelga.

A la espera de otra reunión en Madrid

Los taxistas han decidido mantener las acciones en la calle, como ola ocupación de la Gran Via entre Entença y Bailèn, al menos hasta mañana miércoles por la noche, cuando volverán a votar en asamblea si mantienen el pulso en la calle.

El motivo de este aplazamiento es esperar a ver qué decide en Madrid la Conferencia Nacional de Transporte, a la que reclaman que decida el traspaso de las competencias del taxi a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos para que puedan impedir una mayor proporción de licencias de VTC.

Los taxistas reclaman que se mantenga la proporción de una licencia VTC por cada 30 de taxi. Los VTC suelen ser vehículos de lujo que se pueden contratar por aplicación, como Uber y Cabify, y cuyos precios son por trayecto, no por kilómetro recorrido  

Las palabras de Tito, acogido siempre entre vítores por sus compañeros y quien parece tener más tirón en el colectivo del taxi –que cuenta con una decena de asociaciones–, han entusiasmado a los chóferes barceloneses.

"Tito nos gusta porque dice la verdad"

“Lo que más nos gusta de Tito es su forma de ser y que siempre dice la verdad. No habla solo para su asociación, Elite Taxi, sino para todos. Y ha conseguido que estemos todos juntos, que vayamos todos a una”, ha explicado a este diario David Díaz, taxista e hijo de taxista, además de profesor. “A mí el taxi me ha permito dar de comer a mi familia y pagarme diferentes estudios, de profesor de gimnasia e inglés”, explica orgulloso.

Sobre el hecho de que cada día de huelga que pasa  y van siete, los taxistas pierden dinero porque son autónomos y no ingresan el centenar de euros diarios que necesitan como mínimo, Díaz afirma convencido: “No perdemos dinero. Cada día que pasa lo ganamos. Porque conseguiremos un mejor acuerdo y garantizamos el futuro de todos”.

A su lado Carlos Córdoba, también veterano taxista, se muestra entusiasmado al final de la asamblea. “Anoche cuando llegué a casa y vi a mi familia me emocioné al pensar lo que estamos haciendo, me rompí como un melón. Nunca habíamos estado así de unidos los taxistas”, confiesa. “Aquí somos todos como una gran familia. Incluso con los paquistanís, que no nos llevábamos bien, ahora somos súper amigos. Y es que unidos como estamos no podrán con nosotros”, añade.

Unión con los paquistanís

A poco distancia varias decenas de paquistanís juegan a las cartas en el suelo de un lateral del paseo de Gràcia mientras otros compañeros reparten gratis botellines de agua fria a manifestantes y peatones. “Estamos dando 2.000 botellas cada día y las pagamos entre todos nosotros, los taxistas paquistanís”, explica contento Haaron Kiani, que lleva 10 años conduciendo el taxi en Barcelona y fue uno de los fundadores de Paquitaxi.

“Antes los taxistas barceloneses desconfiaban de nosotros. Pensaban que les quitábamos le trabajo. Empezamos unos 200 y somos más de 2.000. Pero nosotros somos muy buenos trabajadores. Y ahora con la huelga nos hemos unido al resto”, explica.

“Antes no  les caíamos bien porque trabajamos sobre todo de noche, lo que el resto no quería hacer, y tenían miedo de que les quitáramos el trabajo. Ahora muchos taxistas nos contratan para conducir porque somos muy trabajadores, Con la huelga han visto que estamos unidos a todos ellos”, concluye.

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