CONFLICTO EN EL TRANSPORTE

Los taxistas negocian con Fomento mientras mantienen Barcelona bloqueada

Huelga del taxi

Huelga del taxi / ALBERT BERTRAN

Beatriz Pérez / Toni Sust

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Barcelona se levantará este lunes con su centro neurálgico tomado por taxis que obstaculizarán el tráfico, como han estado haciendo durante todo el fin de semana. Los vehículos seguirán aparcados por lo menos un día más en el carril central de la Gran Via, desde Entença a BailénLa protesta podría acabar este mismo lunes o prolongarse y agudizarse si el colectivo no recibe garantías de que la proporción de 30 licencias de taxi por cada una de alquiler de vehículos con conductor (VTC), que son las que usan empresas como Uber o Cabify, queda blindada legalmente. La normativa que lo aseguraba iba a entrar en funcionamiento el 1 de agosto, pero el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) lo suspendió el viernes después de aceptar el recurso de la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) y de la patronal de los vehículos con licencia VTC.

Los taxistas afirman que seguirán la huelga, como mínimo, hasta la reunión que los sindicatos mantendrán con el Ministerio de Fomento, a las 12 de un día que amenaza con convertirse en un ‘lunes negro’ para el transporte privado, el público y los servicios de reparto, pero que en caso de acuerdo podría también tornarse en una jornada de regreso a la normalidad. Entre el colectivo de taxistas existe la convicción de que hay que mantener el paro indefinido hasta que no se tengan garantías ("firmadas", puntualizan) de Fomento.

Al ministerio le exigen que apruebe un decreto ley que haga viable el reglamento del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) para protegerlos de empresas como Cabify y Uber. Y lo quieren ya: que se haga efectivo el próximo viernes en el Consejo de Ministros. Pero ahora añaden una segunda reclamación, especificada por el omnipresente líder de Elite taxi y jefe oficioso de la protestaAlberto ‘Tito’ Álvarez, después de la asamblea de la tarde del domingo: "Vamos a la reunión con dos reivindicaciones clarasel blindaje de la licencia urbana (la proporción de 30 licencias de taxi por una de VTC) y la transferencia de las competencias a las comunidades autónomas. Con esas dos cosas se acaba el conflicto".

Álvarez también ha advertido de que si las cosas no salen bien en la reunión, habrá consecuencias drásticas: "Si no conseguimos que se apruebe la licencia urbana, intensificaremos las movilizaciones en todo el país coordinadamente y pararemos la economía. Taxistas del norte de Catalunya se están organizando para cortar la frontera. Se habla de cortar el puerto".

La novedad de que los taxistas reclamen el traspaso de competencias cuadra con el estado de ánimo de los que están concentrados en el cruce de la Gran Via con el paseo de Gràcia: culpan al Gobierno central del conflicto, dicen que mantienen una buena sintonía con la Generalitat y aplauden al ayuntamiento, por considerar que la alcaldesa y presidenta de la AMB, Ada Colau, es la que más apoyo les ha brindado. Así lo ha evidenciado este domingo por la tarde el propio Álvarez al ser preguntado sobre si los taxistas temían ser desalojados: "He hablado con la Guardia Urbana y con los mossos, y no hay nada. No creo que vengan 2.000 grúas. No creo que tengan voluntad de hacerlo. Tenemos un ayuntamiento que apoya a los trabajadores".

El ayuntamiento no prevé desalojar

El consistorio, por su parte, sigue a la expectativa. Según fuentes municipales, el sábado había cerca de 1.500 taxis participando en la protesta y el domingo unos 500. Las mismas fuentes precisan que no se contempla un desalojo, que lo que se espera es un acuerdo que desbloquee la situación. La oposición ha cargado contra la actuación del consistorio, pero no contra la protesta del sector.

Por la mañana, antes de incorporar la reclamación del traspaso de competencias, Álvarez defendía la posición de los taxistas: "Nosotros estamos presionando mucho, pero el otro lado [Cabify y Uber] también. Están diciendo que somos unos violentos. Y detrás tienen a entidades bancarias". También ha descartado que se conociera con antelación el contenido de la reunión de mañana, una opción que se había barajado como solución para detener antes la huelga.

Mientras tanto, la Gran Via y parte del paseo de Gràcia (sobre todo el tramo comprendido entre esa avenida y la plaza de Catalunya) siguen tomados por taxistas y sus familias, algunos acampados. Los paquistanís juegan a cartas encima de una alfombra mientras una hamaca improvisada entre un farol y un banco ofrece reposo a varios niños. A unos metros, una pareja de turistas japoneses que se protege del sol con un paraguas parece no entender nada.

Algunos taxistas se muestran preocupados por el enfado de los ciudadanos: "Ellos y nosotros, que perdemos dinero, somos los más perjudicados". Pero Álvarez no teme perder la complicidad de los barceloneses: "Nos da igual. Ya les pondremos taxis gratis dos días y ya verás qué rápido se olvidan”.