CONFLICTO POR LAS LICENCIAS DE ALQUILER DE COCHE CON CONDUCTOR

Los taxistas de Barcelona inician una huelga indefinida

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zentauroepp44464773 taxi180727213217 / RICARD CUGAT

Carlos Márquez Daniel / Beatriz Pérez / Toni Sust

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Un clamor popular, unos poderes públicos enfrentados pero cada vez menos y un tribunal que lo hace saltar todo por los aires. El taxi vive estos días su propio 'procés' a cuenta de la regulación de las licencias de alquiler de vehículos con conductor (VTC), que son las que usan empresas como Uber Cabify. Los taxistas aplaudían el jueves la decisión de Fomento de retirar la petición de medidas cautelares contra el reglamento del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que pretende limitar las VTC con una nueva credencial urbana, pero el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha decidido el viernes mantener la suspensión de la normativa. El gremio ha vuelto a tomar la calle (lo ha hecho como siempre pero también como nunca) y entrada la noche ha votado a favor, en una maratoniana asamblea, de iniciar una huelga indefinida y de mantener la ocupación de la Gran Via con sos coches, entre paseo de Gràcia y Pau Claris. 

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La noticia ha saltado pronto, antes de mediodía. La Justicia mantenía el recurso de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, que también había solicitado detener el reglamento de manera inmediata antes de que se empezara a desplegar en agosto. En el horizonte, temen los taxistas, el desembarco en tropel de un volquete de nuevas licencias VTC que estaban detenidas en los juzgados y que con cuentagotas se van aprobando vía Tribunal Supremo. Son las que se solicitaron al Ministerio de Fomento entre los años 2013 y 2015 aprovechando un vacío legal. O más bien dicho, un vacío temporal de dos años en el que la cosa política no dio con la tecla para regular el sector. Solo en Catalunya se pidieron 2.927, y ahí es donde reside el principal temor del taxi: en un periodo corto de tiempo, la ciudad podría pasar a tener cerca de 3.800 VTC, con lo que saltaría por los aires la proporción ideal de un chófer privado por cada 30 taxis. En el peor de los escenarios, estaríamos en uno cada cuatro (hay 10.523 licencias de taxi), de ahí que los taxistas vean cerca su desaparición.

La receta de la alcaldesa

El miedo a perderlo todo es el sentimiento que este viernes les ha empujado a salir a la calle a pesar de que a las 6.00 horas terminaban los dos días de huelga que habían convocado. Tras conocer la decisión del TSJC, el servicio se ha detenido y los taxis han empezado a concentrarse en Gran Via, donde han cortado el tráfico entre Entença y Girona. Después han tomado Aragó durante una hora, amén de cortes en carreteras con quema de neumáticos en la C-31 en las inmediaciones del aeropuerto de El Prat. También han cruzado contenedores en la calle y han plantado tiendas de campaña en el asfalto. Han puesto parte de la ciudad patas arriba sin que la Urbana opusiera excesiva resistencia, quizás porque a las seis de la tarde había convocada reunión entre Ada Colau y las organizaciones del taxi. Al final del día, en una asamblea que ha terminado a las 22.30 horas, han decidido que inician una huelga indefinida y que no mueven los coches que se han quedado en la Gran Via, que sí mantiene abiertos los carriles laterales. Esta decisión, sin embargo, podría cambiar en cualquier momento. 

Tras reunirse durante una hora con representantes de siete asociaciones, la alcaldesa ha reafirmado que la AMB tiene competencias para la regulación del taxi que hizo con el fin de limitar las licencias de VTC y que fue recurrida, y ha lanzado una petición a Fomento: que traslade al consejo de ministros la necesidad de que se apruebe un decreto ley que precise que también el mundo autonómico y local tienen competencias para el control de este tipo de vehículos. La alcaldesa también ha instado a la Generalitat a apoyar al sector. A los taxistas, Colau les ha solicitado en vano "calma y cabeza fría", que eviten actuaciones que perjudiquen a los ciudadanos y que tengan en cuenta que la decisión judicial que ha frenado el reglamento de la AMB no se revertirá en agosto, cuando los juzgados están cerrados. 

Un chollo a 30 euros

Pero a pesar de este mes de relativa tranquilidad, nada parece quitarles el miedo. De ahí que hayan dedicido tomar el camino más radical. Todas esas licencias que pueden entrar en Catalunya (hubo 94 solicitantes, pero 1.870 se concentran en siete personas o compañías diferentes) son las que se servirían de Uber y Cabify para su explotación. Si se tiene en cuenta que pedirlas tiene un coste de poco más de 30 euros (un mero trámite administrativo), el negocio es redondo. Ahora se venden por más de 30.000 euros. Más aún si se tiene en cuenta que un taxista está pagando unos 120.000 por su credencial. Pero que nadie vea una oportunidad de negocio, porque a partir del 2015, y un poco más desde mayo de este año, con la aprobación de un decreto ley que blinda al taxi, pedir una VTC es como solicitar la luna. 

El taxi ha pasado de la euforia del jueves -gracias a Fomento- a la ira del viernes -por la gracia del TSJC-. En su fallo, el tribunal admite que las VTC "pueden incidir de facto en aspectos de movilidad, tráfico, y el más importante, calidad ambiental atmosférica de las ciudades y del AMB, y por consiguiente, tener incidencia en la salud de las personas". "Pero la ponderación de esos intereses -prosigue el redactado- no puede decidir la cuestión que aquí se plantea". El único consuelo del taxi es que agosto es un mes inhábil para la Justicia, así que no se espera que Territori tramite, por orden del Supremo y bajo mando de Fomento, ninguna VTC más. En septiembre, ya veremos.